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silvia.otero@eluniversal.com.mx
El Instituto Nacional de Migración (INM) alista acciones legales en contra de los grupos que lucran con los cubanos que ingresan sin documentos a México, un sector que es presa de gestores que a cambio de dinero les prometen regularizarlos o ayudarlos a salir del país con destino a Estados Unidos.
El número de extranjeros procedentes de Cuba que han ingresado a estaciones migratorias se ha incrementado de 2013 a la fecha, y tan sólo en lo que va del año supera los mil 800 casos.
Ardelio Vargas Fosado, comisionado del INM, en entrevista con EL UNIVERSAL explica así la situación que impera en torno a este grupo, y rechaza que esta institución retenga intencionalmente por más 16 días a los cubanos o que éstos enfrenten condiciones de maltrato en las estaciones migratorias, como algunas organizaciones han señalado, pues hay visitas permanentes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que verifica las condiciones de todos los extranjeros.
En general, revela que hay desafíos importantes ante el aumento del flujo migratorio de indocumentados, sobre todo de los países centroamericanos, que se refleja en los más de 100 mil extranjeros que estaban irregularmente en México y que han sido retornados a sus países en lo que va del año, lo que representa una tendencia al alza respecto a los 86 mil casos que se reportaron en 2013.
Respecto a los señalamientos en contra del INM, ante presuntas irregularidades en el trato a los isleños que llegan a estaciones migratorias, el comisionado rechaza que existan anomalías: “Nosotros tenemos un trato respetuoso como con todos los extranjeros. Tenemos en este momento cerca de 400 cubanos administrativamente irregulares en el país en estaciones migratorias, es un grupo muy grande”.
Detalla que “existe una particularidad, para retornarlos a su país necesito el reconocimiento consular”.
¿Siempre ha sido un problema?
—Es correcto. A la mayoría de ellos les damos oficio de salida, para que salgan del país o para que se regularicen. La intención del INM y del gobierno federal no es mantener a los foráneos dentro de una estación migratoria.
Y efectivamente este grupo de cubanos es muy vulnerable, porque hay organizaciones y hay gestores que son unos pillos, por dinero lo que hacen es promoverles amparos que no los va a llevar a ningún lado, y a nosotros nos retrasa el seguimiento administrativo, porque tenemos que cumplir con una orden judicial.
Pero normalmente la conclusión es que pasa el tiempo y no hay reconocimiento consular, el procedimiento nos marca que hay que darles oficio de salida, cuando no hay impedimento judicial; normalmente al día 16 de que fueron internados en una estación migratoria los cubanos tienen el beneficio del oficio de salida, se les da la posibilidad de regularizarse o de irse.
La ley migratoria mexicana no ve al migrante como un delincuente, no hay un proceso judicial, lo que hacemos es un proceso de seguimiento administrativo y tratamos de resolverlo en un muy poco tiempo. Nos hemos esmerado mucho en la dignificación del migrante, en lo que es el respeto de sus derechos, tengo de forma permanente la petición de que nos visite la Quinta Visitaduría de la CNDH.
¿16 días es un plazo máximo?
—Así es. Las organizaciones de repente se quejan y dicen cosas que no son ciertas, han recibido en custodia más de 200 cubanos, porque lo mismo se confía en las organizaciones gubernamentales para que los ayuden, los protejan, los asesoren, no es la intención del INM mantener bajo custodia a los extranjeros.
Tenemos un promedio de 500 extranjeros presentados en las estaciones migratorias a diario, tenemos que preocuparnos por darles de comer y ofrecerles servicios a cerca de 4 mil en las estaciones del país, entonces no hacemos tapón ni hay intención de tenerlos de forma indefinida bajo custodia y tratarlos mal, por supuesto que no.
En nuestros lineamientos está no esperar más de 16 días, porque cuando llegamos en 2013 encontramos gente que tenía un año en la estación migratoria, y tampoco es posible; porque primero presentó la solicitud de refugio ante Comar, después pidió la revisión y eso te suspende el procedimiento administrativo de migración, luego solicitó amparo y así se la fue llevando. Entonces decidimos que el día 16 tenemos que resolver, empezamos a analizar cómo hacer esto con respeto a las garantías, pues no era posible tener tanto tiempo a un migrante.
En el tema de los cubanos y algunos extracontinentales, de África y Oriente Medio, entre otros lugares, a veces nos tardamos un poco más porque en ocasiones no tenemos siquiera consulados en México, pero normalmente el tiempo es muy corto.
