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ruth.rodriguez@eluniversal.com.mx
En junio próximo arranca el primer paso del Sistema Universal de Salud en México, con el que una persona podrá ser atendida en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y de las secretarías de Salud federal y estatales, sin importar a cuál de estas dependencias se encuentra afiliada.
Gabriel O’Shea Cuevas, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), adelantó a EL UNIVERSAL la puesta en marcha de lo que se conoce como el Sistema Universal de Salud, que consistirá en el intercambio de 700 servicios médicos que son las afecciones más comunes entre la población mexicana.
En una primera fase, las dependencias federales y estatales podrán intercambiar pacientes dentro de un cuadro inicial de 100 intervenciones médicas (que equivalen a 700 enfermedades o servicios), entre las que destacan: pancreatitis aguda, neuropatía diabética, tratamiento quirúrgico de condilomas, miomectomía, sustitución total de cadera y de rodilla, así como la atención al labio leporino y paladar hendido.
El doctor O’Shea Cuevas explicó que este nuevo esquema permitirá, por ejemplo, que cuando un paciente del Seguro Popular no pueda ser atendido en los hospitales de la Secretaría de Salud (Ssa) federal o en las dependencias estatales, podrá ser transferido a otros hospitales del IMSS o de ISSSTE, o viceversa.
Esta medida va acompañada de acciones que buscan acotar a los gobiernos estatales en la compra de medicamentos y en el uso de los recursos del Seguro Popular destinados al reforzamiento de la infraestructura hospitalaria y al personal de salud.
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, volvió a tocar el tema del Sistema Universal de Salud, ¿cuál es la parte que le corresponde al Seguro Popular?
—Sin duda, el hecho de intercambiar servicios, en los próximos meses nos va a ayudar a cómo facturar, cómo enseñar a cobrar, nos va a enseñar a enviar pacientes a instituciones en el IMSS, ISSSTE y en los hospitales de la Ssa, al tema de referencia y contrarreferencia de nuestros pacientes. Este es todo un tema que hay que aprender a hacerlo.
En unos días más, el secretario de Salud, José Narro Robles, estará firmando con los mandatarios estatales, a través de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el acuerdo de coordinación nacional, y a partir de ahí se derivaran los acuerdos específicos.
Lo que se trata aquí [en el intercambio de pacientes] es de aprovechar la infraestructura que se tiene y el equipamiento médico, lo que disminuirá costos, porque me he dado cuenta que hay aceleradores lineales en el país que están subutilizados. No hay necesidad que otra institución adquiera un acelerador de 140 millones de pesos, si ya se tiene uno a dos cuadras que pueden utilizar todos.
Vamos a empezar a intercambiar recursos. Por ejemplo, en Baja California Sur no hay un hospital de cáncer. ¿Qué hace el IMSS con sus pacientes de cáncer?, les paga el boleto de avión y el hospedaje y los manda a tratarse a Tijuana.
El ISSSTE hace lo mismo. Igual el Seguro Popular, subrogamos el servicio a otro estado, a otro centro de oncología. Estamos a semanas de empezar a construir un centro de oncología en La Paz, que no se justificaría, de acuerdo a mi número de pacientes del Seguro Popular, pero se justifica por los del IMSS y por los del ISSSTE, de esa manera, ese centro será utilizado por las tres instituciones, ese es un gran ejemplo, y será el inicio de esto.
¿Es el inicio del Sistema Universal de Salud en México?
—Hacia allá vamos a caminar, ese es el intercambio de servicios. Por ejemplo, en el Estado de México se acaba de inaugurar el Centro de Discapacidad Visual en Naucalpan, le digo, porque soy oftalmólogo, está bien equipado y podrá dar servicio a los afiliados del IMSS y del ISSSTE.
¿Cómo se pusieron de acuerdo con los estados y cómo pagarán este intercambio de servicios entre las tres instituciones de salud?
—Estamos en estas semanas recogiendo de cada estado, qué ofrecen y qué necesitan, y de allá para acá igual, por ejemplo, yo te ofrezco hemodinamia y te voy a atender tantos pacientes del IMSS o viceversa. Ese será el intercambio de servicios que es un gran paso hacia este Sistema Universal de Salud. Este es un intercambio que sólo se llevará con el IMSS, ISSSTE y la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, en donde se negociaron los tabuladores y nosotros somos los garantes, porque tenemos los tabuladores más bajos.
¿Esto se podrá lograr?
—Que faltan muchas cosas, es cierto, lo entiendo, pero a mí me parece que es un buen inicio para quienes hacemos salud pública y siempre hemos soñado con un sistema universal de salud.
La salud en este país no debe estar ligada a mi situación laboral, sino basada en que todo mexicano, por serlo, debe tener acceso a los servicios a la salud, y me parece que este Sistema Universal de Salud es un gran paso para ello.
¿Cuántas intervenciones serán?
—Serán 100 intervenciones (700 enfermedades) en donde hemos llegado a un acuerdo en el tabulador, con las que comenzaremos el intercambio de servicios, dependerá de cada estado y de sus necesidades.
