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politica@eluniversal.com.mx
El papa Francisco escogió el Hospital Infantil de México Federico Gómez porque quiere estar con los niños enfermos y, en particular, con los de ese centro, debido a que 93% de los pacientes provienen de las familias más pobres del país.
Con la llegada del Pontífice argentino, este hospital, con reconocimiento y liderazgo a nivel internacional, será por segunda vez visitado por un papa.
El Hospital Federico Gómez, que cumplirá 73 años, es considerado el mejor en atención pediátrica en América Latina.
A partir de las primeras reuniones que ha sostenido José Alberto García Aranda, director del Hospital Infantil de México, con el personal del Vaticano encargado de la visita que el Sumo Pontífice realizará a nuestro país del 12 al 17 de febrero de 2016, comenta que el Papa es una persona muy sencilla y no quiere reuniones ni encuentros oficiales en el hospital, “lo que quiere es pasar tiempo con los niños”, dijo.
Sin poder revelar detalles del recorrido del Papa, por cuestiones de seguridad, el director considera que su llegada dará esperanza a muchos niños que se encuentran enfermos.
En el hospital se atiende a pacientes de todas las religiones y creencias, por lo que garantiza que serán muy respetuosos de su situación.
Aun así, dijo que para un niño de la religión que sea Francisco no deja de ser todo un personaje que amerita que lo conozcan.
Hace 17 años a José Alberto García Aranda, cuando tenía 33 años y era responsable de una jefatura de departamento, le tocó formar parte del grupo de médicos que recibieron a Juan Pablo II en ese mismo lugar, en 1999.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario anticipa que cumple siete años al frente del Hospital y que durante la visita de Francisco no va a haber privilegios ni de niños enfermos ni de personal o invitados especiales para estar en la visita que les hará el obispo de Roma.
“Todos los niños son iguales, y lo único que los unifica e identifica es que están enfermos”, asegura.
¿Cómo van con los preparativos para la visita del Papa al hospital?
—Sólo sé que viene el día 14 de febrero, pero aún no sabemos a qué hora ni cuánto tiempo se quedará en el recorrido por el lugar.
¿Por qué cree que al Papa le llamó la atención visitar este hospital?
—Creo que es el reconocimiento que tiene el hospital, por los diferentes programas en beneficio de los niños y algo más importante y que impacta a cualquiera es que tratamos solamente niños pobres. Aquí lo que pagan es en relación con una cuota de recuperación que depende de un estudio socioeconómico que se le hace a la familia. Del total, 93% de los pacientes que vienen aquí no pagan nada o muy poquito y el servicio puede ser un trasplante de hígado y no pagar nada.
¿Qué áreas le gustaría que conociera el Papa?
—Pediría que viera cualquier área donde hubiera niños, porque hasta donde entiendo él quiere estar en contacto con niños enfermos, y cualquiera sería la mejor. No tengo preferencia por algún grupo en especial, todos los niños que están aquí tienen padecimientos crónicos, son niños que tienen enfermedades muy complejas y, aparte de todo, son pobres.
¿Cuáles son las principales enfermedades que aquejan a los niños de este hospital?
—Cáncer, problemas del corazón, enfermedades endocrinológicas producto de la obesidad y la diabetes, padecimientos del hígado y del riñón, niños que requieren trasplantes y problemas neurológicos, que es la principal causa de consulta en este lugar.
Además, tenemos niños con programas de rehabilitación especial; por ejemplo, tenemos un programa para aquellos bebés que nacieron prematuros y que tienen problemas de sus pulmones; también se da hemodiálisis.
¿Cuántas especialidades se tienen en este hospital?
—Son 47 especialidades pediátricas las que se tienen en este lugar y trabajan 2 mil 700 personas, 254 de los cuales son médicos y 900 enfermeras.
¿Cuántos pacientes se atienden?
—Nosotros vemos 800 consultas todos los días, lo que nos da un total de 250 mil consultas al año de todas las especialidades. Hay niños, provenientes de diferentes estados del país, que son hospitalizados, alrededor de 6 mil al año, y la mitad de ellos son por cirugías complejas: del corazón, del cerebro, del pulmón, etcétera. En el edificio principal, los pisos tercero y cuarto, así como en el edificio nuevo, primero y segundo, son de hospitalización.
Se trata de un centro grande y que ha crecido mucho en los últimos años debido a la inversión federal, pero también a las aportaciones de instituciones privadas y del patronato. A mí también me gustaría que el papa Francisco conociera los cuadros de Diego Rivera, pero sé que está fuera del alcance por el tiempo con el que viene.
¿Cómo se siente luego de que el Papa escogió este hospital y no otros que también hay en México?
—Creo que este Papa tiene una característica especial: es un jesuita y tiene como imagen a San Francisco, alguien de mucha bondad. Él no podía dejar de visitar a niños enfermos y, claro, los pudo ver en otros lados, pero no es raro que venga a visitarlos aquí al hospital. ¿Por qué escogió éste?, la verdad, no lo sé, quisiera entenderlo de otra manera: que Dios haya hecho el gran milagro de que viniera y probablemente sea por la gran trayectoría que tenemos de trabajo, la experiencia de un Papa que vino antes... Lo que sé es que su visita dará una enorme alegría a los niños enfermos. Además que será una visita para los niños, para los papás de estos pequeños y para los trabajadores
¿Cómo va a controlar el acceso de los padres de familia, incluso de los mismos trabajadores que buscarán estar cerca del Papa?
—No lo sé, porque todavía no lo hemos visto con el Estado Mayor y con la gente de seguridad del propio Papa. Lo que sí le digo es que aquí en el hospital siempre está un papá o una mamá acompañando a su hijo las 24 horas. Se tiene un albergue para los padres que no tienen donde dormir. Además, no creo que quieran que estén sólo los niños sin sus padres, pero no lo sé.
¿Hay algún trabajador que se le haya acercado para pedirle estar en ese momento?
—Los 2 mil 700 quieren estar cerca y no sé cómo le voy a hacer porque tenemos limitaciones de espacio y también por la seguridad misma del Papa.