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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) enfrenta un proceso de modernización en el que al mismo tiempo es necesario reducir el impacto financiero que le genera la atención de hasta siete enfermedades que se convierten en crónicas entre los derechohabientes y, en este momento, significan 20% del gasto total del área médica.
En entrevista con EL UNIVERSAL, José Reyes Baeza, director general del ISSSTE, dice que entre esas siete enfermedades crónicas se encuentran: diabetes, hipertensión, sobrepeso y obesidad, entre otras, y algunos tipos de cáncer, que le representan al instituto 20% del total del gasto programado en el seguro médico. Es decir, que si el ISSSTE destina al año cerca de 50 mil millones de pesos para el área médica, solamente esas enfermedades consumen más de 10 mil millones de pesos del presupuesto.
Afirma que a un año del inicio de su gestión al frente de esa institución, es necesario generar una cultura de “autocuidado” más que la curativa entre sus afiliados.
Reconoce que el problema serio del ISSSTE es que su población derechohabiente es en su mayoría de adultos mayores, tan sólo 76% de los trabajadores afiliados tienen entre 35 y 66 años de edad, lo que implica “una gran responsabilidad en términos de prospectiva y proyección financiera”.
En consecuencia, la prevención de enfermedades cobra mayor relevancia, puesto que de no revertirse esta situación, ese 20% que se gasta en unas cuantas enfermedades se puede incrementar hasta 30%.
Indica que siete de cada 10 mexicanos tienen problemas de sobrepeso y obesidad, hay un alto porcentaje de diabetes en la población mexicana. De los derechohabientes del ISSSTE, 10% padecen esta enfermedad. Pero advierte que en el caso de los niños, cuatro de cada 10 tienen ese problema de sobrepeso y obesidad, lo que es un grave problema para el futuro del país y representa una “bomba de tiempo”.
Explica que el instituto inició una estrategia para hacer eficiente la recaudación de recursos, principalmente con el cobro a entidades morosas y tan sólo en un año, por el cobro de seguros en salud y en la subcuenta de vivienda, representaron ingresos adicionales para el ISSSTE por mil millones de pesos.
Adicional a ello se realizaron ahorros derivados de la compra consolidada de medicamentos por tres mil 200 millones de pesos y el ahorro, derivado del control de medicamentos, se estima que alcance mil 500 millones.
El director asegura que el propósito es que al final de la presente administración, el presidente Enrique Peña Nieto entregue un ISSSTE más moderno, eficiente y humano.
Inician acciones contra morosos
A un año del inicio de su administración, ¿cuál es el estatus del ISSSTE y cuáles son los retos que todavía enfrenta?
—El ISSSTE es una institución que atiende a 13 millones de personas y en la cual trabajamos más de 100 mil personas, 85 mil son sindicalizados y el resto somos trabajadores de confianza. Es una institución renovada, actual, vigente, vigorosa, con grandes desafíos por delante como todas las instituciones de salud y de seguridad social.
Ha definido una ruta de transformación en tres vertientes: la modernización, continuar con el proceso de mejora en la prestación de los servicios; disminución en el tiempo de espera de los derechohabientes para ser atendidos y el fortalecimiento y la sustentabilidad financiera.
Esto implica comprar mejor los insumos que el ISSSTE requiere para la prestación de los servicios. Con la compra consolidada de medicamentos en todo el sector salud hay ahorros por más de 11 mil millones de pesos y sólo el ISSSTE ha ahorrado más de 3 mil 200 millones de pesos.
Así, con el control de medicamentos estimamos que vamos a generar ahorro este año por mil 500 millones de pesos. Hacer más eficiente la recaudación del ISSSTE para que las entidades presupuestales que son retenedoras de alguno de los seguros de los trabajadores, de salud, de retiro, subcuenta de vivienda, que están obligadas a enterar al instituto con oportunidad de esos recursos y no lo hacen. Estamos en proceso de negociación, de reconocimiento del adeudo para posteriormente definir los plazos de pago de las retenciones morosas.
Estimamos solamente que este año por la vía de esta recaudación de entidades morosas, únicamente en el seguro de salud y la subcuenta de vivienda habremos de tener ingresos adicionales por mil millones de pesos. Son entidades federativas que suscribieron convenios con el ISSSTE años atrás y sus trabajadores son derechohabientes, también algunos municipios y universidades públicas.
En este proceso entendimos que se debían tomar acciones, pero no en contra de los derechohabientes, que a ellos se les había realizado el descuento correspondiente, pero los recursos no fueron enterados. En consecuencia y en casos extremos, hemos pedido a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que nos ayude y se ha promovido la afectación a las participaciones estatales cuando no se hace el pago, porque el trabajador debe ser el menos afectado, no se le debe restringir el servicio.
La tercera vertiente es la humanización en la atención de ese servicio, no sólo debemos ser más eficientes en cuanto al acortamiento de plazos y el ejercicio del gasto, sino tenemos que ser más sensibles en el trato a los derechohabientes de la institución.
¿Cuáles son las áreas prioritarias? y ¿qué acciones han desarrollado en específico?
