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Tapachula, Chis.— Migrantes extracontinentales pagan entre 20 mil y 25 mil dólares a los traficantes de personas que los trasladan de forma irregular de Brasil a Estados Unidos, informó el vocero de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, Jorge Aguilar.

A esta cantidad se le debe sumar el boleto de avión de la República Democrática de El Congo a Brasil —de donde es el mayor número de migrantes africanos— por más de 100 mil pesos, así como los costos de hospedaje y comida en los países donde transitan.

El oficial guatemalteco recordó que a finales de junio se implementó el Operativo Mesoamericano de manera conjunta con nueve naciones de Centro y Sudamérica, Estados Unidos y México, para desarticular una red de traficantes de personas provenientes de África y Asia, y se logró la detención, en Guatemala, del presunto cabecilla Hugo “N”, y de dos cómplices, quienes se encargaban de coordinar los traslados continentales de los africanos.

De acuerdo con la PNC, la investigación se inició en 2014 tras una denuncia de la embajada de Estados Unidos, al detectarse el incremento de migrantes africanos y asiáticos que ingresaban a ese país apoyados por una red de coyotes trasnacionales.

La estructura criminal captaba a los migrantes en Brasil, provenientes de Afganistán, Pakistán, Nepal, Bangladesh y otras naciones africanas, a quienes cobraban de 20 mil a 25 mil dólares por transportarlos vía marítima o terrestre hasta llegar a Tecún Umán, fronterizo con México, donde ingresaban de manera ilegal por el río Suchiate a bordo de embarcaciones con neumáticos y tablas hasta llegar a la ciudad, donde se entregaban al Instituto Nacional de Migración (INM) para tramitar los salvoconductos que les permitían llegar hasta Estados Unidos.

Aguilar explicó a EL UNIVERSAL que estos grupos criminales abandonaban a sus víctimas en el camino o los secuestraban.

Se reportó que en algunos casos fallecían durante el trayecto debido a que realizaban largas caminatas bajo condiciones climáticas adversas.

Este año, el flujo migratorio de asiáticos y africanos se incrementó en el país de mil 100 extracontinentales rescatados a 2 mil 153 en lo que va de 2016.

De acuerdo con las leyes guatemaltecas, estos migrantes africanos no son detenidos por las autoridades, sino trasladados hacia albergues gubernamentales y luego expulsados por la frontera más cercana por donde entraron o deportados a sus países de origen a través del Instituto Nacional de Migración.

A pesar de que la Policía Nacional Civil de Guatemala mantiene operativos constantes en carreteras de la frontera con Honduras para detectar actividades ilícitas, en la frontera sur de México migrantes extracontinentales saturan hoteles, restaurantes, tiendas de ropa, agencias de viaje, casas de cambio, peluquerías y empresas de envíos de dinero.

Durante un recorrido por el primer cuadro de la ciudad se observó una gran cantidad de extranjeros provenientes de África, Asia, Cuba, Haití y a muchos centroamericanos, estos últimos quienes piden dinero para poder llegar a Estados Unidos.

Para los habitantes de esta localidad conocida como La Perla del Soconusco, no es común ver a tanto migrante africano, lo que ha provocado temor e incertidumbre.

Para los comerciantes del primer cuadro de la ciudad, estas personas han reactivado la economía en este sector de la ciudad.

Para la señora Elvina, propietaria de una cocina económica, la llegada de estos migrantes africanos significa una bendición, puesto que diariamente en su estrecho negocio atiende a unos 25 clientes de Somalia, Nepal, Pakistán, Bangladesh, El Congo, Mali, Senegal, Haití y Cuba, entre otros extranjeros que esperan tramitar su salvoconducto en el Instituto Nacional de Migración.

En un principio fue difícil comunicarse con ellos debido al idioma; sin embargo, le escribieron una hoja con el menú en palabras claves en su idioma como el arroz, que en Somalia le llaman bris; pescado-malay; carne-sukar, y espagueti-macarrón.

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