Lo que debieron ser tres alineaciones simulacro para la Copa del Mundo, contra Gales, Escocia y Dinamarca, se vino abajo por las malditas lesiones. Hoy veremos a una Selección Nacional que en nada se parecerá a la del inicio del torneo mundialista y la gran prueba de Juan Carlos Osorio será que al momento del descarte de futbolistas, tener perfectamente negociado con el resto de los jugadores, ya que si uno de los que se van es Giovani dos Santos, puede darse una reacción en cadena que le afecte en el interior del grupo.

El mayor de los hermanos Dos Santos , no tiene argumento alguno para estar en el Mundial de Rusia , incluso, el propio Osorio lo explicó a su manera, el pasado viernes en la conferencia de prensa, a pregunta expresa de nuestro compañero Daniel Blumrosen : “Todos los mexicanos y yo también, siempre hemos esperado que Giovani marque diferencia en el trámite del juego y en el marcador, como contra Holanda en el Mundial [de Brasil 2014]”, el concepto que recordó tiene ya cuatro años, en los que no ha pasado nada con este futbolista.

Lo más preocupante de las palabras del técnico para el jugador del Galaxy de Los Ángeles fue: “Giovani es el crack que no pudo ser”. Frase contundente y lapidaria del entrenador mexicano, pero lo inentendible es que ha sido convocado a la Selección Nacional durante la gestión de Osorio, es decir, no confía en él, no le gusta, pero lo convoca... ¿por qué será? ¿Presiones de

patrocinadores, de la familia Dos Santos, que van en combo o no va ninguno o de quién? Por qué se siguen empeñando en llevar a un futbolista a la Selección, cuando ni el técnico establece que es una prioridad para él, ya que en esa misma rueda de prensa, aseguró que la posición de Giovani está sumamente competida.

Es la gran prueba de Giovani esta noche, es la última llamada, o destaca de una manera contundente y clara ante Gales u Osorio tendrá que tomar una seria decisión, mucho más profunda que cortar a Damm, Gutiérrez o cualquier otro que se consideraría un proceso normal y entendible para los jugadores. Aquí no, este caso es distinto, involucra sentimientos familiares, presiones y sobre todo, una negociación que tiene que ser quirúrgica para que todo salga bien y no haya cicatrices ni efectos colaterales.

Gales trae a Ramsey, quien nadie quiere que anote por aquello de la maldición, pero será un equipo comparsa para la antepenúltima prueba de cara al Mundial. Una despedida que inició ayer, en el campo del Rose Bowl, que abrió las puertas a los aficionados, eso sí, pagando una módica cantidad de 20 dólares por persona para ver cómo peloteaba el equipo y escuchar a un sensato y sincero Guillermo Ochoa agradeciendo a los seguidores en Estados Unidos , al fin y al cabo, esta es la verdadera casa de la Selección, donde gana dinero y llena los estadios juegue contra quien juegue.

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