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La Unión Nacional de Cañeros presentó una demanda contra la Secretaría de Economía y la Comisión Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar, colocándose como terceros interesados a los industriales del ramo.
La flecha apunta a un error de cálculo con relación al porcentaje a los productores de caña respecto al precio a que se vende el azúcar; al no tomarse en cuenta la cruda o calidad refina que bajo el nuevo marco constituye 70% de nuestras exportaciones a la nación del norte.
De acuerdo con el organismo integrado a la Confederación Nacional de Propietarios Rurales, el país habría fijado precios tope para los envíos.
El reclamo, sin embargo, podría ser considerado improcedente, dado que en el artículo 58 de la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar no se hace referencia al azúcar refina, sino a la estándar, es decir, la refinada.
El mandato señala que el pago a los cañeros se sustenta en el 57% del precio de referencia del producto.
La razón es simple: 70% de la producción nacional del dulce es estándar, en un marco en que de los 56 ingenios existentes sólo 16 producen azúcar del tipo que reclama el país de las barras y las estrellas.
El pago, pues, tiene tabla rasa, pese a que la azúcar refina conlleva a costos adicionales de refinación.
La fórmula se consensuó en junio de 2008 por todos los actores del proceso, aplicándose hasta 2014 sin reclamo de las partes.
Ésta se modificó a partir del pago inicial que por ley se entrega en octubre cuando no se había llegado a ningún acuerdo con Estados Unidos y desde luego no había ningún amago de sanción a México por supuesto apoyo de subsidios a las exportaciones.
En el nuevo escenario se incluye el llamado efecto Karbe, es decir, el kilogramo de azúcar recuperado sin estándar.
La primera demanda de la Unión de Cañeros se presentó en 2015, alegando que el gobierno había firmado con el país del norte, en el marco de la fijación de cupos y calidades, un precio mínimo para el dulce.
El caso es que la Secretaría de Economía niega la existencia de tal. Existen documentos firmados tanto por el Jurídico de Economía como de Relaciones Exteriores que rechazan la versión.
De hecho, la posibilidad hubiera obligado a los industriales azucareros a solicitar un amparo.
El acuerdo original con Estados Unidos en materia de cupos o cuotas, es decir, un monto susceptible de entrar al país del norte sin arancel, hablaba de 53% de azúcar refinada.
Con los llamados Acuerdos Suspensivos el porcentaje disminuye a 30%, lo que implica que 70% reclama un proceso de refinación por parte de empresas del país de allende de Bravo, quienes venderían el azúcar refinada con su propia etiqueta. Así, los precios se pactan de ingenio a ingenio.
El reclamo de los cañeros se calcula en 150 millones de dólares… que al parecer se quedarán en el cajón de las ilusiones.
Balance general. De acuerdo con la plataforma denominada Chedrauileaks, la Fibra Danhos habría adquirido terrenos para uso comercial en la ciudad de Puebla, con valor de 450 millones de dólares, en forma poco transparente.
Según ello, integrado Antonio Chedraui Obeso como miembro independiente del Comité Técnico de la Fibra dedicada a construir, rentar, operar y administrar propiedades, se aprobó la transacción señalándose que la compra se haría a “un tercero no relacionado”.
El caso es que el vendedor era Jesús Chedraui Budib, primo de Chedraui Obeso.
Dada su condición de entidad pública al cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores, Fibra Danhos divulgó la operación señalándose que se había firmado con un tercero no relacionado para adquirir predios adyacentes a un predio fuera de la Ciudad de México.
El Comité Técnico autorizó una emisión de Certificados Bursátiles para financiar la adquisición. El trato se formalizó el 3 de septiembre de 2015.
La plataforma se integró en el marco de un pleito laboral entre los propietarios en la cadena Chedraui y empleados de su cadena de tiendas en el sur de Estados Unidos.
Leña al fuego. En lo que parecería una provocación frente al enojo social, hete aquí que se pretende nombrar como director de la Administración Portuaria Integral de Coatzacoalcos, Veracruz, a un personaje ligado a los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.
Estamos hablando de Marcos Theurel Cotero, quien fuera funcionario de la Secretaría local de Comunicaciones en el gobierno de Herrera y luego presidente municipal de Coatzacoalcos.
En su periodo de 2012 al 14 endeudó al municipio con 500 millones de pesos, lo que obligó a las siguientes administraciones a hacer maromas para cubrir los gastos.
De hecho, su sucesor debió pagar —por orden de un juez— 2 millones 806 mil pesos tras un juicio entablado por el propietario de un taller mecánico por lo que calificó de clausura ilegal.
El expediente habla de que tras un altercado de éste con el edil se ordenó el cierre del negocio.
En paralelo, se habla de la entrega de contratos públicos a familiares y amigos.
La prensa local identifica a Theurel Cotero como violento. De hecho, varios regidores lo acusaron de intentar golpearlos.
El presupuesto de la API de Coatzacoalcos es de 300 millones de pesos anuales.
¿Más leña al fuego?
¿Equidad? A contrapelo del señalamiento presidencial de que hay una nueva realidad para las mujeres, la discriminación laboral sigue intacta. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, el ingreso promedio por horas trabajadas del lado femenino fue de 35.30, en tanto del lado masculino llegó a 35.68.
Mientras la tasa de desocupación de la mujer alcanzó el año pasado 3.58% de la población en edad de trabajar, por encima de la media de 3.55, la de los hombres alcanzó 3.22%.
Pasarela. La expectación estará fija hoy en Acapulco, en la pasarela de los candidatos a la Presidencia de la República ante el gremio de los banqueros.
De acuerdo con la agenda prevista, el primero en plantear su proyecto de nación será José Antonio Meade; le seguirá Ricardo Anaya y cerrará Andrés Manuel López Obrador.
Ayer, el turno fue para los independientes, es decir, Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón y Armando Ríos Piter, cuyas presentaciones pasaron sin pena ni gloria.
