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En julio de 1916, Félix Fulgencio Palavicini protagonizó un episodio peculiar dentro de la política mexicana, pero que reflejaba sus verdaderas convicciones: como subsecretario encargado del despacho de la extinta Secretaría de Instrucción Pública declaró ante los medios de comunicación que pediría al primer jefe, Venustiano Carranza, la supresión de la dependencia que encabezaba.
“Voy a proponer a don Venustiano [Carranza] la supresión de la Secretaría de Estado que está a mi cargo. Creo que la Secretaría de la Instrucción Pública no tiene razón de existir”, indicó.
“¿A qué se va a dedicar ahora?”, le cuestionaron los reporteros que estaban presentes. “A la más difícil de las profesiones en México: al periodismo”, respondió Palavicini, quien agregó: “Cuando ya esté despojado de todo carácter oficial, cuando esté capacitado para juzgar los actos de gobierno y poder decir a los cuatro vientos lo que pienso acerca de esos actos, cuando pueda señalar errores con toda libertad, entonces no pediré sino mi tintero y mi pluma, y con estas armas seguiré sosteniendo, desde la tribuna de mi periódico, los ideales por los que fuimos a la lucha”.
Fue la primera vez que un servidor público renunciaba a su cargo para dedicarse al periodismo. Tres meses después de ese hecho, Palavicini fundó EL UNIVERSAL, el clímax de una carrera periodística que había iniciado 15 años atrás, en 1901, en su natal Teapa, en el estado de Tabasco, en el diario El Precursor.
Nacido el 31 de marzo de 1881, Félix Fulgencio Palavicini primero trabajó en su tierra natal y luego se mudó al entonces Distrito Federal, en 1903. Tres años después, en 1906, se tituló como ingeniero topógrafo de la Escuela Normal de Profesores; sin embargo, nunca ejerció esa carrera, puesto que sus verdaderas pasiones fueron el periodismo y la política.
Otros diarios que dirigió el fundador de EL UNIVERSAL fueron El Partido Republicano o El Antireeleccionista, creado durante el periodo en que fue parte de la campaña de propaganda de Francisco I. Madero.
A la par de su carrera periodística, Palavicini ocupó varios cargos en el servicio público: director de la Escuela Industrial de Huérfanos y después fue diputado por Tabasco en la 26 Legislatura federal, de 1911 a 1913; además, en 1917 representó al Distrito Federal en el Congreso Constituyente de Querétaro y fue uno de los miembros más activos en la redacción de la Carta Magna que nos rige hasta la actualidad.
Palavicini dirigió El Gran Diario de México durante dos periodos, de 1916 a 1918, y de 1919 a 1923, año en el que dejó la dirección para dedicarse a otros proyectos personales, como sus libros Los diputados, El primer jefe, La patria por la escuela y México, historia de su evolución constructiva. A mediados de la década de los 30 fundó y dirigió la revista TODO. Falleció en la Ciudad de México en 1952, a los 70 años de edad.