—En este proceso de modernización, acortar los tiempos de espera para una cita médica. Llegar al momento en el que un trabajador pida una cita con cualquier especialista y no tarde más de cuatro o cinco días en recibirla, evitar tiempos largos de espera que generan molestia en el paciente y altos costos adicionales a la institución, porque una enfermedad atendida con oportunidad puede reducir sensiblemente el costo del impacto financiero. Se impulsa un gran proyecto de prevención de enfermedades, que es la clave. Tenemos PrevenISSSTE, en donde equipos médicos visitan los centros de trabajo y llevamos un control de seguimiento de miles de pacientes monitoreando su hipertensión, su diabetes, su obesidad, el sobrepeso o cualquier otra enfermedad crónica.
Si el ISSSTE destina cerca de 50 mil millones de pesos para el gasto del área médica, solamente seis o siete enfermedades se consumen alrededor de 20% de esos recursos, es decir, más de 10 mil millones de pesos, por eso es un imperativo que el ISSSTE y el resto del sector impulsemos un gran proyecto de cambio en la actitud, en la conciencia, en la cultura de los mexicanos, en este caso de los trabajadores del gobierno de la República y el magisterio nacional para el autocuidado, esa es la cultura que debemos generar, la preventiva más que la curativa.
El registro es que siete de cada 10 mexicanos tienen problemas de sobrepeso y obesidad, es altísima la cifra, y tenemos un alto porcentaje de diabetes en la población mexicana y un alto porcentaje en el ISSSTE. Es 10% de la población derechohabiente y con ello entro a uno de los temas centrales. Si nosotros tenemos identificado más de un millón de personas con diabetes en el instituto y los monitoreamos a todos, a unos mejor y a otros no tanto porque no asumen el riesgo y la importancia que tiene no atenderse con oportunidad.
El ISSSTE inició el programa MIDE con el que incorporamos pruebas adicionales que permitan dar seguimiento mucho más eficaz a los enfermos diabéticos. Tenemos incorporadas, desde el año pasado que iniciamos, más de 110 mil personas en el programa. Estamos tratando de aumentar, en los próximos dos años, el número de mastografías que practica la institución para con ello evitar o bajar la prevalencia de muertes de mujeres.
Vamos a continuar con el programa de prevención de cáncer cervicouterino, estamos impulsando un plan para combatir la obesidad en adultos, pero particularmente la obesidad en los niños. Tenemos un problema grave en el caso de menores de edad, porque casi cuatro de cada 10 niños tienen problemas de sobrepeso y obesidad, lo que es un serio para el futuro de este país y representa una bomba de tiempo que, si no somos capaces de revertir el sedentarismo, de generar una nueva cultura en la población para mejorar la alimentación, vamos a tener un gravísimo problema, más de lo que tenemos.
A ello hay que sumar que 76% de los trabajadores tiene una edad entre 35 y 60 años, esto implica que estamos atendiendo una población más avejentada con los efectos colaterales que esto implica. Con ello, el instituto tiene un problema más serio que otras instituciones porque la población es más grande de edad que la que se atiende en otras instituciones.
Esto es una gran responsabilidad para la institución en términos de prospectiva y proyección financiera, y significa que debe cobrar mayor relevancia la prevención. Si consumimos al año más de 10 mil millones de pesos en seis enfermedades y entre ellas hipertensión, y lo que deriva del sobrepeso y obesidad: la diabetes, no solamente representa un alto impacto financiero en cualquier institución de salud, sino una disminución sensible en la calidad de vida.
Nada más el impacto que tiene la diabetes como efecto colateral y las enfermedades renales en la hemodiálisis, es altísimo. Si no lo revertimos en los próximos años, ese 20% del gasto médico puede crecer a 25% o a 30%
Desafío: envejecen mexicanos
¿Cuáles son las políticas que se están impulsando ante el crecimiento de la población de adultos mayores?
—Tenemos en la institución a cerca de un millón de jubilados y pensionados, es decir, casi 10% de la población que atendemos. De los 13.5 millones de personas activas, 2.5 millones son adultos mayores, es decir, hay algunos adultos mayores en plenitud que siguen en activo.
En esta administración se tomó la decisión de evitar el pase de vigencia presencial. Antes, nuestros pensionados y jubilados [1 millón de personas] debían ir a visitar por lo menos dos veces al año alguna ventanilla del ISSSTE para acreditar que seguían vivos para que se les pague su pensión. Esto era indigno porque se les obligaba a hacer largas filas de espera, en ocasiones de hasta cinco horas. Por ello se toma el acuerdo de Junta Directiva de asumir el compromiso de verificar por otras vías la vigencia de derechos de los trabajadores mediante un cruce de información con el Registro Nacional de Población y con los registros civiles de todo el país.
Una alternativa más en su atención son las casas de día, a donde van durante el día a recibir clases de guitarra, arte, costura, tenemos personal y médicos geriatras que los atienden ahí para complementar el servicio y el proceso de dignificación de la vida de quienes sirvieron a la institución, al gobierno y a la sociedad durante muchos años. Cuentan también con créditos accesibles para que puedan viajar a través de Turissste con bajas tasas de interés.