Ese es el gran problema, porque es muy distinto un tabulador del IMSS o del ISSSTE o de la Secretaría de Salud, por lo que hay que llegar a negociar, ¿Tú cuánto me vas a cobrar por un parto? Yo cobro tanto.
¿Quién es el más caro? —se le preguntó a Gabriel O’Shea, quien es oftalmólogo con una subespecialidad en trasplante de córnea.
—Depende de cada intervención, pero nosotros somos los más baratos, porque el Seguro Popular es un instrumento financiero, no tenemos un gran aparato administrativo, no tenemos guarderías ni pensiones; el IMSS y el ISSSTE sí, y en sus costos siempre le suman esto.
¿Cómo se eligieron las intervenciones médicas que realizarán?
—Se hizo un muestreo y cuáles eran las que coincidían con los tabuladores, y las más frecuentes. Además, cada estado ofertó lo que podía atender y lo que necesitaba. Todas las instituciones están de acuerdo en algo: lo que ofrecen, lo cubren, al igual que en la calidad de la atención y la seguridad que deben ser iguales en todos los hospitales.
Por ejemplo, el ISSSTE de Nuevo León quería cáncer de mama a través del Seguro Popular, pero le diría que no, porque no tengo la capacidad para atención y no le daría una buena atención a sus pacientes. Hay estados que son más resolutivos porque tienen más capacidad de hospitales y médicos.
¿Qué otras acciones de salud realiza el Seguro Popular?
—En estos tres años al frente del Seguro Popular ya tenemos 57 millones de afiliados en México, y tenemos un padrón móvil no fijo, porque hay gente que a lo mejor en estos momentos tiene IMSS o ISSSTE. Aunado a ello, desde el año pasado se inició la depuración del padrón de afiliados, en donde hay4 millones 870 mil personas que han duplicado servicios entre el IMSS, ISSSTE y Ssa. Este año estaremos depurando un millón y medio.
También en este año se les termina la póliza del Seguro Popular a cerca de 17 millones de afiliados, por lo que hay que reafiliarlos.
¿Una evaluación de estos tres años al frente del Seguro Popular? ¿Ha habido cambios en la ley, han tenido llamadas por la Auditoría Superior de la Federación?
—Estos tres años nos hemos dedicado a revisar y a modificar la Ley General de Salud para tener más control del dinero, porque este sistema que tiene 14 años de vida, es un sistema joven que ha entrado a la adolescencia, y como a cualquier adolescente, hay que jalarle las orejas e irlo ajustando, hay que ir viendo dónde está flojo y dónde apretarlo más.
Hoy obligamos a que el dinero llegue a las secretarias de Finanzas de los estados y sólo tienen cinco días para pasarlo al Sistema de Protección Social de Salud. Este año, 97% de todas las entidades federativas cumplió. Me parece que ha sido exitoso, y no es 100%, porque Tabasco sigue teniendo un problemita.
Otro de los cambios que hicimos es transformar el dinero en especie en los estados, en este 2015 se entregó en especie 2 mil 272.8 millones, lo que significó que a través de las compras consolidadas se adquirieron las vacunas y los métodos anticonceptivos, eso nos asegura que en las clínicas se tengan disponibles estas dos, y no haya deficiencias o carencias.
¿Cómo se canalizan los recursos del Seguro Popular a los estados?
—De cada peso que se manda a los estados, 40% se usa para contratar médicos, enfermeras y personal administrativo; 30% para comprar medicamentos; 20% se utiliza para medicina preventiva, y 6% para que funcione la oficina del director del Seguro Popular en cada estado.
A partir de 2015, 30% es para medicinas, lo que equivale a 17 mil 886 millones de pesos, que no se manda a los estados, abrimos 32 cuentas de Tesofe en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y cada estado tiene su cuenta.
Antes me decían, comisionado, compré tanto de medicamento y no era cierto, pero ahora, para acceder a este dinero, tienen que traer la factura electrónica a la Secretaría de Hacienda y ahí se les paga. Esto no causó mucha gracia en los estados, pero era un paso importante que dar. De esa manera he forzado a las entidades a comprar con ese dinero las medicinas.
¿Hay quienes acusan al Seguro Popular de saturar los hospitales?
Cuando me preguntan si el Seguro Popular hizo que se saturaran los servicios de urgencias, les respondo que este sistema no llegó con 57 millones de mexicanos, esos estaban ahí.
El Seguro Popular ha venido a disminuir el gasto de bolsillo de las familias en 11 puntos.
Antes de la creación de este seguro, de 10 niños con leucemia se morían siete porque no había tratamientos de quimioterapia, no había forma de que la gente pudiera pagar.
La meta en los dos años y medio que faltan será consolidar el intercambio de servicios entre instituciones, que si bien empezará no a unirnos en este sistema fragmentado de salud, sí nos acercará para conocernos más, lo que sin duda será un paso hacia el Sistema Universal de Salud, así como mejorar la calidad en la atención de los servicios médicos.