En una de las esquinas está el Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche. En otra, el gremio de Productores Lecheros de la República Mexicana, colocándose como pauta en disputa el crecimiento de la producción interior.

En los últimos siete años el país logró un salto de 9.8%, pasando de 10 mil millones 600 mil litros anuales a 11 mil millones 667 mil, aunque los productores calculan ya 12 mil. Sin embargo, la demanda del país alcanza 14 mil millones, es decir, faltarían 2 mil para empatar el abasto.

Aunque el país ha llenado el hueco con importaciones de la Unión Europea, 88% procede de Estados Unidos y Canadá.

Y aunque México se ha convertido en el noveno productor del planeta, Estados Unidos se ubica en el segundo escalón detrás de la Unión Europea.

La mayor parte de las compras del exterior, especialmente leche en polvo, las realiza el gobierno vía Leche Industrializada Conasupo, lo que ha provocado fuertes presiones de los productores nacionales a los que se les asignan cuotas.

Ubicada la leche y derivados como producto sensible, durante la negociación del Tratado de Libre Comercio en 1992-93 se le dio un tratamiento especial. El acuerdo hablaba de una desgravación arancelaria de 15 años, con una cuota, es decir, acceso libre, de 40 mil toneladas, que crecería 3% anualmente.

El arancel para el resto de importaciones se fijó en 139% sobre el precio ad valorem del producto, fijándose una ruta de reducción de 24% en los primeros seis años y de 76% en los nueve siguientes.

La puerta se abrió de par en par en 2008. Hasta entonces la importación procedente de Estados Unidos era de 44 mil 200 toneladas, que saltaría al año siguiente a 65 mil 569, para llegar en 2011 a 201 mil 821.

Hasta el año pasado el país importaba el doble de leche de Estados Unidos con relación a Canadá, con una facturación de mil 200 millones de dólares.

En el caso de los productos derivados, yogur, mantequilla, queso fresco, requesón… la desgravación se planteó para 10 años, con aranceles o impuestos de importación de entre 10% y 20%, con excepción del queso fresco, cuyo nivel era de 40%.

La provisión es que, con una penetración creciente del país de las barras y las estrellas en el mercado mexicano, EU busque la eliminación de las barreras fitosanitarias o el sesgar las denominaciones de origen de los quesos europeos para ganarle el mercado.

El potencial del país lo constituye un hato de 300 mil cabezas de ganado con 254 mil unidades de producción que generaban hasta hace dos años 4 millones de empleos directos e indirectos.

La mayor producción, 16% del total, la tiene Jalisco, seguido de Coahuila con 11 y Chihuahua con ocho.

Al fragor de las bravatas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en relación con el futuro del TLCAN, México incrementó en 122% sus importaciones de leche en polvo desnatada provenientes de la Unión Europea, lo que provocó una movilización de los productores locales para evitar la pérdida de su mejor cliente.

La batalla por la leche.

Balance general. Una pregunta recorría México el miércoles pasado tras el anuncio del Instituto Federal de Telecomunicaciones del resultado de las subastas por frecuencias televisivas: ¿quién es el dueño de Telsusa?

La respuesta la dio ayer EL UNIVERSAL: El Fantasma. Se trata de un empresario que en el apodo lleva la fama. Está y no está, por más que en Guatemala su nombre se ligó a delitos electorales, además de otros escándalos.

Remigio Ángel González, dueño de un imperio televisivo en el sureste del país y Centroamérica, ganó 10 canales de televisión abierta con una oferta conjunta de 263 millones de pesos.

El caso remite a la licitación de frecuencias radiofónicas en que la firma Tecnoradio arrasó con 38 de ellas, con la novedad de que los dueños no eran tales.

Digamos que el Ifetel vuelve a tropezar con la misma piedra. No hay investigación previa de postores pese a que las concesiones representan, más que un bien nacional, un mecanismo de interés social.

Otra de aduanas. Colocada a la cabeza en el número de denuncias por diversas fallas administrativas planteadas por el Servicio de Administración Tributaria, 188 de un total de 486, la Administración General de Aduanas navega con una pata coja en materia de vigilancia electrónicas.

Hete aquí que, anunciado a bombo y platillo un Proyecto de Investigación Tecnológica Aduanera, se convocó a una licitación para el servicio de monitoreo.

Ésta la ganó, en medio de inconsistencias y falta de transparencia, la firma KIO Network de María Asunción Aramburuzabala.

El caso es que el sistema no ha logrado el efecto debido, es decir, colocar en la ruta de supervisores los movimientos que se realizan a la entrada y salida de vehículos para advertir la posibilidad de sobornos que ahora se les llaman propinas.

El esquema funcionaba desde la época de Francisco Gil Díaz como secretario de Hacienda, quien en paralelo había instalado un sistema de rayos gamma para poder detectar contrabando en los contenedores aun sin abrirlos. El equipo se instaló a la salida de los recintos, en afán de empatar la carga con la documentación otorgada.

Arranca TLCAN. Aunque sin la presión de los aspavientos del presidente Donald Trump que apuntaban a destruir el espíritu del libre comercio con aranceles punitivos para empresas armadoras de vehículos estadounidenses instaladas en México que exportaran a su país, además de acciones coercitivas para cobrar “a lo chino” la factura del muro fronterizo, la renegociación del TLCAN girará sobre la obsesión del huésped de la Casa Blanca de estrechar el déficit en la balanza comercial con México.

En la ruta se apunta desde el desmantelamiento de barreras fitosanitarias impuestas por el país, hasta la eliminación del mecanismo para resolución de controversias, lo que necesariamente alargará los procesos por prácticas desleales.

A diferencia de la negociación original, esta vez no habrá concesiones para México con base a la asimetría de las economías.

Otro ecocidio. La decisión del gobierno capitalino encabezado por Miguel Mancera de trasladar una estación de transferencia de basura que se ubica en avenida San Antonio y Cinco de Mayo 62, colonia Merced Gómez, ha unificado a 20 colonias de la zona, cuyas protestas han sido cercadas por granaderos.

La obra coloca en grave peligro el equilibrio ecológico en la barranca de Tarango catalogada como área de valor ambiental.

El malestar creció al incumplir la secretaria general del gobierno de la Ciudad, Patricia Mercado, la promesa de que no se realizaría la obra.

Los terrenos de San Antonio se pretenden utilizar para otro desarrollo habitacional, aparentemente en beneficio de políticos.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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