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pedrovillaycana@eluniversal.com.mx
Guillermo Gutiérrez Riestra, padre de Raquel Gutiérrez Ruiz, desaparecida por un grupo armado el 1 de septiembre de 2011 en Ciudad Victoria, Tamaulipas, denunció que él, así como integrantes del Comité de Familiares y Amigos de Desaparecidos en Tamaulipas están siendo amenazados y vigilados por exigir la presentación con vida de sus familiares.
En conferencia de prensa, Gutiérrez Riestra aseguró que cinco integrantes del comité han recibido amenazas mediante grabaciones de voz, por lo que pidió a las autoridades locales y federales mayor protección.
“Hay una situación de desmoralizar a los miembros del colectivo, por eso me he reservado a hacerlas públicas [las denuncias], pero ante las autoridades si se han realizado”, dijo.
En las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Guillermo Gutiérrez Riestra aseguró que después del asesinato de Míriam Elizabeth Rodríguez Martínez, quien fungía como coordinadora del Colectivo de Familias de Desaparecidos de San Fernando, Tamaulipas, ocurrida el 1 de mayo de este año, las amenazas se han incrementado contra los activistas de derechos humanos en esa entidad.
“A partir del asesinato de Miriam Rodríguez, un grupo de coordinadores de colectivos solicitamos la incorporación a los mecanismos de protección federales, aunque son insuficientes, se requieren para garantizar el trabajo que realizamos en Tamaulipas”, dijo.
Indicó que a pesar de que a las autoridades locales le han otorgado un escolta personal, no es suficiente, puesto que esta medida no cumple con todos los estándares necesarios de protección para cada uno de los integrantes de su organización.
“Me asignaron un escolta en Tamaulipas y me ha sido útil, hay que reconocerlo, pero no tiene los estándares que se requieren para una debida protección, porque hay otros elementos que se requieren garantizar como son los desplazamientos a lugares donde residimos, o sesionamos”, dijo.
En este sentido, el activista solicitó que además de escoltas, a él y a sus compañeros se les otorguen medidas de protección complementarias como la instalación de cámaras de video en sus lugares de residencia, así como botones de pánico.
Dijo que en ese estado la inseguridad se ha incrementado, a pesar la presencia militar y de policías federales.