Mañana se termina el plazo colocado en la mesa por el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, para notificar la conclusión del documento final.

La prisa obedece a la terminación del plazo otorgado por el Congreso para mantener vigente el mecanismo que coloca la aprobación de lo negociado bajo el todo o nada, es decir, sin opción de enmienda alguna.

Sin la alternativa, el paso del documento se metería en un farragoso pantano que obligaría a mantener abierta la negociación para discutir las modificaciones en un escenario de intereses cruzados.

Rechazada por la Casa Blanca la contrapropuesta de México frente al tema álgido de la regla de origen automotriz en la que se ubicaba el contenido regional en 70% y se soslayaba la exigencia de un salario mínimo de 16 dólares la hora para los trabajadores que fabrican motores, suspensiones y transmisiones, el callejón se estrechó al mínimo.

Sin embargo, no es el único tema complejo a la mesa. Ahí está, por más que ya no se hable de ella, la cláusula de Terminación, conocida como Sunset, que obligaría a las partes a sentarse en la mesa cada cinco años para renegociar el esquema, lo que atenta contra la certeza en materia de inversiones.

Desde otro ángulo, para el país resulta inadmisible la “estacionalidad” que plantea Estados Unidos en materia de productos del campo, es decir, suspender las exportaciones cuando se efectúe la cosecha en el país vecino, lo que no sólo atenta contra el espíritu del libre comercio, sino contra el negocio de nuestros productores de frutas.

El jaque apunta a una canasta de productos perecederos de 12 mil millones de dólares, incluyéndose aguacates, tomates, plátanos, sandía, melón, papaya, berries y cítricos.

Tampoco está cerrada la discusión frente a la exigencia del país de las barras y las estrellas de cancelar el capítulo de solución de controversias para dirimir los diferendos en los tribunales.

El asunto engloba los capítulos 11, 19 y 20.

Con el acelere que se dio a la negociación por la vía ministerial en Washington se logró cerrar 18 de 30 capítulos.

Aunque algunos analistas confían en que de no cerrarse la negociación se mantendrá vigente la que se cerró en 1993, la imprevisibilidad del presidente Donald Trump vuelve incierta la alternativa.

De hecho, éste provocó la renegociación al considerar que las reglas con injustas para su país.

De decretarse la ruptura habría sólo una tregua poco mayor de un año para desahogar los procesos legislativos correspondientes.

Finalizada ésta, el intercambio se regiría bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio.

Se estrechó el callejón: Ahora o nunca.

Balance general.

Acelerada la negociación para modernizar el Tratado de Libre Comercio México–Unión Europea ante la gira realizada por el presidente Enrique Peña Nieto, pese a la impresión generalizada, ésta no logró cerrarse.

De hecho, existen aún capítulos álgidos en la mesa, por más que el país logró que se mantuviera el nombre de los quesos de fórmula europea más socorridos en el país como el manchego, el parmesano, pese a la denominación de origen.

El paréntesis ha arreciado las protestas de quienes consideran que el gobierno sacrificó a algunos sectores en afán de favorecer las exportaciones de frutas.

Los productores de ganado porcino, por ejemplo, hablan de una competencia imposible, dada la raquítica planta productora del país. En el mismo caso están los productores de leche y derivados.

Enredos.

El punto fino de la disputa millonaria por recursos colocados por el Grupo México en un fideicomiso del desaparecido Banco Inverlat, hoy Scotiabank, es que éstos debían ser prorrateados totalmente entre los trabajadores que aceptaron un nuevo contrato colectivo a la privatización de la Minera de Cananea.

El sindicato encabezado por Napoleón Gómez Urrutia alega que entregó 23 millones de dólares a los trabajadores con derecho, quedando sólo un puñado que se negó a recibir el dinero o no lo cobró.

El caso es que las cláusulas del fideicomiso, decíamos, obligaban a extinguir el recurso, es decir, si sólo había 5 mil 202 trabajadores susceptibles, debió incrementarse el prorrateo.

Dicho con todas las letras, el sindicato no tenía derecho a adjudicarse el remanente.

Lo curioso del caso es que en las cuentas, aunque se habla de pagos de administración del fideicomiso y embargo de 14 millones de dólares, se acepta que el resto lo ocupó el sindicato ante la situación provocada por los reclamos penales.

Ya nos lo gastamos, dice.

De reincidir, el sindicato en la búsqueda de un amparo “para efectos”, éste deberá desahogarlo un tribunal colegiado.

Rezago tecnológico.

El mes próximo, en Guadalajara, se llevará a efecto la Digital Economy Show, a cuyo marco se darán a conocer las opciones que ofrece la firma de ese nombre para integrar a las pequeñas y medianas empresas al desarrollo tecnológico.

Se calcula que 40% de ellas mantienen rezago.

De acuerdo con el Inegi, 78% de la Pymes sobreviven sólo dos años.

Se espera la participación en tres
mil empresarios.

Dos décadas.

Escindidos un puñado de empresarios de la Canacintra en medio de una tenaz lucha por la libertad de asociación que cerraba la obligatoriedad de pertenencia, crearon hace 20 años la Asociación Nacional de Industriales de Transformación, que ha logrado subsistir como representativa de micro y pequeñas empresas.

El organismo, en la fase previa, expulsó a cinco disidentes, Carlos Díez de Sollano, José Ignacio Muñoz Peredo, Aurelio Tamés García, Roberto Romo Santillán y Pedro Pin García.

Con presencia permanente en los medios la ANIT ha tenido como presidentes a Roberto Romo Santillán, José Ignacio Muñoz Pereda, Rubén Barrios Graff. Adolfo Valles Septién, Raymundo Arias, Espriú, Pedro Salcedo García, Adán Rivero García, Guillermo Cortés Populo, Ismael Martínez Villa, Francisco Hernández, José Sada Dupeyron y otra vez Rubén Barrios Graff.

Triple salto.

Con sólo dos años de operación, la empresa UPAX alcanzó ya el quinto lugar del mercado de acuerdo con el Estudio Anual de Investigación de Mercado y Opinión Pública 2017–18 que realiza la AMAI.

La firma encabezaba por Cecilia Fallabrino logró un crecimiento de más de 100% en su facturación, pasaron de 200 a 430 millones de pesos.

Entre sus clientes entran Banco Azteca, Elektra, Volaris y Pronósticos Deportivos.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses