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pierre.rene@eluniversal.com.mx
Ante las reformas estructurales que impulsarán los sectores energético, automotriz, aeronáutico, ambiental y de telecomunicaciones, las universidades desarrollan programas y licenciaturas para atender las necesidades laborales de las empresas, que requerirán cada vez más de una mano de obra especializada, como la de los ingenieros y los técnicos superiores.
En septiembre, la Secretaría de Educación Pública (SEP) iniciará clases en seis nuevas universidades politécnicas y tecnológicas, las cuales ofrecerán programas de ingeniería y técnicos universitarios en energía, tecnología de información, nanotecnología y minería, entre otras.
Asimismo, las 110 universidades tecnológicas (UT) y 59 instituciones politécnicas (UP) que existen en el país incrementarán su matrícula a 310 mil estudiantes en septiembre, a fin de ofrecer una mayor oferta académica y nuevas posibilidades para los jóvenes que no logran ingresar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“Tenemos siete mil lugares disponibles para aquellos que deseen incorporarse en nuestras instituciones. Hay una oportunidad importante para aquellos jóvenes que deseen estudiar en nuestro sistema”, dijo Héctor Arreola, coordinador general de Universidades Tecnológicas y Politécnicas.
La idea, mencionó, es que durante el presente sexenio se abran 50 nuevas universidades en todo el país, para llegar a un total de 135 UT y 84 UP en 2018, las cuales atenderán a 400 mil estudiantes.
Arreola afirmó que en lo que va de esta administración abrieron 24 universidades, las cuales aumentaron en 120 mil la matrícula que había hace tres años, en 2012.
La oferta educativa de las Universidades Tecnológicas y Politécnicas se relaciona directamente con las necesidades de los sectores económicos del país, comentó el funcionario, sus áreas de aplicación se enfocan en las industrias de la electro-mecánica industrial, tecnologías de la información y comunicación, económico administrativa, química, alimentaria, textil, de servicios, salud, educación, marítimo pesquera, automotriz y aeronáutica.
En septiembre se abrirán tres universidades tecnológicas: en Calakmul, Yucatán; Mineral de la Reforma, Hidalgo y en Puebla. Además de otras tres politécnicas en Hidalgo, Nayarit y Mérida, Yucatán.
Una de las nuevas instituciones con mayor expectativas es la Universidad Politécnica de la Energía (UPE), ubicada en Tula, Hidalgo. Si bien inició operaciones en enero pasado con 153 estudiantes, duplicará su matrícula a partir de septiembre al tener ya registrado 350 alumnos para los turnos matutino y vespertino.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Elva Gutiérrez, rectora de la UPE, afirmó que la expectativa es muy grande debido a los retos que establece la reforma energética, con la que se espera la llegada de empresas extranjeras a México, que necesitarán de mano de obra calificada y muy especializada.
La UPE cuenta con una inversión de 35 millones de pesos otorgada por la SEP y el gobierno federal, y la donación de 22 hectáreas de terreno por el gobierno estatal y la alcaldía de Tula, para la construcción del primer edificio de esa universidad.
“En pocos días se dará inicio a la construcción de nuestro primer edificio que tiene una capacidad de 800 estudiantes, lo cual esperamos que para septiembre de 2016 tengamos cubierta 100% esta capacidad instalada”, comentó la rectora.
El sector energético está despertando un gran interés por parte de los estudiantes y ante las necesidades de esta industria, Héctor Arreola adelantó que para 2016 se planea abrir en Ciudad Acuña, Coahuila, una universidad politécnica especializada en la explotación de gas shale para atender esta área que el gobierno federal impulsa.
El boom también se siente en el Tecnológico Nacional de México (TecNM) que agrupa 266 institutos federales y descentralizados, así como centros de investigación. De acuerdo con Manuel Quintero, director de la institución, tiene una matrícula de 521 mil estudiantes y recibirá a 143 mil nuevos alumnos en el ciclo escolar 2015-2016.
Se espera que para 2018, 645 mil alumnos estudiarán en los diferentes campus. Explicó que se determinaron seis sectores estratégicos para desarrollar las licenciaturas y programas de formación: automotriz, aeroespacial, energético, agroindustria, tecnologías de la información y comunicaciones, así como ciencias ambientales.
Si bien las UT y UP forman 7.6% de los alumnos de educación superior nacional y 11% de los que estudian en ese nivel en instituciones públicas, el TecNM representa 19% de la matrícula de licenciatura nacional pública y capacita a 44% de los ingenieros.
Participación de la IP. Anualmente las instituciones de educación superior forman a más de 110 mil ingenieros, de los cuales ocho mil salen de las universidades politécnicas y otros 12 mil de las tecnológicas.
No obstante, las necesidades del sector industrial son mayores por lo que las instituciones desarrollan sus planes de estudio y sus programas con las empresas.
Asimismo, la Universidad Politécnica de la Energía colabora directamente con Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y otras 10 empresas del sector para desarrollar los programas en ingeniería petrolera, energía solar, logística y transporte, así como en seguridad de la industria energética.
Las instituciones especializadas en aeronáutica trabajan directamente con Safran y Bombardier. Lo mismo sucede con las universidades que ofrecen las ingenierías para el sector automotriz, quienes solicitan el apoyo de Volkswagen y Nissan, entre otras.
De hecho, el TecNM, las UT y las UP elaboraron con las empresas el modelo de educación dual, en el que los estudiantes realizan prácticas y su estadía final en las compañías para que al momento de egresar tengan experiencia laboral.
“En el caso de nuestro sistema, se hizo un convenio de colaboración entre Coparmex, la SEP y el gobierno de Francia para implementar en México el modelo de alternancia. Estaremos en colaboración con las empresas que están requiriendo de un perfil profesional. Vamos a iniciar con 12 universidades y 12 empresas francesas y vamos a definir los programas curriculares de las áreas del conocimiento que quieren que impulsemos. El estudiante va a estar becado por la empresa. Los están preparando para que se queden a trabajar con ellos”, expuso Arreola.
En muchos de los casos, las empresas también participan en el financiamiento del material, los laboratorios y las tecnologías necesarias para formar a los jóvenes.
El sistema de Universidad Abierta y a Distancia de México (UNADM) desarrolla sus programas en gestión y administración de Pymes, software, administración turística, seguridad pública y mercadotecnia internacional, entre otros, con esa misma perspectiva de atender las necesidades del mercado laboral.
Alternativa a distancia. Francisco Cervantes, rector de la UNADM, afirmó que la universidad abierta y a distancia permite también una mayor flexibilidad para los estudiantes, que en muchos de los casos, ya tienen familias y trabajo, pero buscan capacitarse.
“Nuestro objetivo es reducir la desigualdad en el acceso. Mucha gente no tiene acceso a la educación superior. Hay dos mil 457 municipios en el país y solamente 681 cuentan con instalaciones de alguna institución en modalidad presencial. Tenemos estudiantes que viven en más de mil 500 municipios. Una forma de lograr llegar a una cobertura parece ser que la mejor opción va a ser que lo hagamos las instituciones que ofrecemos estas modalidades a distancia”, afirmó.
Señaló que los programas que ofrecen permiten a la gente en zonas más marginadas poder estudiar alguna carrera sin tener que dejar la casa y ese modelo de estudios ha tenido un impacto importante, pues la primera generación de mil estudiantes que inició en 2010 terminó en julio pasado.
En 2012, había 34 mil aspirantes para este sistema y en las últimas convocatorias postularon casi 60 mil personas. Hasta diciembre de 2014, la UNADM tenía 89 mil 127 estudiantes inscritos y de ellos alrededor de 65 mil están activos en los diferentes periodos educativos.
jram