Vargas Fosado detalla que “en el tema de los cubanos particularmente su situación es compleja; en cifras globales en 2012 hubo 3 mil 244 en estaciones migratorias; en 2013 se cifró en mil 338; en 2014 fueron mil 863 y en lo que va del año mil 842, la tendencia es un poco al alza”.
¿Hay grupos que lucran con estos extranjeros?
—Lo que buscamos también es que al salir de la estación migratoria no sean abordados por gente que quiera aprovecharse de su situación, por ello hay organizaciones gubernamentales que nos ayudan, a las que les tenemos toda la confianza [uno de los albergues está en Estado de México], pero hay gestores irresponsables, y emprenderemos acciones en contra de ellos.
El comisionado revela que existen investigaciones en torno a estos grupos que lucran con los cubanos migrantes, para proceder legalmente en su contra, aunque se reserva los detalles para no entorpecer las pesquisas, aunque se trata particularmente de abogados o gestores que a cambio de dinero prometen regularizar su situación legal en México o garantizan su apoyo para que lleguen a Estados Unidos, pero en realidad son un fraude.
¿Se han reducido las quejas en las estaciones migratorias, ante una mayor vigilancia de la CNDH?
—Es muy subjetivo, la CNDH tiene la obligación de recibir cualquier queja que se le presente, todas las investiga y en todas nos requiere información. Hay un trabajo más coordinado y respetuoso con la comisión. Son áreas de oportunidad cuando la CNDH nos señala una posible violación a los derechos humanos y de inmediato vemos dónde, yo no oculto absolutamente nada, si hay algo que investigar lo hacemos, y si hay que dar de baja a algún mal funcionario lo hago. Estamos atendiendo seres humanos que no son delincuentes, esa es la premisa.
¿Se incrementa el flujo migratorio de indocumentados?
—Sí va en aumento. En 2012 teníamos 88 mil 506 extranjeros retornados a sus países; en 2013 fueron 86 mil 200; en 2014, cuando incluso Estados Unidos declaró una contingencia humanitaria, fueron más de 127 mil extranjeros que se retornaron y en este año hablamos de más de 100 mil.
Pero no es un tema de que México haya incrementado su capacidad de contención, el flujo migratorio es el que aumenta. Si hay mayor migración también se refleja en mayores rescates, en la presentación de estos extranjeros administrativamente irregulares en el país, y en el retorno asistido a sus países.
En el caso de los niños, niñas y adolescentes también se ve esta tendencia: en 2012 hubo poco más de 6 mil menores de edad; en 2013 fueron más de 9 mil 600; en 2014 se registraron 23 mil y en lo que vamos de 2015 estamos hablando de casi de 19 mil, es decir, son fenómenos que no podemos explicarlos sólo desde el capítulo México, somos un país de tránsito.
El grupo de guatemaltecos es el más grande que tenemos, son 40%, los hondureños 35%, los salvadoreños son mucho menos. Los centroamericanos representan 96% del fenómeno migratorio que transita por México.
¿De qué nivel es el desafío?
—Es un desafío importante cuando tú tienes que atender seres humanos, tienes en tus manos en algún momento su bienestar, su futuro, su vida.
Son varios factores los que inciden en que estas personas dejen sus países, la inseguridad, la debilidad institucional, la necesidad económica, fenómenos climatológicos, la sequía, etcétera, una serie de condiciones que empujan a la migración hacia el norte buscado otras condiciones; bueno, México tiene que hacerse cargo de la gente que transita por el territorio, valdría la pena que todos los interesados en este tema voltearan un poquito al origen de esa migración y se dieran cuenta también de qué está pasando en esos países.
¿Organizaciones critican la actual política migratoria en el sur, y que esto obliga a los indocumentados a buscar rutas más peligrosas, coincide con este diagnóstico?
—Lamentablemente el tema de migración ha sido aprovechado por las bandas de delincuencia, no sólo organizada. Los grupos de migrantes vienen “enganchados” desde sus países, traen a un guía, traen a un pollero, como se les conoce a los traficantes de personas, que ellos mismos muchas veces los entregan a los grupos delictivos, hemos estado tratando de romper con esa inercia.
Sobre las rutas peligrosas, el traficante busca evadir la acción de la autoridad migratoria, y lo que busca es dar vuelta a los puntos de control. Hemos iniciado un programa de seguridad al migrante junto con los estados y las fiscalías especializadas. En el último año hemos detenido a más de 700 presuntos responsables de delitos asociados a la migración.