Al menos desde 2015, el gobierno de Estados Unidos incluyó en sus listas de narcotraficantes a Rosalinda González Valencia, la esposa de Nemesio Oseguera, El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG, quien fue detenida el fin de semana en Guadalajara bajo cargos de operación con recursos de procedencia ilícita.
La Oficina de Control de Activos Financieros de EU sigue desde hace años el rastro de los hermanos conocidos como Los Cuinis, a los que se considera el verdadero cerebro detrás del Cártel Jalisco, y cuyo líder principal fue Abigael González Valencia, detenido en un restaurante de Puerto Vallarta precisamente en 2015.
Para el gobierno de EU, la estructura formada por Los Cuinis —18 hermanos— brinda “asistencia material” a la organización de El Mencho. A los González Valencia se les asocia con una red amplísima de blanqueo de dinero: hoteles, restaurantes, inmobiliarias, empresas turísticas, comercializadoras, clínicas de rejuvenecimiento vaginal, e incluso el control de algunos de los palenques más importantes, los de las ferias de Aguascalientes y Metepec, entre otros.
En 2015 el gobierno mexicano reveló los nombres de los hermanos que constituían la estructura criminal. Entre los hombres del clan figuraban, además de Abigael, José María, Arnulfo, Ulises, Elvis, Édgar, Mauricio, Luis Ángel y José. La lista de mujeres dada a conocer por las autoridades estaba encabezada precisamente por Rosalinda, seguían Berenice, Noemí, Marisa, María Elena, Erika y Estela.
Los González Valencia proceden de una antigua familia de narcotraficantes michoacanos —los Valencia— que a principios del siglo XXI integraron el llamado Cártel del Milenio. La familia, desterrada de Michoacán en 2003 por Los Zetas, formó una célula de sicarios encargada de protegerla y abatir a sus enemigos. El líder del grupo fue Nemesio Oseguera, quien rápidamente cobró fama a consecuencia de sus métodos brutales y sanguinarios.
El Mencho se había iniciado en el narcotráfico cuidando en la Tierra Caliente los cargamentos de mariguana de Manuel Salcido Uzeta, El Cochiloco, uno de los operadores del Cártel de Sinaloa. En esas tareas trabó relaciones con los González Valencia y acabó enamorándose de Rosalinda. Ya desde aquellos días los miembros del clan eran conocidos como Los Cuinis: una versión indica que el apodo viene de una ardilla, el cuinique, que se reproduce con velocidad y acaba con los cultivos en breve tiempo.
Se sabe que El Mencho se ligó más tarde al brazo del Cártel de Sinaloa que operaba en Jalisco, y dirigía Ignacio Coronel. Encargado de la seguridad de “Nacho”, como se conocía al capo, heredó la estructura cuando éste fue abatido. A partir de entonces inició la reconquista de Michoacán: los Zetas estaban prácticamente extinguidos, pero la entidad estaba ahora en manos de los Caballeros Templarios, dirigidos por Servando Gómez, La Tuta. La guerra que comenzó entonces no ha terminado.
Los Cuinis, mientras tanto, siguieron su camino. En 2009, un accidente de tránsito puso a la policía argentina sobre la pista de tres mexicanos que habitaban en una torre cuyos departamentos estaban valuados en un millón de dólares y deseaban realizar en Puerto Madero inversiones por tres millones de dólares. Eran una avanzada de Los Cuinis, que según la DEA son capaces de mover cargamentos de droga, en particular de metanfetamina, en una ruta que comienza en los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas, y termina en Europa, África, Asia, EU y varios países de Sudamérica.
Tras la detención en 2015 de Abigael, las redes de Los Cuinis salieron a la luz. Rosalinda González comenzó a ampararse desde ese año contra una posible detención. Entre 2015 y 2018 la mujer interpuso 15 amparos de los llamados “buscadores”. En todos los casos, la respuesta fue que no existían acusaciones en su contra. Su vida en Guadalajara sucedía con tranquilidad y de manera pública. Según autoridades, con las mujeres de la familia, ella se dedicó a administrar las inversiones del grupo.
Hoy es la quinta González Valencia detenida. Durante años, sin embargo, no se le molestó: fueron los años en que el Cártel Jalisco y Los Cuinis expandieron su poder a 22 estados, así como a diversos y lejanos países del mundo.
La verdadera historia del CJNG y Los Cuinis terminará por emerger. De momento, los elementos públicos que la rodean dan en qué pensar. Mucho en qué pensar.