La Secretaría de Salud informó a la Cámara de Diputados que utilizar dispositivos electrónicos como televisión, videojuegos, computadoras, tabletas y teléfonos móviles no sólo provoca alteraciones del sueño, sino también una conducta adictiva del usuario.

La dependencia, que encabeza José Narro, reconoce que es necesario elaborar campañas mediáticas contra el uso de estos dispositivos, particularmente antes de dormir, pues puede producir insomnio y, consecuentemente, al día siguiente irritabilidad, periodos de somnolencia y bajo rendimiento escolar.

En el documento, publicado en la Gaceta Parlamentaria, se menciona que durante la última década se ha incrementado la disponibilidad de dispositivos electrónicos en la vida diaria de la población adolescente y, paralelamente, ha crecido el número de horas que las personas invierten en su uso, durante horarios cercanos a la hora de dormir, o bien ya estando en la cama.

De esta manera la dependencia federal respondió a un punto de acuerdo aprobado por la Cámara de Diputados, el pasado 9 de febrero, donde se le pide implementar campañas mediáticas para prevenir los efectos adversos en la salud provocados por el trastorno del sueño en la niñez, a causa del uso excesivo de dispositivos electrónicos.

En su propuesta, la diputada María Victoria Mercado Sánchez (Movimiento Ciudadano) comenta que en 1998 el servicio de psiquiatría otorgaba 700 consultas de salud mental en general; ahora atiende cerca de seis mil niños y adolescentes, de los cuales aproximadamente 860 presentan un cuadro de trastornos depresivos de sueño.

Estos trastornos en la niñez son considerados una problemática pública de gran importancia en el país. Se estima que el índice de niños que padecen este problema crónico, según la Asociación Mexicana de Pediatría, es del 30%.

La Secretaría de Salud expone que el sueño en la niñez requiere ser entendido y estudiado desde una perspectiva del desarrollo, pues se calcula que uno de cada cuatro niños experimentará alguna alteración en su dormir a lo largo de su infancia.

Precisa que hay grupos de niños donde son aún más frecuentes las alteraciones en el sueño. En aquellos menores con trastornos del espectro autista, se presentan problemas de sueño en 50-70% y con déficit intelectual, entre 30 y 80%.

De los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, hasta 50% tiene problemas con su sueño, mientras que con depresión llega al 75%; y en 60% en niños con asma.

Algunas consecuencias de las alteraciones del sueño en infantes y adolescentes son sufrir somnolencia diurna, cambios en el estado de ánimo, problemas conductuales, escolares y del aprendizaje. Además, pueden ser también una fuente de tensión familiar y se ha identificado que un déficit persistente en la duración del sueño puede estar asociado al desarrollo de sobrepeso y obesidad.

La dependencia federal expone que las investigaciones relacionadas con el uso de dispositivos electrónicos y el sueño han encontrado que entre mayor sea el número de horas de utilización por la tarde, se reducen las horas de sueño, se retrasa el horario para ir a la cama o se prolonga el inicio del descanso.

Argumenta que esta información indica la necesidad de supervisar por parte de padres o adultos, el utilizar los dispositivos electrónicos por los niños, en términos tanto del tiempo invertido en su uso como de los horarios.

Así también, educar a la población en general sobre la importancia del sueño y sensibilizar a niños y adolescentes sobre los efectos nocivos que puede tener en el sueño un uso desmedido de los dispositivos electrónicos.

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