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Pese a que el obrero Víctor Fuentes del Villar tiene un sueldo mensual bruto de 20 mil 628 pesos, posee cinco propiedades que en su conjunto tienen un valor actual de 30.6 millones de pesos. Las casas y departamentos del empleado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con clave 69186, se ubican en el Distrito Federal y el Estado de México.
Destaca que las dos más valiosas fueron adquiridas en julio y agosto de 2009. El costo de estas propiedades le resultaría imposible de pagar, ya que si se suman todos sus sueldos desde 2005, año en que Fuentes del Villar asumió el liderazgo del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), nos daría que su ingreso en esos cuatro años fue de 990 mil pesos.
Como secretario general de esa agrupación, Fuentes Del Villar maneja un presupuesto promedio anual de 63 mil millones de pesos.
Don Víctor, como lo conocen los trabajadores sindicalizados de la CFE, ingresó al sindicato en julio de 1956, cuando tenía 20 años, y asumió la dirigencia en 2005, tras la muerte de su tío y hasta entonces líder vitalicio del sindicato, Leonardo Rodríguez Alcaine.
Cuatro años después, en julio de 2009, compró un departamento de 245 metros cuadrados en 3 millones 126 mil 421 pesos, en la torre Lo Alto del lujoso residencial Bosque Real, ubicado en el municipio de Huixquilucan, Estado de México. Actualmente ese inmueble se cotiza en cerca de 6 millones de pesos, de acuerdo con valoraciones de agencias de bienes raíces que ofertan propiedades en ese mismo edificio.
Tener una propiedad en este exclusivo residencial no es cosa menor. De acuerdo con su sitio oficial en internet, Bosque Real tiene características que más parecen adecuarse al salario de un alto ejecutivo de negocios que al de un sindicalista de una empresa del gobierno mexicano. Entre las bondades del complejo están su cercanía con los lugares de mayor plusvalía de la zona metropolitana, como Bosques de las Lomas, Interlomas y Santa Fe, y sus “soberbias áreas comunes” en todas sus torres.
Además, según su sitio web, cuenta con vistas espectaculares, más de 1.5 millones de metros cuadrados de áreas verdes, esculturas monumentales de importantes artistas, kilómetros de fibra óptica y telefonía subterránea, plantas de autogeneración de energía y agua potable, acceso controlado con seguridad privada, circuito cerrado las 24 horas, patrullaje y vigilancia, sistema eléctrico de detección y barda perimetral “que protege el complejo”.
El conjunto habitacional tiene un lago, cascada y un par de campos de golf, uno de más de 100 hectáreas con 18 hoyos, y otro de carácter “ejecutivo” —diseñado por la exclusiva compañía Nicklaus Design— que cuenta con nueve hoyos y 3 mil 133 yardas.
También existe una casa-club con restaurante, cafetería, bar, spas para damas y caballeros, gimnasio, albercas, terraza y un “club kids” para los niños, que cuenta con alberca techada, juegos infantiles, cine, ludoteca, villa, pin-pon y futbolito.
Con vista a Reforma
Un mes después de comprar la propiedad de Huixquilucan, su esposa, la señora Ana Olivia Coello Eboli, con quien firmó una unión como “sociedad conyugal” (con la que se obliga a compartir la mitad de sus bienes), según se observa en su acta de matrimonio, compró un departamento en el lujoso centro comercial y habitacional Reforma 222. En la escritura 62213 consta que el 26 de agosto de 2009 Reforma Residencial 222, S.A. de C.V., vendió a la señora un departamento por 7 millones 829 mil 848 pesos, apenas un año después de que entrara en funcionamiento el complejo. Hoy, el inmueble está valuado en 10.3 millones de pesos.
Ana Olivia dijo estar “casada, empleada, con domicilio en calle Planta Las Cruces número 9, colonia Electra”, se lee en el documento oficial del Registro Público de la Propiedad y de Comercio del Distrito Federal.
Sin embargo, trabajadores de la CFE entrevistados, y que conocen desde hace varias décadas al líder sindical, señalaron que su esposa sí trabajó en años anteriores, pero desde que se casó con Fuentes del Villar dejó su empleo.
El inmueble adquirido en Reforma 222 es el 16-A, ubicado en la Torre 2 del complejo que alberga 205 departamentos. Tiene una superficie de 173 metros cuadrados, la más amplia de los espacios en venta, por lo que cada metro costó 45 mil 259 pesos.
El departamento está en el piso 16 del edificio, con vista principal hacia Paseo de la Reforma y por un costado a la calle Nápoles. Tiene dos recámaras —una con vestidor y jacuzzi—, sala, comedor, dos baños, cocina equipada y terraza.
Habitar este edificio conlleva amplios beneficios que se observan a simple vista: se halla sobre una de las avenidas más caras del país, cuenta con tiendas departamentales, cafés, boutiques, restaurantes y gimnasio. Además, el complejo que anuncian como “una pequeña ciudad” tiene un amplio estacionamiento, seguridad privada, salón de usos múltiples, centro de negocios, cine privado, spa, cancha de tenis, pista de jogging y carril de nado.
En 2009, cuando Víctor Fuentes y su esposa adquirieron la propiedad de Reforma 222 y el exclusivo departamento en Bosque Real Huixquilucan, el sindicalista tenía un sueldo menor al actual. En ese entonces, su salario bruto era de 17 mil 977 pesos, bajo el cargo de “Analista administrativo 2”. Tras las deducciones, la suma neta que recibía era de 12 mil 584 pesos mensuales, según datos obtenidos a través de una solicitud de información pública.
