Más Información
Andrés Clara Rosas, el marino más antiguo del Buque Escuela “Cuauhtémoc”; acumula 24 travesías en 9 países
Exhorta PRI al gobierno redoblar esfuerzos para evitar exclusión del T-MEC; podría traer graves riesgos a la economía nacional
Posibles deportaciones masivas requieren acciones inmediatas: PRI; reducción de presupuesto del INM agrava situación
Diputada de MC propone despenalizar sustancias psicoactivas; cobrar impuestos al mercado de drogas recaudaría más de 1 bdp, calcula
justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
La Iglesia católica en México afirmó que los hijos de parejas del mismo sexo o de matrimonios igualitarios son los más afectados cuando se lleva a cabo un enlace de esa naturaleza.
A través del semanario Desde la fe, publicó las afectaciones sicológicas que pudieran tener los hijos de parejas del mismo sexo.
La publicación forma parte de la serie “¿Por qué la Iglesia se opone a la iniciativa del Presidente que promueve el 'matrimonio igualitario'?”.
Según con lo expuesto en ella, la Iglesia está preocupada por el daño físico, emocional y espiritual que conllevan las relaciones homosexuales.
Explicó que el matrimonio gay no tiene una adecuada estabilidad emocional y que las parejas del mismo sexo que deciden tener hijos naturales, a través de inseminación artificial o subrogación materna, se enfrentan a celos, resentimientos y rupturas por decidir quién de los dos será el que done el semen o prestará el vientre.
“Cuando hay papá y mamá, cada uno tiene un rol definido y realiza actividades distintas con sus hijos. Cuando hay dos mamás o dos papás, ambos compiten, consciente o inconscientemente, por ser la mamá o el papá favorito. De un matrimonio gay los afectados sicológicamente son los hijos”.
Citó la publicación del 25 de enero de 2015 en el British Journal of Education, Society & Behavioural Science, autoría de Paul Sullins, en la que concluye que los problemas emocionales de los hijos de parejas del mismo sexo son más del doble respecto de aquellos cuyos padres son heterosexuales.
La Iglesia consideró que la adopción no debe estar motivada por un vacío en la pareja, sino para hacer un bien. “Por diversas circunstancias, hay niños criados por mamás o papás solteros, divorciados o viudos, pero nadie considera que sea la situación ideal”, afirmó.