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El estado de Morelos ha perdido las esperanzas en la alternancia “por las oquedades del régimen perredista, se minó la franca corrupción que pone en tela de juicio los supuestos logros ante la realidad de una sociedad apabullada por la propaganda oficial sobre la reducción de la delincuencia; sin embargo, la realidad es otra”, aseguró la Arquidiócesis primada de México a través del editorial del semanario religioso Desde la Fe .
Bajo el título “Morelos, corrupción y decadencia”, el texto mencionó que la reciente marcha en la entidad, la cual fue alentada por líderes sociales, no es la primera en la historia del Estado en demandar justicia y seguridad.
Agregó que desde el año pasado, los reclamos llegaron a la mesa de la Secretaría de Gobernación por parte de la población “que ha visto graves vulneraciones a los derechos individuales que van de la mano de la impunidad y la corrupción, de un sistema que está diezmando a la entidad, ahora en riesgo por dejar sin paz a sus miles de habitantes”.
El artículo resaltó que las demandas de esta manifestación en Morelos , tuvieron el respaldo inédito de la Iglesia de Cuernavaca , mediante el monseñor Ramón Castro Castro , quien en rueda de prensa anunció su apoyo “por ser una obligación pastoral, por llevar la voz de los que no tienen voz, pero también por sufrir persecución de las autoridades, quienes lo acusan de inverosímiles apropiaciones indebidas de recursos y de solapar actuaciones políticas que le han provocado incluso amonestaciones de la Secretaría de Gobernación”.
De esta manera, refirió el artículo que el religioso caminó hasta los límites del Estado como un ciudadano y pastor, “pues tiene de primera mano, a través de sus visitas pastorales, el pulso exacto de un Estado moribundo”.
El editorial subrayó que según el Semáforo delictivo -herramienta que monitorea la incidencia delictiva en México- el estado de Morelos sigue repuntando en homicidios; en junio pasado superó en 31% la media nacional en la comisión de este crimen.
Advirtió que a pesar de “las cortinas de humo” de las autoridades por aparentar que en Morelos está el paraíso, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública 2016 (ENVIPE) señaló que de cada diez delitos, sólo uno se denuncia.
La Arquidiócesis encabezada por el cardenal Norberto Rivera , calificó a Cuernavaca como la “ciudad de la eterna balacera”, y aseguró que los encargados de la seguridad identifican por lo menos 49 colonias de alta peligrosidad, donde se cometen robos violentos, agresiones sexuales y homicidios, y la ciudadanía no denuncia por desconfianza y frustración.
La iglesia lamentó que a esta situación se sume el incumplimiento de las promesas de campaña del “candidato de la gente” puesto que al asumir el cargo, el gobernador prometió la revisión del gobierno y la revocación del mandato, pero pese a las manifestaciones y protestas “el mandatario se pega a la silla cual lucrativo trampolín para sus más altas pretensiones políticas”.
El editorial también mencionó que la administración 2012-2018 “juró y perjuró” crear miles de plazas de trabajo y, por el contrario, de acuerdo con las cifras de la Secretaría del Trabajo en 2016, cuatro de cada diez habitantes no tienen empleo. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social reveló que, en 2016, 52.3% de la población de la entidad vivía en la pobreza.
Por último, la arquidiócesis dijo que cuando el actual gobierno morelense inició su ejercicio en 2012, un acto sirvió como alegoría y vaticinio del actual desastre, puesto que en diciembre de ese año, la estatua de bronce del general Morelos, que servía para señalar los límites entre dos estados, fue robada.
“Hoy ese espacio está olvidado y decadente. El insurgente jamás regresó como había prometido el gobernador. En eso se ha convertido el Estado libre y soberano de Morelos”.