El líder sindical también tiene un departamento en la colonia Hipódromo Condesa. Esta propiedad, de 159.36 metros cuadrados, la adquirió el 14 de julio de 2003, en 776 mil pesos.
De entonces a la fecha, el departamento número 1 del edificio ubicado en la calle Jojutla, número 49, ha incrementado exponencialmente su valor. En la actualidad tendría un costo mínimo de 4 millones 780 mil 800 pesos, tomando en consideración que el metro cuadrado en esa zona se cotiza en alrededor de 30 mil pesos, de acuerdo con una revisión hecha por este medio a los precios ofertados por las empresas dedicadas a la venta de bienes raíces.
Para Jesús Navarrete Castellanos, opositor histórico de Fuentes del Villar y dirigente de la Coordinación Nacional de Electricistas del SUTERM, la riqueza del líder sindical sólo se explica por la corrupción en el manejo de las cuotas de los trabajadores, los recursos entregados por el gobierno y los moches solicitados a los contratistas de la CFE.
“Tanto [los ex dirigentes] Pérez Ríos, Rodríguez Alcaine y ahora Víctor Fuentes del Villar tienen propiedades costosísimas, viajan en coches muy caros y viven de una manera diferente a como vive un trabajador. Lo que ganan en la CFE sí es alto, comparado con otros trabajadores, pero no es tan elevado como para tener una residencia en un lugar exclusivo”, reclama el sindicalista, que acusa haber sido reprimido laboralmente por el líder del SUTERM.
Historia modesta
La vida de Fuentes del Villar no siempre fue de lujos. En 1970, cuando se casó con Ana Olivia Coello Eboli, vivía en un modesto departamento de la calle Bélgica, en la colonia Portales, según quedó registrado en su acta de matrimonio. Su historia empezó a cambiar en la década de los 80, cuando ganó una elección interna como delegado sindical.
“No era muy inteligente, pero sí alegre y amable, por eso ganó. Bueno, también porque todos sabíamos que era sobrino de Rodríguez Alcaine”, evoca una fuente consultada que pidió omitir su nombre por temor a represalias.
El 18 de febrero de 1983, cuando tenía 47 años, formalizó la adquisición de su primera vivienda, según consta en la escritura pública número 87547 del Instituto de la Función Registral (Ifrem) de Tlalnepantla, Estado de México.
La casa está ubicada en calle Planta las Cruces número 9, colonia Electra, un fraccionamiento que construyó el sindicato de electricistas para dotar de vivienda a los obreros de bajos recursos. El valor de la operación en ese entonces fue de 133 mil 350 pesos, que el futuro líder sindical tuvo que pagar a la misma organización gremial. Actualmente, esta propiedad de 300 metros cuadrados tendría un valor aproximado de 4.7 millones de pesos.
Otro vuelco importante en su vida sucedió en 1996, al ser designado secretario del Trabajo del SUTERM por órdenes de su tío Rodríguez Alcaine. Fuentes del Villar permaneció en esta cartera durante cuatro periodos bianuales.
En agosto de 1997 adquirió una vivienda de 305 metros cuadrados en la colonia de trabajadores Viveros de la Loma, en la sección octava del municipio de Tlalnepantla, Estado de México, cerca de la colonia Electra, con un costo de 213 mil pesos, según la documentación encontrada en el Ifrem. Actualmente, esta vivienda tendría un valor aproximado de 4.9 millones de pesos, de acuerdo con las cotizaciones que ofertan empresas de bienes raíces.
Pese a tener departamentos de lujo, el líder del SUTERM no ha cambiado su residencia de origen en la colonia Electra, en Tlalnepantla.
Según cuenta el disidente sindical Jesús Navarrete, en una ocasión Fuentes del Villar se mudó a Bosque Real, pero no se sintió a gusto con los vecinos sofisticados y prefirió regresar a la colonia popular de sindicalistas.
Rodrigo, uno de los habitantes de la colonia Electra y propietario de un pequeño abarrote, comentó que es común ver al dirigente en este asentamiento. “Muchos de los electricistas que fundaron la colonia se han ido; él es de los pocos que no han vendido su casa”, mencionó.
El ritual continúa
El 22 de septiembre del año pasado, EL UNIVERSAL dio a conocer el ritual del líder sindical, quien a la llegada y salida de sus oficinas es abordado por decenas de personas que le hacen una valla y le lanzan cumplidos a fin de ganar su afecto para que éste les dé una oportunidad de trabajo en la CFE. Estas acciones continúan, según constató este medio. También se informó que Fuentes del Villar, quien representa a 74 mil 655 trabajadores, controla un presupuesto promedio anual de 63 mil millones de pesos, según documentos entregados por la CFE obtenidos por este diario, vía la Ley de Transparencia.
Además, en el reportaje se documentó que el líder sindical conducía un Audi A8L 2013, con un valor de 2 millones de pesos. En una reciente visita se constató que Fuentes del Villar ya cambió de vehículo: ahora conduce un Infiniti Q70, que está valuado en 949 mil 900 pesos. Otros automóviles que utiliza son un par de camionetas Suburban: una 2013 y otra 2015, que en total costaron un millón 534 mil pesos. Este medio solicitó una entrevista con Fuentes, la cual hasta el cierre de edición no fue concedida.
*Este reportaje fue realizado por EL UNIVERSAL en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, proyecto impulsado por el International Center For Journalists (ICFJ) en alianza con Connectas.
jram