Juan Ramón de la Fuente presentó este lunes en la universidad española de Alcalá de Henares las jornadas internacionales Estado, nación, identidades y representaciones en la globalización: el reconocimiento de las diferencias, coordinadas por el Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos (IELAT), del que De la Fuente es presidente de honor.

El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) inauguró las jornadas junto al rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Fernando Galván, y el director general de la División Global Santander Universidades, José Antonio Villasante.

Entre los tres plantearon los grandes retos a los que se enfrenta la universidad en un mundo que exige cada vez mayor flexibilidad y donde los saberes científicos en gran medida parecen haberse liberado de la supervisión de los conocimientos humanísticos. “La universidad debe hacer una autocrítica”, planteó De la Fuente.

Después del acto institucional, De la Fuente cruzó al otro lado y participó en el primer acto del día, un diálogo con el profesor español José Álvarez Junco, en el que reflexionaron sobre el futuro de las naciones y los nacionalismos en un contexto ambiguo: mientras estos conceptos han perdido vigencia en el campo del análisis académico, conservan un peso decisivo en la discusión política, con tensiones como las causadas en España por el proyecto secesionista catalán, o las ambiciones británicas de abandonar la Unión Europea.

Pero la vieja Europa no es el único territorio en el que los nacionalismos generan tensiones divisorias. De la Fuente, recordando la extrema emocionalidad que sirve de motor a los nacionalismos, destacó a Donald Trump y “la amenaza del proceso electoral de Estados Unidos, con un candidato que se ha envuelto en una bandera de emocionalidad bárbara que no entra en el ámbito de la racionalidad, a pesar de lo que sigue sumando apoyos”. El psiquiatra y ex secretario de Salud de México condenó “la necesidad que históricamente han tenido los nacionalismos de tener héroes y villanos para generar esta emotividad que los alimenta”.

“Con Trump los villanos hemos sido los mexicanos, a los que nos quiere encerrar mediante un muro, los chinos y los que él considera losers”, dijo el ex rector.

La intervención de Álvarez Junco, catedrático emérito de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Políticos y Sociales, giró alrededor de la necesidad de superar las naciones como base de reclamaciones y derechos, por entender que éstas “son unos sujetos históricos que han cubierto una cierta etapa”. A esta provocadora propuesta, De la Fuente le opuso la necesidad de definir cuál debe ser entonces el nuevo paradigma: ¿con qué sustituir a las naciones si ya no son válidas para enfrentarse a los desafíos de nuestro tiempo? Tras debatir sobre las ramificaciones de esta incógnita planteadas en sus respectivos libros (¿A quién le importa el futuro?, De la Fuente, y Dioses Útiles. Naciones y nacionalismo, Álvarez Junco), la respuesta del historiador español fue tajante: la heterogeneidad y los individuos como portadores de derechos están llamados a tomar el relevo de la nación.

lsm

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