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México se encuentra en una etapa de crecimiento en cuanto al desarrollo de prótesis biónicas con sistemas inteligentes. Sobre todo son los ingenieros de las principales universidades del país quienes realizan investigación y generan patentes en la materia.
Uno de los expertos que ha impulsado la innovación y comercialización del sector es el ingeniero politécnico Luis Armando Bravo Castillo, quien diseñó un sistema de prótesis biónica de miembro superior (brazo, codo, antebrazo y mano), hecha con materiales accesibles a nivel local como aluminio, nylon y la fibra de carbono.
Este desarrollo funciona mediante un control mioeléctrico, el cual consiste en que el paciente ejecute un determinado patrón de contracción muscular para que los electrodos superpuestos a su piel capturen dicha señal eléctrica y la interpreten de una manera específica para originar el movimiento deseado en la prótesis. Una patente le fue concedida por incorporar un software de monitoreo de la prótesis, vía bluetooth.
Con relación a sus logros en el área y principales competidores, Bravo comentó: “nuestra competencia solamente está en Europa y en Estados Unidos, no hay ninguna empresa en toda Latinoamérica que haga lo que nosotros hacemos. En Europa y Estados Unidos el precio de una prótesis está rondando los 200 mil dólares, nuestra tecnología está ofertada, a nivel prototipo, en 170 mil pesos”. Añadió que para que un paciente reciba una prótesis en Probiónics es necesario realizarle un historial médico y, en caso de que sea candidato, prescribirle una terapia rehabilitatoria para que pueda asimilar la prótesis.
Otras opciones de extremidades artificiales las está desarrollando el equipo que dirige el doctor Dorador González, ellos están creando una mano inteligente capaz de mover los dedos de forma independiente a través de señales mioeléctricas y por indicaciones de voz, estas últimas obedecen a cinco comandos básicos de movimiento que le da el individuo. Ese grupo también trabaja en un socket inteligente para miembro inferior (pierna) activado con sensores mioeléctricos que autoajustan la prótesis de acuerdo a las variaciones del muñón o miembro residual del paciente.
Mejoran vidas. En México no existen estudios ni cifras exactas de cuántas personas necesitan o utilizan algún tipo de prótesis. Sin embargo, sí hay datos del número de pacientes amputados. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2010, 664 mil individuos sufrieron pérdida de pie, pierna o brazo, de ellos el 50% corresponde a la población económicamente activa con edad de 30 a 59 años.
Por su parte, Bravo Castillo estimó que el aumento de amputaciones se debe al crecimiento de la población y de la industria, de hecho, señaló, son los hombres quienes más sufren traumatismo ya que la mayoría son operadores de carga y obreros, pues según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los casos de amputaciones se dan en los estados más industrializados como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Estado de México, entre otros.
En ese sentido, algunas de las principales causas por las cuales una persona sufre una amputación son la diabetes mal atendida derivada en gangrena, debido a un accidente o por enfermedades congénitas, señaló Joel Carlos Huegl, profesor investigador en el área de Ingeniería Mecánica y Mecatrónica del ITESM campus Guadalajara, quien diseñó una prótesis de pie y un rehabilitador de cadera.
Los expertos coinciden en que las prótesis que se crean en el país están a la altura de muchas que se fabrican a nivel mundial. Sin embargo, aún falta mayor colaboración entre las esferas científicas en aras de proporcionar mejor calidad de vida a las personas, sugirió Dorador González.
Mientras que Bravo Castillo señaló que falta apoyo para que los emprendedores logren llevar sus desarrollos al mercado: “el IMSS pone ganchos o prótesis cosméticas (...) es una tecnología que bien merece ser reconsiderada para poder reemplazarla por algo mucho más nuevo y que puede ser comercializable aquí en México”.