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El Galaxy Note FE (por Fan Edition) incluye componentes reparados o no utilizados del antiguo Note 7, tal como había adelantado la firma en marzo último. Usa el mismo hardware: pantalla Super Amoled de 5,7 pulgadas, 4 GB de RAM, un chip Exynos 8890 y una cámara de 12 megapixeles con apertura f/1.7, además del clásico lápiz para escribir en pantalla.
El único cambio está en la batería, que pasa de 3500 a 3200 mAh, un punto clave: Samsung se vio obligada a retirar del mercado mundial el pasado otoño (boreal) todos los teléfonos de esa marca debido a los incendios ocasionados por problemas de manufactura en las baterías.
El Note FE costará unos 535 euros, un 30% menos que el modelo original.
Según Samsung, el nuevo modelo sale a la venta "para contener las repercusiones de los Galaxy Note 7 en el medio ambiente", después de que los ecologistas criticaran el plan original de la firma de destruir completamente los millones de smartphones recopilados.
La edición del Note FE se limitará a 400 mil smartphones y de momento sólo se venderán en Corea del Sur. La firma esperará antes de ampliar la venta a otros países.
A fines de marzo, en un escueto comunicado, la compañía anunció que todavía restaba ver en qué países haría el lanzamiento, en función de lo que determinaran las leyes respectivas sobre equipos reacondicionados; lo más probable era que usara una batería de menor capacidad, que no corriera el riesgo de recalentarse (e incendiarse) por la presión contra los bordes interiores del teléfono.
También explicó que reciclaría los smartphones que no pudieran venderse, para recuperar parte de sus componentes (módulos de cámaras, procesadores) y también para reciclar minerales y demás.
El único cambio está en la batería, que pasa de 3500 a 3200 mAh, un punto clave: Samsung se vio obligada a retirar del mercado mundial el pasado otoño (boreal) todos los teléfonos de esa marca debido a los incendios ocasionados por problemas de manufactura en las baterías.
El Note FE costará unos 535 euros, un 30% menos que el modelo original.
Según Samsung, el nuevo modelo sale a la venta "para contener las repercusiones de los Galaxy Note 7 en el medio ambiente", después de que los ecologistas criticaran el plan original de la firma de destruir completamente los millones de smartphones recopilados.
La edición del Note FE se limitará a 400 mil smartphones y de momento sólo se venderán en Corea del Sur. La firma esperará antes de ampliar la venta a otros países.
A fines de marzo, en un escueto comunicado, la compañía anunció que todavía restaba ver en qué países haría el lanzamiento, en función de lo que determinaran las leyes respectivas sobre equipos reacondicionados; lo más probable era que usara una batería de menor capacidad, que no corriera el riesgo de recalentarse (e incendiarse) por la presión contra los bordes interiores del teléfono.
También explicó que reciclaría los smartphones que no pudieran venderse, para recuperar parte de sus componentes (módulos de cámaras, procesadores) y también para reciclar minerales y demás.
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