Con su infaltable broche de araña sobre una solapa, sombrero y lazo azul brillante alrededor del cuello, Cédric Villani entra en el auditorio dispuesto a tomar el micrófono, mientras una multitud de jóvenes que circunda las dos décadas de vida, lo aclama. No, no es una estrella de rock: es un matemático; su escenario es en realidad el auditorio Alberto Barajas Celis de la Facultad de Ciencias de la UNAM, uno de los lugares donde se presentó en su más reciente visita a nuestro país.

Desde 2009, Villani es director del Institut Henri Poincaré, uno de los más prestigiados centros de de investigación matemática ubicado en Sainte-Geneviève, París. El trabajo de Cédric Villani le ha valido múltiples reconocimientos, entre los cuales destaca la Medalla Fields, considerada una especie de Nobel para menores de 40 años. La presea le fue otorgada en el Congreso Internacional de Matemáticos 2010 en Hyderabad, India. Desde entonces, ha sido portavoz y representante de la comunidad matemática francesa; es diputado y funge como Presidente del Grupo Parlamentario de Evaluación de Ciencia y tecnología (OPECST).

De la misma forma en que muestra interés en las teorías cinética (ecuaciones de Boltzmann y Vlasov) y del transporte óptimo, se esmera para que el conocimiento matemático también camine con pasos más ligeros adentro de las páginas de un cómic, como en el caso de Los soñadores lunares (2015), una de sus tantas publicaciones. Otra más: El nacimiento de un teorema. Una aventura matemática (2016). Las matemáticas son seductoras y su presencia en el foro no deja duda. Los estudiantes universitarios lo escuchan como un grupo de serpientes rendido ante los secretos de un encantador, pero estos secretos tienen que ver con una realidad de algoritmos que crece a cada instante.

Los cambios radicales del Siglo XXI

Desde que las ciencias de la computación hicieron su aparición en el mundo hace más de medio siglo, los matemáticos se han convertido en pieza central de un mundo que se descifra a través de los números. Actualmente la explosión de datos ha provocado que este tipo de científicos sean de gran utilidad en prácticamente todas las áreas. Villani explica pausadamente que actualmente hay un incremento impresionante en el número de publicaciones científicas en donde los matemáticos forman parte. No es para menos: estas ciencias generan una fotografía global que ellos traducen en todas sus conexiones.

Muchos ojos brillan en la obscuridad. El matemático muestra gráficas de cómo se han incrementado los sueldos de estos especialistas que antes se desempeñaban principalmente en la vida académica, pero ahora están presentes en todo tipo de sectores. De hecho, hoy la pregunta sería en qué área no son requeridos. Las búsquedas en Google son posibles gracias a los algoritmos, lo que serían las listas de instrucciones para resolver un cálculo o un problema determinado. Los algoritmos pueden ayudar a mantener la temperatura en una incubadora, descubrir nuevas especies, encontrar la pareja ideal y hasta escribir un poema.

Las matemáticas forman parte de la investigación en prácticamente todas las disciplinas y sus modelos son más necesarios que nunca. La modelización es un gran mundo y sólo es otra parte de las aportaciones. En este mundo lleno de variables y parámetros se estudian comportamientos de situaciones difíciles de observar en la realidad. El matemático analiza qué modelo puede funcionar, lo valida y analiza si es consistente con los datos observados.

La tarea continúa. Realizan simulaciones y plantean hipótesis para entender y atacar el problema o reto que puede ser, por ejemplo, la simulación molecular del cromosoma de una bacteria para que los biólogos puedan entender cómo funciona y cómo se regulan los procesos de transcripción y traducción celulares.

El análisis de Big Data le permite a compañías como Netflix, HBO, Amazon y otras, saber las preferencias, gustos y opiniones de los consumidores e imaginar el destino de una serie aún cuando todavía es el esbozo de una idea. Empresas como Zara contratan matemáticos para identificar los patrones de compra de los clientes, orientar sus campañas de marketing e incluso decidir dónde ubicarán sus tiendas.

Es así que se considera a los matemáticos como los profesionistas más atrayentes del siglo XXI, pues el volumen de datos que genera la “Era de la Información” precisa de especialistas capaces de exprimir al máximo esa información y obtener ganancias. Villani concluye la conferencia y la multitud se le va encima; los estudiantes quieren una foto con su ídolo, con el dandy futurista que les habla del apetitoso mañana del que pueden formar parte en sus lados más luminosos u obscuros, pues no es lo mismo analizar datos para entender cómo se propaga una enfermedad que para influir en un voto.

Los retos de la revolución de datos

Su poder es tan importante que incluso los gobiernos de varios países se han dado cuenta de la necesidad de reclutar a estos científicos en sus filas, como el caso del mismo Villani, quien involucrado en política y ciencia en su país ayuda a impulsar la inteligencia artificial en cuatro áreas: transporte, medio ambiente, seguridad y defensa. Francia quiere convertirse en uno de los líderes en inteligencia artificial del mundo. Indudablemente hay capital humano: París es una de las ciudades del mundo donde habitan más matemáticos.

Ya sin los selfies de la Facultad de Ciencias, Villani se toma un respiro y platica de este proyecto: “En función del área hay diferencias significativas. Francia decidió que habría que hacer esfuerzos urgentes en inteligencia artificial en estos cuatro campos. Hay posibilidad de potencializar todas estas áreas, sólo que en algunas aún no se está en la etapa del desarrollo industrial”, asegura y agrega que en el sector de finanzas hay bastante desarrollo y no se requiere apoyo del Estado.

“En la educación también hay una urgencia por tener avances, pero finalmente en la capacidad de experimentación están los retos”.

El lado obscuro se hace presente y la pregunta es obligada. En esta labor que involucra el análisis de millones de datos en diversos ámbitos, cómo evitar más casos del tipo Cambridge Analytic, la empresa acusada de utilizar la información personal de aproximadamente 50 millones de usuarios de Facebook para manipular las decisiones de los votantes. “Primeramente se necesita saber el contexto para prevenir los riesgos, por ejemplo en la Unión Europea hay reglas muy duras, justamente para proteger los datos, pero las reglas no son suficientes, nosotros también recomendamos comités éticos. Otros países también lo están haciendo y a nivel internacional se va a tener que hacer algo”.

Cédrid Villani explica que también es muy importante contemplar el trabajo de expertos porque si tienes leyes pero en realidad no tienes suficientes expertos para detectar los malos comportamientos en el uso de datos, entonces difícilmente puedes hacer algo, no funciona. Para prevenir los riesgos es muy importante que se desarrollen todas estas áreas.

“Podemos utilizar las matemáticas en muchos campos, pero esto también va a depender de las prioridaes de las sociedades”. Se le pregunta cuáles son las oportunidades que brindarían las matemáticas para el desarrollo de un país que está a punto de entrar en un nuevo sexenio. “Depende lo que realmente quieran desarrollar”, señala sin titubeos. “Por ejemplo, si ustedes consideran que la inequidad social es un problema muy grande, entonces las matemáticas pueden servir para encontrar mejores modelos para la distribución de los recursos; los modelos económicos serían una herramienta clave, pero la primera cuestión, lo más importante, es sobre qué objetivo se quieren verdaderamente orientar los esfuerzos”.

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