Una fría mañana de 1969, Jorge Mario Bergoglio, de unos 33 años de edad, ingresó a la curia diocesana acompañado de varios sacerdotes que semanas anteriores habían organizado una visita a la zona de norte de Chiapas, a la Misión de Bachajón, de los Jesuitas.
Por el clima, no reparó el joven Bergoglio. Estaba acostumbrado al invierno de Buenos Aires, pero después de descansar unas horas, los jóvenes sacerdotes tenían que entrar a la selva Lacandona, para recorrer en una jornada de un día el tramo que va de San Cristóbal de las Casas a Bachajón, entonces un camino donde solo circulaban carretas tiradas por bueyes y mulas cargadas con provisiones para las comunidades.
Los jesuítas usaban camiones Jeep todo terreno para pasar los caminos en partes lodosas o los arroyos y ríos.
Para llegar de la ciudad de México a Chiapas, en ese tiempo únicamente se podía hacer a través de los camiones de la la línea Cristóbal Colón.
Quien cuenta la historia dice, que es casi seguro que esa ocasión Bergoglio, que en 1969 había sido ordenado sacerdote, intercambió saludo con el obispo Samuel Ruiz García, 14 años mayor que el argentino y con una década al frente de la diócesis.
Se desconoce si el joven sacerdote, que llegó a ser el máximo líder de la iglesia católica regresó en una segunda ocasión a Chiapas, antes de proseguir otros estudios.
La Misión de Bachajón fue fundada en diciembre de 1958 por la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, para atender a indígenas tzaltales de cientos de comunidades de la zona norte.
Este lunes, Bergoglio llega a San Cristóbal de las Casas, con 80 años de edad, para oficiar una misa en el Deportivo Municipal, donde se calcula la asitencia de unas 90 mil personas, para luego saludar a 500 enfermos y 500 ancianos en la Catedral.
En la Catedral visitará la tumba del obispo Ruiz García que se encuentra en la diócesis, desde el 2011.
jcra