El ISSSTE es una de las pocas instituciones que otorga créditos hipotecarios a pensionados y jubilados, obviamente que entre más edad el monto de crédito se reduce, pero finalmente se abren líneas de crédito para comprar vivienda o ampliar la existente.
Hemos logrado reducir los tiempos de espera para una pensión de hasta 180 días en la pasada administración federal, antes de 2012, ahora estamos tardando 10 días para entregar una pensión. Desde que inicia el trámite hasta la entrega de la asignación de la propia pensión. Se tienen equipos interdisciplinarios de especialistas para atender a los adultos mayores en más de 300 de nuestras clínicas, unidades de medicina familiar, hay personal especializado para llevar un control y seguimiento integral pormenorizado y personalizado de los adultos mayores.
¿Cómo está el abasto de medicamentos?
—Tenemos garantizado el abasto. En la pasada administración el porcentaje de abasto certificado era de casi 74% y hoy podemos certificar que es superior a 98%. La compra consolidada nos da certeza del abasto en los centros de concentración de insumos y en particular de medicamentos.
Lo tenemos garantizado, pero el surtimiento de medicamentos depende de que los directores soliciten cantidades suficientes para determinado tiempo. El instituto tiene un tablero de control en la Dirección de Administración para monitorear el surtimiento, el abasto y el control de cada clínica, así cuando una de las unidades no solicita con oportunidad el medicamento para mantener su abasto en niveles de 98% o 99%, inmediatamente en el tablero se enciende un foco ámbar y se le llama al director de la clínica para tratar de corregir esa situación en tres o cuatro días. Lo que tiene que ver con el abasto y surtimiento, el ISSSTE está en niveles óptimos.
Habla de mejora en los servicios, ¿implica un aumento en la nómina del área médica?
—Estamos en ese proceso. En 2014 se tuvo un acuerdo con el sindicato autorizado por la Secretaría de Hacienda, de 10 mil nuevas plazas para el área médica del instituto. De esas 10 mil nuevas plazas, cuatro mil se ejercieron el año pasado, este año serán cerca de tres mil y el próximo año, el resto.
Estas plazas se autorizaron para cubrir guardias y suplencias, personal que tiene trabajando años y está por honorarios, todas las plazas van esencialmente orientadas a fortalecer el sector médico, porque tan sólo el sector médico representa casi 75% del personal de todo el ISSSTE, es decir, de más de 100 mil trabajadores que laboramos en el instituto, prácticamente 75 mil trabajan en el sector médico; tenemos casi 25 mil enfermeras, 22 mil médicos y el resto son técnicos médicos, radiólogos, laboratoristas y paramédicos, entre otros.
En relación con el cuidado de los niños, ¿cuáles son los logros de las estancias para el Bienestar y Desarrollo Infantil (EBDIs)?
—Son 247 estancias en todo el país, algunas propias, otras subrogadas; en todas ellas atendemos a cerca de 35 mil niños al año de entre 60 días de nacidos hasta seis años de edad. En las EBDIs, el pequeño que sale lo hace con un certificado de la Secretaría de Educación Pública acreditando su educación preescolar. En todas las estancias pusimos un centro de cómputo, contratamos un maestro especializado en esta materia y un profesor de inglés, por lo que están impartiendo estas materias. Todas tienen un equipo multidisciplinario conformado por un médico, una enfermera, un nutriólogo, un sicólogo y ahora con estos equipos que comenté que fortalecen el recurso humano y la atención integral de los pequeños.
Prácticamente tenemos instalado en todas ellas un sistema contra incendios, con hidrantes, con la red hidráulica que permiten tener aspersores en todos los salones, pasillos y áreas de atención a los pequeños, para en el caso de una emergencia, inmediatamente se active el sistema contra incendios.
Estamos buscando que todas nuestras estancias tengan certificación de las áreas de protección civil estatal y prácticamente lo estamos logrando donde se cumplan las especificidades y requerimientos de cualquier área de protección civil, salidas contra incendios, barandales y salidas de emergencia.
Tenemos entre 60% y 65% de estancias certificadas y estamos obteniendo el ISO9001-2008. De igual manera se realiza el proceso de instalación de videocámaras en todos los edificios de las estancias del país, para que desde las oficinas centrales, en una especie de centro de control, estar observando lo que sucede en cada una de ellas. En este momento está cerca de 50% de las cámaras instaladas, espero que para finales de este año hayamos concluido la instalación. También se evalúa a todo el personal y de forma permanente recibe cursos internos y de instituciones académicas como la UNAM.
¿En qué condiciones se entregará el ISSSTE al final de su gestión en 2018?
— Se va a entregar un ISSSTE más moderno, más eficiente, más humano, porque estamos trabajando para cumplir las indicaciones dedl presidente Enrique Peña Nieto y porque no lo estamos haciendo de manera unipersonal, arbitraria, sino de manera armónica, dialogada, acordada.
La reducción en tiempos que impulsa el Presidente de la República evita complicaciones que generan molestias en los pacientes y altos costos en la institución, porque una enfermedad atendida con oportunidad puede reducir sensiblemente el costo del impacto financiero.