Isabel Crowley, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo un llamado para que familias, empresas, gobierno y sociedad concreten un movimiento contra el trabajo infantil, situación en la que se encuentran en el país 2.4 millones entre los 5 y 17 años de edad, paralelamente a que un millón de menores de edad no reciben educación.

Esta situación, incrementa el riesgo de pobreza y desigualdad, por lo que se tiene que atacar el fenómeno que en parte se debe a la falta de oportunidades educativas, dijo la funcionaria durante la entrega.

"La inasistencia escolar está ligada a factores económicos incluyendo el trabajo infantil, por lo que tenemos que multiplicar y conjuntar esfuerzos, porque realmente esa la única forma en la que vamos a coincidir para erradicarlo", subrayó Crowley durante la entrega del Distintivo México sin Trabajo Infantil.

Durante el acto encabezado por el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida, la representante del Unicef, se manifestó en contra de que el trabajo infantil se vea como normal y sea aceptado socialmente, "puesto que pone en riesgo los derechos de los niños, niñas y adolescentes, porque les impide aprender, crecer, jugar, descansar y desarrollarse a su pleno potencial".

Ese fenómeno, insistió, "es una manifestación de la pobreza, de la vulnerabilidad y exclusión social a la que se enfrentan un buen número de familias en México" y representa una vía para el apoyo familiar y para sobrevivir, pero eso finalmente afecta al desarrollo de las personas.

En la ceremonia, en la que estuvo el subsecretario de Previsión Social, Ignacio Rubí, Thomas Wissing, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, coincidió con Crowley y consideró que no hay soluciones mágicas para erradicar el trabajo infantil y que éste no es una solución a la pobreza o desigualdad. "Si lo fuera, ya no tuviéramos trabajo infantil, ni pobreza".

Lo que sucede, dijo, es que se perpetúan los círculos viciosos de pobreza, carreras truncas, trabajo mal pagado, lo cual se da cuando son adultos y los hijos también tendrán que trabajar para completar los gastos y así se sigue por décadas, sin solución.

Insistió que entre otros problemas que derivan del trabajo infantil es que se pone en riesgo la salud física y mental de los menores de edad, así como su desarrollo educativo. Se violan sus derechos a la salud, educación y tiempo libre.

Alfonso Navarrete Prida, indicó que la cifra más reciente de menores en actividades laborales se ubica en 2.4 millones, a diferencia de los poco más de tres millones que se tenían cuando inició la presente administración.

En la entrega de los citados distintivos a 56 empresas, asociaciones civiles y dependencias gubernamentales que implementaron políticas de responsabilidad social para prevenir y erradicar el trabajo de menores, el funcionario insistió:

“Desde 2014 se asumió el compromiso de proteger a la niñez de trabajo, como política de estado, se generó una Comisión Intersecretarial para que no quedaran aisladas las políticas de lo que hace el DIF, de lo que hace Sedesol, de lo que hace la Secretaría del Trabajo, de lo que hace la Secretaría de Salud.

“Nos hemos unido en este tema, hemos generado un programa y hecho un planteamiento de trabajo, al tiempo de replicar esa Comisión Intersecretarial en cada uno de los estados para que funcione nuestro sistema republicano, y de eso debemos generar estímulos de los buenos".

Por eso, señaló, la importancia de distinguir a quienes si hacen ese esfuerzo, abramos convocatorias a quienes pueden plantar una bandera blanca en su centro de trabajo y decir está libre de trabajo infantil.

jram

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