Aunque las causas de la mayoría de los casos de autismo son desconocidas, una investigación apuntaría un nexo entre el virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2) durante el embarazo y un riesgo de desarrollar esa condición, en especial en fetos masculinos.
La actividad del virus al principio del embarazo, que afecta a una de cada cinco mujeres estadunidenses en edad de procrear, duplicaría el riesgo de que el bebé desarrolle trastornos del espectro autista (TEA).
Expertos en salud pública de Estados Unidos y Noruega llevaron a cabo un estudio con madres, padres y descendencia en Noruega entre 1999 y 2008, a través de análisis de sangre, cuestionarios de revisión, referencias y vínculos a un registro nacional de pacientes.
Los TEA comprenden un espectro de síndromes del neurodesarrollo con diversos grados de deterioro social, deficiencias en el lenguaje y la comunicación, así como comportamientos estereotipados y repetitivos.
Las infecciones maternas durante el embarazo se asocian con el riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, incluidos los TEA; sin embargo “no todas las mujeres embarazadas con una infección activa por VHS-2 darán a luz a niños autistas”, aclaran los investigadores.
En un artículo publicado en la revista especializada mSphere, los científicos explican que la predisposición genética de las mujeres a esa infección podría ser uno de los factores desencadenantes de la condición neurológica en sus hijos si la infección se presenta durante el embarazo.
Utilizando datos de la cohorte de nacimientos con autismo y con los resultados de análisis de sangre hechos a mitad del embarazo y en el momento del nacimiento, los científicos identificaron a 442 madres de niños con TEA y a 464 mamás que dieron a luz a niños sanos del mismo sexo,
Los investigadores probaron las muestras de anticuerpos con cinco microbios que se sabe dañan a los fetos: Citomegalovirus, Toxoplasma gondii, rubéola, virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y el VHS-2, y sólo en este último caso se observó una inmunorreactividad.
Los altos niveles de anticuerpos contra el VHS-2 en la sangre extraída en la mitad del embarazo indicaron una infección activa materna semanas antes y los científicos estimaron que habría un doble riesgo de que un bebé sería diagnosticado con TEA.
Los investigadores encontraron el vínculo con bebés masculinos ya que hubo muy pocos de sexo femenino en el estudio para sacar conclusiones al respecto.
Los resultados del estudio sugieren que los TEA se deben a una combinación de susceptibilidad genética y factores ambientales durante la vida fetal.
ahc