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En México, al igual que otras naciones de Latinoamérica, existe optimismo sobre el impacto de los cambios impulsados en los sistemas educativos en los últimos 10 años; 41% de los maestros, responsables políticos y expertos en la investigación sobre el tema ven progresos, no así en el promedio mundial, en donde 34% de los consultados así lo consideran.

Cuando se les preguntó sobre el impacto para mejorar la calidad de la enseñanza, 13% consideraron que las escuelas de primaria y secundaria preparan adecuadamente a los jóvenes para el éxito laboral. Esa cifra está por debajo de 33% de la satisfacción en el resto de las naciones, revela la encuesta “Conectando la educación con el mundo real”, que se da a conocer al inicio de la Cumbre Mundial de la Innovación en Educación (World Innovation Summit for Education, WISE 2015).

El sondeo basado en la opinión de los mil 500 asistentes a la reunión, entre ellos rectores, maestros y responsables de políticas públicas en gobiernos y agencias como la OCDE y el Banco Mundial, enfatiza este año en la relación de la educación con el éxito laboral y el uso de las nuevas tecnologías.

En Qatar, la capital de uno de los países con mayor ingreso per cápita por persona, por sus ingresos petroleros y extracción de gas natural, los especialistas que se dan cita han dicho que en siete de cada 10 casos (69%) el trabajo de las universidades y no el de las empresas es lo que podría asegurar que los estudiantes tengan éxito en su primer trabajo.

Sólo 39% cree que los colegios en sus territorios están preparando adecuadamente a los estudiantes para el mercado laboral, e incluso un porcentaje menor (23%) afirma lo mismo sobre las escuelas de primaria y secundaria.

Para los países de Latinoamérica las calificaciones son “sensiblemente inferiores” que la media en el mundo, con 11% de los encuestados que se dicen satisfechos con los sistemas educativos en general.

Cuando se les preguntó su valoración sobre el nivel de aprendizaje que se ofrece en las universidades, 41% consideraron que permite a los alumnos tener éxito en su empleo, lo que significa dos puntos por arriba del promedio internacional (39%).

Del total de los consultados a nivel mundial, 38% alude a la “ineficaz” orientación vocacional; 31% subraya la calidad de los docentes y 18% señala
la falta de acceso a la tecnología.

Los participantes latinoamericanos en WISE 2015 enfatizan que mejorar la calidad de los maestros es una de las necesidades más importantes en la región, lo mismo que incrementar la participación de los padres de familia.

Son menos proclives a considerar que las pruebas, como las impulsadas en México a estudiantes y profesores son problemáticas, y consideran que tampoco lo es el tamaño de la matrícula en las aulas de los planteles escolares.

“Muy pocos creen que los docentes son tratados con respeto: 27% frente a 36% mundial, y son menos propensos a estar en desacuerdo en cuanto a que los maestros sepan cómo integrar la tecnología en el aula (14% frente a 23%)”, señala el documento.

Para seis de cada 10 (57%) proporcionar salarios superiores es “la clave estratégica para retener y atraer profesores. Tres cuartas partes identifica mayores oportunidades de desarrollo profesional como la estrategia clave para atraer y retener a maestros de alta calidad”.

En la educación básica se agrega que 29% advierte la necesidad de un contenido más riguroso o mejorar el plan de estudios, y 32% subir la proporción del financiamiento.

Julia Gillard, ex primera ministra de Australia y actual presidenta de la Asociación Mundial para la Educación (Global Partnership for Education), plantea la necesidad de alianzas entre el sector empresarial y las universidades para abrir espacios de primer empleo a los jóvenes, lo mismo para la educación superior, que “siempre requerirá financiamiento gubernamental para formar graduados equilibrados y bien preparados para las actividades del futuro”.

Alan Krueger, quien presidió el consejo de asesores económicos del presidente estadounidense Barack Obama entre 2011-2013, asegura que “el éxito de un estudiante en su primer trabajo depende de muchos factores, y tanto empresas como universidades juegan un rol. A la hora de formar a los estudiantes es mejor si las compañías y los colegios trabajan juntos para asegurarse de que los cursos incorporen contenido del mundo real y soluciones a los problemas actuales”.

Afirma que la encuesta proporciona una clara evidencia de que los sistemas educativos “no están haciendo lo suficiente para preparar a los jóvenes para el mercado de trabajo. La ironía es que en un momento en que el cambio tecnológico está modificando rápidamente el mundo laboral, los sistemas educativos de muchos países están enfrascados en innovar y sacar todo el provecho de las oportunidades ofrecidas por las nuevas tecnologías”.

De entre los mil 500 consultados que se reúnen durante los próximos tres días para analizar estos temas, 80% señalaron que contratarían a un estudiante con “notas discretas”, que tuviera un práctica relevante, antes de que a un estudiante sin ninguna acción destacable.

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