Los partidos Encuentro Social y del Trabajo anunciaron que su candidato a la presidencia municipal de Morelia es el ex gobernador priísta de Michoacán, y cuatro veces alcalde de dicho municipio, Fausto Vallejo Figueroa.

La dirigencia de Encuentro Social anticipó también que existen altas probabilidades de que el hijo del ex mandatario, Fausto Vallejo Mora, sea postulado como candidato a diputado por el distrito 10 de Morelia.

En septiembre de 2015, otro hijo de Vallejo, Rodrigo Vallejo Mora, fue condenado a 11 meses y siete días de prisión. Se había difundido un video en el que el joven aparece departiendo al lado del líder de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, La Tuta.

El hijo del ex gobernador dijo que había sido obligado a reunirse con el narcotraficante, y se negó a aportar datos sobre el lugar en donde había ocurrido su encuentro con La Tuta. Se negó a declarar lo que sabía sobre la operación de Los Templarios en Michoacán.

Un juez federal consideró que Vallejo Mora incurría en el delito de encubrimiento, que no es considerado grave. Al poco tiempo, este pagó una multa de 7 mil pesos y se fue a su casa.

Para entonces circulaba un nuevo video, en el que el hijo del hoy candidato de Encuentro Social y el Partido del Trabajo le aseguraba a La Tuta que tenía información del C4 y que a partir de dicho sistema había vigilado los pasos de una persona desde Michoacán hasta la colonia Roma.

En ese video ambos personajes conversaron sobre el secuestro de un primo del ex presidente Calderón.

Los encuentros con La Tuta habían sucedido a principios de 2013. Fausto Vallejo renunció en junio de 2014, por motivos de salud. Durante los 22 meses que gobernó el estado, Los Templarios lograron convertirse en señores de vidas y haciendas: un azote de Michoacán.

El ex mandatario alegó que existía “una campaña mediática nacional en su contra”. Sin embargo Los Templarios habían infiltrado a tal punto la administración que el secretario de Gobierno de Vallejo, José Jesús Reyna García, fue aprehendido y enviado a un penal de máxima seguridad por sus presuntos nexos con el grupo criminal.

Durante la investigación, los escoltas de la familia Vallejo fueron llamados a declarar. En especial, los que habían trabajado al lado de Rodrigo Vallejo Mora. Según las actas del proceso, el 5 de junio de 2015 uno de los escoltas declaró que el hijo del gobernador solía visitar en Tumbiscatío a un sujeto que él llamaba El Viejón. No era otro que Servando Gómez, La Tuta.

Entre agosto y noviembre de 2013, al testigo le tocó escoltar en dos ocasiones a Rodrigo Vallejo. Lo acompañaron hasta una bodega de Tumbiscatío. Según la declaración, Rodrigo advirtió a sus escoltas “que si veíamos gente armada no nos fuéramos a espantar”, “que no hiciéramos pedo”, “que no había problema, que sólo iba a hablar con su jefe”.

Los escoltas coincidieron en que afuera de la bodega “había mucha gente armada, entre treinta y cuarenta aproximadamente”. Como “esos pueblos son problemáticos”, los escoltas supusieron que aquellos sujetos eran Templarios: “las armas que portaban eran de grueso calibre… observé fusiles de asalto de los llamados cuernos de chivo, R-15, independientemente de las armas cortas”, declaró uno de ellos.

La segunda vez que fueron al pueblo, “ya sabíamos que la reunión de Rodrigo era con el líder de Los Caballeros Templarios”. En aquella ocasión, el hijo del ex gobernador permaneció tres horas con La Tuta.

“El trabajo de él para el grupo delictivo era proporcionar información de las actividades del gobierno, ya que se podía meter a cualquier oficina a visitar al funcionario que él quisiera o a cualquier lugar aprovechando el fuero que tenía de ser hijo del gobernador. Quién le iba a decir algo. Aprovechó su posición para apoyar a Los Caballeros Templarios”, se lee en una de las deposiciones: “Tenía todo el gobierno de su lado, y por otro formaba parte de Los Caballeros Templarios”.

La Tuta había revelado, mientras tanto, que tuvo encuentros con gente cercana a Vallejo y entregó apoyos durante las elecciones en que el priísta triunfó.

Este año, Vallejo se sintió “ninguneado por la gerencia nacional” y descubrió que el PRI se había “alejado de la ciudadanía”. Encontró cobijo con los flamantes socios de López Obrador, Encuentro Social y el PT, que solo tuvieron que seguir la línea marcada por el líder de Morena —la que Jesús Silva Herzog-Marquez señaló en un artículo que tantas chispas ha sacado—: la línea en que la complicidad se confunde con el oportunismo.

@hdemauleondemauleon@hotmail.com

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