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Entre el 2011 y 2016, se cometieron 50 feminicidios cada año, en promedio, en las calles de la Ciudad de México. En ese periodo se tiene el registro de 291 mujeres que fueron asesinadas con tal violencia que la Procuraduría General de Justicia capitalina finalmente las catalogó como “feminicidios”. Esto sin contar los más de 900 homicidios de féminas que reportó el Tribunal Superior de Justicia en el mismo periodo.
Seis de cada diez casos, es decir 167, ocurrieron en la delegación Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Tlalpan y Coyoacán, de acuerdo con los registros que la procuraduría entregó vía solicitud de acceso a la información a EL UNIVERSAL.
La delegación Coyoacán, que ocupa el quinto lugar, sumó una víctima más el 3 de mayo. Cerca de las cuatro de la tarde se informó del hallazgo del cuerpo de una mujer en Ciudad Universitaria, en las inmediaciones del Instituto de Ingeniería. “Lesby”, como fue identificada, de 22 años, estaba atada a una caseta de teléfono público. Se presume que la joven murió por asfixia.
Las jóvenes son las principales víctimas de este tipo de crímenes. En una tercera parte de los feminicidios que tiene reportados las PGJ de la CDMX, es decir 105, la edad de las mujeres rondaba entre los 18 y los 30 años. Además, de 2011 a 2016, fueron asesinadas 26 menores; sus edades pueden ir desde los cero hasta los 17 años.
Para que un delito sea considerado como feminicidio, el Código Penal Federal sustenta en el artículo 325 que “Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género”. Entre estas razones están que la víctima haya sostenido una relación sentimental o de confianza con su agresor, que presente lesiones o mutilaciones degradantes, que hayan existido amenazas contra la víctima, que el cuerpo sea expuesto y/o exhibido en algún lugar público o que la víctima haya sido incomunicada antes de la privación de la libertad.
En el mismo periodo, es decir de 2011 a 2016, se tiene el registro de 166 personas consignadas por este delito, de acuerdo con datos entregados por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX). Nueve de cada diez agresores eran del sexo masculino. Se tiene el reporte de 14 mujeres que fueron detenidas por este tipo de crímenes. El año con más detenidos por delito de feminicidio fue 2015, con al menos 40 personas consignadas.
En uno de cada cuatro casos, es decir 44, por los que se realizaron estas detenciones, el cuerpo presentaba lesiones graves e incluso mutilaciones. Y en 26 de las 166 consignaciones, la víctima fue expuesta, depositada o arrojada en un lugar público, de acuerdo con los datos del TSJCDMX.
En el 2010 el caso de la desaparición de Adriana Morlett, estudiante de arquitectura de la UNAM, fue uno de los más sonados dentro de la máxima casa de estudios. La estudiante desapareció el 6 de septiembre después de asistir a la Biblioteca Central para solicitar un libro. Unos meses después, el 17 de diciembre de 2010, algunos restos óseos de Adriana fueron localizados al sur de la ciudad en la delegación Tlalpan.
Mucho antes del caso de Morlett, la UNAM ya se había enfrentado a este tipo de violencia contra la mujer. El 27 de abril del 2000, el cadáver de Areli Osorno Martínez, estudiante de ingeniería, de 26 años, fue hallado a un costado del Museo Universum. Las autoridades determinaron que Osorio murió por asfixia. El 7 de mayo, apenas nueve días después, Cristel Estebalí Alvarez, de 20 años, fue encontrada con un disparo en el tórax, en la Facultad de Ciencias. Hasta ese año, el delito de feminicidio aún no estaba tipificado en la capital, por lo que los nombres de estas dos jóvenes quedaron en la estadística de homicidio doloso.
Para el viernes 5 de mayo un grupo de activistas convocó a una protesta que partirá de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales con fin de exigir que se frene la violencia hacia las mujeres en la UNAM, en donde al menos el 40% de las mujeres de la máxima casa de estudios ha sufrido alguna clase de hostigamiento, según el informe “Intrusas en la Universidad”.