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En México, la fiebre del chikungunya cobró la vida de sus primeras cuatro víctimas, de acuerdo con la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.
De enero de 2015 —fecha en que se contabilizaron los primeros casos autóctonos de esta enfermedad considerada discapacitante— al 26 de febrero de este año suman un total de 11 mil 577 contagios y cuatro fallecimientos.
El chikungunya es un virus que se transmite por la picadura de mosquitos como el Aedes aegypti y el Aedes albopictus, el mismo que puede ocasionar dengue o zika. La enfermedad provoca fiebre alta, dolor en las articulaciones, dolor de cabeza y muscular.
Según el reporte epidemiológico más reciente sobre el chikungunya, Veracruz ha desplazado a Guerrero y Chiapas, que eran los estados que registraban más contagios, al tener 2 mil personas infectadas por este vector.
Le siguen Guerrero, con mil 673; Yucatán, mil 627; Michoacán, mil 606, y Oaxaca, con mil 190 casos.
El reporte fechado el 29 de febrero de 2016 confirma el fallecimiento de las primeras cuatro personas, ocurridos a finales de 2015 por esta enfermedad; las víctimas vivían en los estados de Veracruz, Sonora, Oaxaca y Michoacán, respectivamente.
Indica que Tlaxcala, Querétaro y la Ciudad de México son los únicos puntos del país que no tienen la presencia de este mosquito.
En México, el “pico más alto” de la enfermedad comenzó durante abril de 2015, cuando pasó de 475 pacientes a más de mil.
Expansión del virus. El informe precisa que en lo que va del presente año se han contabilizado 140 casos de chikungunya y cero defunciones. Veracruz continúa a la cabeza con el mayor número de contagios a nivel nacional, seguido de Guerrero, Nayarit y Quintana Roo.
Los primeros brotes autóctonos de chikungunya en el territorio nacional se confirmaron en enero de 2015 y a lo largo de ese año los casos comenzaron a extenderse hasta llegar actualmente a 28 estados.
Aunque rara vez provoca la muerte, de acuerdo con los expertos médicos, el dolor en las articulaciones a causa de la fiebre del virus puede durar meses o años, y en ocasiones convertirse en un dolor crónico y causar discapacidad para algunas personas.
No existe un tratamiento específico ni una vacuna disponible para prevenir la infección de este mal.
Por ello, desde el año pasado las autoridades de salud han focalizado sus baterías en la prevención de la enfermedad al pedir a la gente la reducción de depósitos de agua que puedan servir como medio de reproducción del mosquito (llantas abandonadas, floreros o cubetas).
Recomendaron también exponerse lo menos posible a estos vectores mediante el uso de repelentes y camisas de manga larga.
Los principales síntomas —que aparecen entre los cuatro y ocho días posteriores a la picadura del mosquito— son muy parecidos a los que provoca el dengue o el zika, es dolor muscular, articular o de cabeza, cansancio, náuseas y erupciones cutáneas.
El chikungunya es una palabra del idioma kimakonde que significa “doblarse”. Describe la apariencia de las personas que padecen esta enfermedad debido a los fuertes dolores de articulaciones que presentan.
