Todo mundo sabía que Karime Macías, la esposa de Javier Duarte, era su operadora financiera para los desvíos, durante su gestión al frente del gobierno de Veracruz.

Cuando empezaron a cooperar con las autoridades federales, los integrantes del primer círculo de colaboradores de Duarte revelaron que si bien los grandes planes los definían con el ex mandatario estatal, el día a día de los dineros, el seguimiento de las inversiones, de las propiedades, de las cuentas, lo tenían que acordar en reuniones con Karime Macías Tubilla.

Pero cuando cayó Duarte y su mujer pudo irse cómodamente a Europa, un aire de sospecha recorrió la opinión pública: quizá las autoridades federales llegaron a un acuerdo para que a ella no la tocaran, quizá ella fue quien “puso” a Javier Duarte de Ochoa para que lo agarraran, a cambio de inmunidad.

Me dicen fuentes muy bien informadas en el gobierno federal que este velo de misterio está por ser desmontado: la Procuraduría General de la República está por enfocar sus baterías en contra de Karime Macías Tubilla.

Según me revelan, la carpeta de investigación ya tiene los suficientes elementos para imputarla. Los testimonios de los prestanombres de Duarte son piezas clave, pero también las operaciones de dinero que ha rastreado la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y lo que las propias áreas de la PGR han indagado.

Veremos en las próximas semanas cuál es el alcance de este asunto y cómo podría venir a sacudir un expediente que, a últimas fechas, ha cobrado una singular óptica: la huelga de hambre de Duarte dentro del Reclusorio Norte de la Ciudad de México.


SACIAMORBOS. El naciente Partido Encuentro Social (PES), que ha encontrado una jugosa veta en impulsar a personajes famosos para volverse sus candidatos, acaba de lanzarle una oferta al legendario futbolista mexicano Hugo Sánchez, según se supo en los pasillos del Instituto Nacional Electoral (INE).

El PES recién destapó a la también estrella del futbol, Cuauhtémoc Blanco, para ser su candidato al gobierno de Morelos, una postulación que tiene preocupado y ocupado al mandatario estatal, Graco Ramírez. El Cuau, que marca muy bien en las encuestas, ha usado como plataforma de campaña la amenaza de que va a meter a la cárcel a Graco y los suyos. El gobernador se ha esforzado notablemente en lograr una alianza PAN-PRD a nivel nacional, que pueda permear a nivel estatal, para que su candidato tenga mejores posibilidades en la contienda.

Con Cuauhtémoc Blanco en Morelos, el PES buscó a Hugo Sánchez, pero la respuesta que recibió del pentaPichichi fue bastante diferente: según circuló en el INE, Hugo no mordió el anzuelo. Les habría dicho que él no sabía si quería ser gobernante, que no sabía si quería poner todo su prestigio futbolístico al servicio de un partido político y que no sabía si, en dado caso, ese partido era el PES. Gol.

historiasreportero@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses