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En los últimos 30 años se ha perdido 40% de toda la fauna que había en el país, mientras que entre 25 y 30% de flora y fauna se encuentra en peligro de extinción, de continuar esta tendencia se podría perder otro 20% de las especies que alberga México en los siguientes cuatro o cinco años, afirmó Gerardo Ceballos González, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el marco del Día Mundial de la Vida Silvestre, especialistas consultados por EL UNIVERSAL coincidieron en que México debe fortalecer su marco normativo para imponer sanciones más estrictas a quienes dañen el ambiente y hacer que cumplan la legislación en esta materia para hacer efectiva la conservación de la flora y fauna que alberga el territorio nacional.
Destacaron que se debe fomentar la participación de todos los niveles de la sociedad para el cuidado de la biodiversidad y concientizar sobre los beneficios que brindan a la población los recursos naturales y los impactos negativos que tendrán para la humanidad si continúan desapareciendo.
Ceballos González comentó que México es uno de los cinco países más diversos del mundo y que entre las especies que se extinguieron en los últimos años se encuentra el pájaro carpintero pico de marfil, el zanate de Lerma, el cara cara de la Isla de Guadalupe, especies endémicas de México; la foca monje de El Caribe y la paloma pasajera, también son ejemplos de especímenes extintos, que no eran nativos de México pero habitaban en el país.
Explicó que las causas de la ausencia de especies se encuentran en la pérdida de hábitats naturales, la contaminación, el crecimiento de la población, el efecto negativo de la actividad humana en los mares, las especies exóticas invasoras así como el tráfico ilegal de vida silvestre y el cambio climático, son las principales amenazas a la biodiversidad.
“En los últimos 30 años se ha perdido 40% de toda la fauna que había en el país y si las tendencias siguen podría ser otro 20% en los próximos cuatro o cinco años, el problema es muy grande. Desgraciadamente es un conflicto difícil de cuantificar por varias razones. Aunque no tenemos casos muy específicos de cuántas especies han desaparecido en México, sí sabemos que se han extinguido en los últimos 40 años alrededor de unas 20 especies de vertebrados, es decir, mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces, la mayoría de estos últimos son de agua dulce, son el grupo más amenazado de animales en México”, resaltó.
Foto: IVAN MONTES DE OCA. CONABIO
Hesiquio Benítez Díaz, director general de Cooperación Internacional e Implementación de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), resaltó que más de 2 mil especies están incluidas en la NOM 059, que las clasifica en distintos grados de amenaza, más de mil tipos de plantas, 200 especies de peces, 200 de anfibios y casi 400 de reptiles.
Resaltó que a nivel global nos encontramos ante “la peor crisis del ser humano en pérdida de biodiversidad”, por lo que los gobiernos del mundo deben adoptar medidas urgentes para evitar que se sigan degradando los recursos naturales.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en su informe Planeta Vivo 2016, señala que el tamaño y la escala de la actividad humana han crecido exponencialmente desde la segunda mitad del siglo XX; entre 1970 y 2012 las poblaciones de las especies animales vertebradas disminuyeron en 58%,“por lo que la naturaleza y los servicios que le presta a la humanidad están expuestos a un peligro creciente”.
El WWF indicó en 2014 que Latinoamérica perdió en promedio 83% de las poblaciones de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles en los últimos 40 años. Ese impacto en la vida silvestre es mayor que las pérdidas globales en el mismo periodo, que significan 52%.
En su cuenta de Twitter, Rafael Pacchiano Alamán, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, destacó que México protege a través de las normativas Ambientales a 2 mil 800 especies con lo que se garantiza su conservación al impulsar su aprovechamiento sustentable.
Foto: LEOPOLDO VÁZQUEZ/CONABIO
En diciembre de 2016, México fue sede de la 13 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP13), reunión en la que los 167 países participantes acordaron una hoja de ruta para la integración de la biodiversidad en los sectores agrícola, pesquero, forestal y turístico para alcanzar las “Metas de Aichi” en materia de biodiversidad y avanzar en la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible.
Como resultado de esta conferencia, los países participantes suscribieron la Declaración de Cancún, plan de acción que promoverá políticas intersectoriales encaminadas a reducir y revertir la pérdida de diversidad mediante una gestión integral de paisajes marinos y terrestres, así como de prácticas sostenibles que contribuyan a recuperar la salud de los ecosistemas.
Durante la COP 13, la Semarnat presentó la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad, que contempla la transversalización de diferentes áreas para la conservación de la biodiversidad, para que las actividades de un sector no afecten a otro. Se conforma de 24 líneas de acción y otras 160, las cuales buscan incrementar los esfuerzos que impactan positivamente a la biodiversidad y disminuir las causas directas de su acelerada desaparición.
El documento plantea diversas metas con miras a 2030; pues tiene 14 principios rectores así como seis ejes importantes: conocimiento, educación, comunicación y cultura ambiental; conservación y restauración; uso y manejo sustentable; atención a los factores de presión, integración y gobernanza.