El uso masivo de tarjetas para pagos por proximidad, las famosas contactless, está cada vez más cerca de los mexicanos.
En octubre próximo, los principales bancos de la nación comenzarán un proceso de migración a tarjetas con tecnología “sin contacto”, la cual permite realizar pagos sin deslizar el plástico en ningún dispositivo o entregarlo al encargado del comercio y solamente se requiere acercarlas a las terminales punto de venta.
La operación es muy similar, por ejemplo, a la forma en que se realiza el cobro en el Metro o en el Metrobús en la Ciudad de México.
“A partir de octubre empieza a haber una presencia, si bien hay unos productos contactless por parte de la banca, pero vamos a ver una migración importante y un empuje por parte de Visa y Mastercard para reemplazar los plásticos que son de contacto con tarjetas llamadas de interfase dual, que van a tener un chip de contacto y uno de proximidad”, dijo Óscar Márquez Mees, director de G+D México, el principal fabricante de tarjetas bancarias en el país.
La firma, que además elabora las SIM de Telcel, AT&T así como la credencial del Instituto Nacional Electoral (INE), dijo que empezó el proceso de fabricación de tarjetas contactless para el mercado mexicano, con lo que cada banco definirá la estrategia de llegar al mercado con el producto.
“Estamos a dos o tres meses de hacer una migración importante. Los bancos han ido preparando el camino y eso también da paso al pago a través del celular. Les ha llevado mucho tiempo porque lo que se necesita no son los plásticos, sino las terminales de los comercios que sean capaces de leerlas”, dijo en entrevista.
Directivos de tres bancos importantes en el mercado mexicano confirmaron a EL UNIVERSAL el proceso de migración de sus plásticos a tecnología sin contacto y destacaron que se realizará de forma gradual en las tarjetas nuevas que se entreguen a sus clientes, con lo que un plástico que venza dentro de dos o tres años, será hasta entonces cuando se cambie por tecnología sin contacto.
En opinión de Márquez, las tarjetas contactless mostrarán que los plásticos bancarios aún están vigentes, pese a las nuevas tendencias de pagos con teléfono y otros dispositivos, con lo que les augura al menos una década de vida en el mercado.
“Todavía tenemos unos buenos 10 años, en los que los plásticos tendrán una presencia importante en nuestras vidas. En México fabricamos al año 120 millones de tarjetas. Bancarias alrededor de 50 millones”, explicó.
Bancos y Metro
Sobre el tema, el director general de MasterCard Latinoamérica, Antonio Junco, dijo que la apuesta de la firma global de pagos es que el mercado mexicano entre a un proceso de mayor adopción de los pagos sin contacto después de años de atraso en comparación con otros países.
“Hay muchos bancos muy interesados y que están empezando a emitir tarjetas contactless. Diría que de aquí a unos meses vamos a ver un entorno muy distinto. No es una adopción que va a llevar cinco años. Se tardará unos pocos meses”, dijo.
El directivo también adelantó que la tecnología que se usa en los torniquetes del Metro es adaptable a las tarjetas bancarias, con lo que varias firmas financieras han mostrado interés en emitir plásticos de débito para pagar directamente el Metro y reducir el uso del efectivo. “En una tarjeta de nómina los bancos pueden solicitar que esa tecnología se pueda integrar. Con lo que un trabajador, además de sacar efectivo, la puede usar para transporte. Eso es algo que se puede hacer desde el mes pasado”, añadió Junco.
Los riesgos
Las medidas de seguridad que se aplicarían para este tipo de pago dependerán de cada institución bancaria. En algunos casos se pedirá algún NIP al momento de realizar la compra y es factible que algunos bancos la combinen con controles biométricos, como la lectura de la huella digital.
De acuerdo con el presidente de la Condusef, Mario Di Costanzo, se prevé que en la mayoría de los casos el cliente tenga que proporcionar alguna clave de identificación para reforzar la seguridad.
“Las tarjetas contactless son mucho más seguros que lo que hay hoy del nip y chip. Es un avance en la dirección correcta y dará paso a que la Condusef emita consejos enfocados a la precaución que debes de tener con ese tipo de tecnología”, dijo. Si bien se trata de una tecnología ya madura en otros países, para Di Costanzo los bancos también deben de reforzar el ataque a fraudes mediante técnicas de phishing y acelerar la adopción de controles biométricos, que en algunos casos se verán hasta 2020. “Hubiera sido mejor avanzar en cuanto al tema de controles biométricos. Era un mejor remedio”, indicó.