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Las empresas de proveeduría de servicios de telecomunicaciones deben considerar las necesidades actuales de los jóvenes, con el objetivo de crear una mayor afinidad y lealtad en el futuro.
De acuerdo con la jefa de Producto y Soluciones de Mercadotecnia de Amdocs, Daniela Perlmutter, la generación Z, es decir, las personas que nacieron entre 1998 y 2010, aproximadamente, son quienes marcarán la pauta de estos servicios en un futuro.
Con motivo del Americas Summit que realiza Amdocs en Orlando, Florida, señaló que a nivel global 30 por ciento de los jóvenes entre 15 y 18 ha tenido una mala experiencia con los servicios de su compañía de telefonía.
Además, la mayoría cree que los proveedores de servicios de telecomunicaciones no comprenden su estilo de vida, lo cual tiene un gran impacto para las empresas, pues al menos 46 por ciento no volvería a usar los servicios de esas empresas.
De igual forma, 33 por ciento comentó que influiría dentro de su núcleo de amigos y conocidos para que tampoco utilicen los servicio de dichas compañías, además de que utilizarían las redes sociales para difundir o ampliar sus quejas.
De los jóvenes que pertenecen a esta generación, explicó Daniela Perlmutter, 90 por ciento todavía vive con sus padres y 87 por ciento utiliza un teléfono inteligente con un plan de Internet, en su gran mayoría que pagan sus padres.
En cuanto a los usos de sus dispositivos, 80 por ciento lo ocupa para Facebook, 78 por ciento para ver videos en YouTube, 64 por ciento para realizar búsquedas de contenido en Google y 45 por ciento para mandar mensajes por WhatsApp.
En tanto que para casi la mitad de los jóvenes es común revisar sus redes sociales justo después de despertar, y para 27 por ciento no existe información oculta, pues todo lo que necesitan lo pueden encontrar fácilmente en Internet.
La especialista en soluciones de mercadotecnia añade que ante ello, las compañías deben enfocarse en generar una mayor interacción, implementar nuevos modelos de servicio, además de realizar mejoras basadas en sus estilo de vida y no en los precios del servicio.
