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Kalundborg, Dinamarca
La situación de México en materia de diabetes preocupa a las autoridades de la Federación Internacional de la Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), por la oleada de casos que se registran. Sir Michael Hirst, presidente de esta organización civil que es la más reconocida a nivel mundial, advierte que se requieren de acciones urgentes que prevengan los costos de tratar amputaciones, pérdida de la visión y enfermedades hepáticas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, señala que, a nivel mundial, México se ubica en el sexto lugar de personas con este mal y si continúa con ese ritmo de avance en los próximos años subirá al quinto puesto.
En este punto coincide con el presidente de la farmacéutica Novo Nordisk, Lars Rebien Sorensen, quien dice que México es un país con una economía fuerte, pero tiene un “tsunami de obesidad”, que repercutirá en el incremento de pacientes con diabetes. La meta, dice, debe ser detener el índice de enfermos.
Afirma que no hay una solución fácil para frenar los casos de personas con el mal y hasta que todos los interlocutores entiendan la complejidad del problema se avanzará en detener el número de pacientes.
Para el presidente de una de las farmacéuticas líderes en medicamentos contra la diabetes, el desafío más grande actualmente es hallar la cura para esta enfermedad.
Reconoce que la epidemia del mal crece de manera abrumadora en el mundo. Con 33 años de experiencia dentro de esta empresa, asegura que las estadísticas empeoran cada año.
Un caso cada tres segundos. Según los últimos cálculos, más de 382 millones de personas tienen diabetes en el mundo se estima que la cantidad alcance los 593 millones para 2035.
“El reto de la diabetes global es una emergencia en cámara lenta, no podemos mostrarnos indiferentes a lo que está sucediendo. El mundo necesita despertar al reto”, asegura Lars Rebien.
Para Michael Hirst, de los 387 millones de pacientes con la enfermedad en el mundo, la mitad no lo sabe y cada tres segundos se diagnostica un nuevo caso.
El año pasado, comenta el experto, la diabetes causó 4.9 millones de muertes, por lo que se calcula que cada seis segundos fallece una persona debido a las complicaciones que provoca el mal. “86% de los diabéticos viven en países en vías de desarrollo”, comenta.
Desde su experiencia, la diabetes es un “tsunami que socavará la prosperidad de muchos países y sobre todo de las personas y de sus familias”.
Sobre el caso de México dice que la enfermedad representa un importante problema. “De acuerdo a mis datos, su país tiene entre nueve a 12 millones de personas diabéticas e igual número con probabilidades de tener esta enfermedad”, declara.
Desde su análisis, si bien la industria de los alimentos y bebidas es parte del problema, también debe ayudar a la solución.
En entrevista, en las instalaciones de la planta de insulina que abastece a la mitad de las personas con diabetes en el mundo, en Kalundborg, Dinamarca, el presidente de la IDF, miembro del Parlamento Británico —quien se interesó en la enfermedad desde hace 30 años cuando su hijo fue diagnosticado con diabetes tipo 1, reconoce que parte del problema de México radica en su frontera con Estados Unidos.
“Es ahí en donde se exporta la comida no sana que genera obesidad y que se convierte en diabetes”, comenta.
Para el activista, México debe enfrentar desafíos importantes si quiere frenar la “epidemia” de la enfermedad, causada por el sobrepeso y la obesidad.
Sin embargo, asegura, con las acciones establecidas está en la vía adecuada, pero tienen que trabajar a un ritmo más rápido en el tema de la prevención.
Recuerda que el aumento de casos se debe a estilos de vida poco saludables, como la ingesta de alimentos no nutritivos y la falta de actividad física, los cuales provocan sobrepeso y obesidad, factores de riesgo para desarrollar el mal.
Confía en que se pueda frenar la epidemia de la obesidad y la diabetes para 2025. Dice que para ello será importante el compromiso que los países tomen ante la Organización de las Naciones Unidas que acordarán los Objetivos del Desarrollo Sostenible como parte de la nueva agenda 2030.
Durante una visita a la planta de insulina de Novo Nordisk, directivos de esta empresa danesa revelaron que entre los planes está buscar que la insulina inyectable se cambie por pastillas. También, prevén que la insulina se aplique una vez a la semana y no todos los días. La tecnología más avanzada está en la fábrica que surte de medicinas a más de la mitad de los diabéticos en el mundo.
Para la compañía, México se ha vuelto un mercado importante por el número de diabéticos que tiene: 9 millones y se estima que hay un número igual en vías de tener la enfermedad. A nivel global, explica Michael Hallgren, jefe de la planta, se producen 385.8 millones de insulinas, la mitad se realizan a partir de la levadura para el pan, que se modificó genéticamente.
Asegura que en los últimos 10 años la producción de insulina se incrementó al doble, por lo que esperan que ésta se duplique en la próxima década, debido al número de casos de diabetes que hay en el mundo.