Anaya y las encuestas de Massive Caller

En los resultados que da a conocer hoy Massive Caller Ricardo Anaya se ubica por primera vez arriba del 30 por ciento de las preferencias electorales, siete puntos atrás de López Obrador . 30.24% para él; 12.48% para Meade; 37.77% para AMLO; 5.09% para Zavala; 1.95% para El Bronco y 12.45% de indecisos.

Massive Caller ha sido contratado por el PAN quien le ha pagado un millón de pesos para la realización de encuestas. Esto me lo confirmó José Carlos Campos , director de la empresa.

La casa encuestadora ha estado siguiendo la evolución de las preferencias presidenciales desde noviembre del 2017. Su metodología, me comenta su director, les permite entregar resultados mucho más rápido y a menor precio que las encuestadoras tradicionales. Esto es así porque su encuesta es exclusivamente telefónica, con robots haciendo las llamadas.

Por esto, tras el primer debate de Palacio de Minería, pudieron dar a conocer tendencias sobre quién lo había ganado 15 minutos después de haber terminado el encuentro entre los candidatos. Las encuestas tradicionales tardan aproximadamente 5 días para procesar esta información y a un precio más elevado.

En promedio, contratar una encuesta con Massive Caller cuesta entre 50 y 70 mil pesos, dependiendo si se trata del ámbito municipal, estatal o federal. Una encuestadora tradicional cobraría alrededor de medio millón de pesos por estudio, según el mismo Campos.

A partir del primer debate, la casa encuestadora anunció que daría a conocer encuestas diarias con las preferencias rumbo a las elecciones del 1º de julio. La de hoy acerca a Anaya a AMLO de tal forma que puede generar dudas sobre su confiabilidad.

El millón de pesos que el PAN le pagó a Massive Caller es por un paquete de encuestas. Campos argumenta que aun cuando el PAN es quien los ha contratado, sus resultados no se ven comprometidos. Para muestra, la encuesta publicada 15 minutos después del primer debate en donde a la pregunta de ¿quién cree que ganó el debate presidencial? resultó ganador AMLO para el 40.9% de quienes vieron el encuentro, con Anaya un punto detrás, en 39.7%. Meade obtuvo 9.2%; Zavala 7.3% y El Bronco 2.9%.

Campos sabe que los encuestadores tradicionales no simpatizan con su metodología, pero él se defiende diciendo que, de las últimas quince elecciones, ellos han acertado en 14. Fallaron solamente en la gubernatura de Coahuila, en donde tenían por ganador a Guillermo Anaya del PAN y, después de una larga disputa electoral, el tribunal electoral (TEPJF) le acabó otorgando el triunfo a Miguel Riquelme del PRI.

Entonces ¿podemos confiar en los resultados de las encuestas de Massive Caller como la que se da a conocer hoy en donde Anaya está a solo siete puntos de AMLO? Me parece que el universo de las encuestas en México se encuentra sumamente cuestionado. Por ello Roy Campos, de Consulta Mitofsky, no se cansa de decir que no le creamos a su encuesta sino al conjunto de encuestas que hay publicadas en estos momentos.

El problema con este universo es que, más allá del fenómeno mundial de las no respuestas o de los que mienten a los encuestadores, en México siguen varias casas encuestadoras no siendo siempre claras respecto de para quien trabajan. Esto no abona en su credibilidad. Como las instituciones electorales, las encuestadoras se encuentran en una fuerte crisis de legitimidad y credibilidad que estará a prueba de nueva cuenta con las elecciones del 1º de julio.

Indispensable que se muestren a la altura ya que son la única herramienta que pueden darnos una idea de como avanzan las campañas y las preferencias electorales.

APOSTILLA: caos vial ayer en la Autopista del Sol a la altura de Chilpancingo por marchas de la CETEG. La fila de autos parados que venían, en su mayoría de regreso del mega puente, era de más de 8kms al momento de escribir este artículo. La Policía Federal y de Caminos y Puentes estaban ahí, pero no para poner orden o garantizar la circulación. Ni siquiera para advertir a quienes avanzaban rumbo al caos vial que se dieran media vuelta. No. Estaban ahí solo mirando.