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esteban.roman@eluniversal.com.mx
Esto es sólo el principio, “el hecho detonador”, dice el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, sobre el golpe que el gobierno de Oaxaca y el federal dieron a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) esta semana, al arrebatarle el control del instituto estatal de donde el magisterio disidente obtenía, dice el funcionario, la mayor parte de sus recursos.
¿Hasta aquí se llegó? Chuayffet contesta: “No basta con un decreto o una ley para que las cosas cambien”. Habrá una educación normalizada en Oaxaca, afirma, cuando los maestros cumplan, los directores y supervisores revisen, y cuando los alumnos sean atendidos los 200 días del calendario escolar.
“Todas estas acciones apenas las vamos a iniciar”.
Replicar la experiencia en otros estados, añade, dependerá de que así lo soliciten a la Federación. “Estamos abiertos para apoyar a cualquier otra entidad que, como Oaxaca, decida recobrar el mando de la educación”.
En entrevista para EL UNIVERSAL, el secretario señala que el gobierno federal está preparado “con estrategias de corte político fino” o incluso con respuestas penales, según como actúe la CNTE.
De hecho, anticipa que hay una treintena de investigaciones abiertas contra dirigentes de la Coordinadora por diversos delitos. El funcionario no abunda sobre cuáles serían los presuntos crímenes; sin embargo, ante la pregunta de si considera que la CNTE realizó actividades gansteriles, como secuestros, dice:
“Autoridades lo investigan, no que toda la CNTE haya hecho eso, sino que hay personajes en puestos de control y dirección que pudieron haber incurrido o que sí incurrieron en actos delictivos”.
Pese a lo anterior, Chuayffet duda de la capacidad de movilización de la organización
disidente luego de que se le arrebatara su principal fuente de recursos:
“Va a haber reacciones, pero no estará todo el magisterio asociado a ellos. ¿Quiénes van a reaccionar? Los que pierden el manejo del dinero”.
Descarta un escenario de conflicto social como hace nueve años. “El manejo del dinero lo va a tener el nuevo IEEPO. Eso no pasó en 2006”. Se tendrá la facultad de sancionar a quienes marchen en vez de dar clases, dice. El golpe a la CNTE, apunta, es “muy severo”; le impedirá fondear sus actividades. Sobre los últimos sucesos, advierte: “Si nos va mal en esto, la educación de Oaxaca va a recaer. El tema es educación.
No voy a negociar, no voy a platicar con quienes estén en contra de esta decisión”.
“Apoyaremos al estado que siga el ejemplo de Oaxaca”
El fantasma. Así califican al secretario de Educación, Emilio Chuayffet, quienes suponían que no haría nada ante el magisterio disidente. El funcionario lo cuenta. Pero ahora decidió mostrarse.
¿Por qué aparecerse? Él responde: es un punto de quiebre el quitarle a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) su principal fuente de recursos, el control del Instituto Estatal de Educación de Oaxaca (IEEPO). “Si nos va bien en esto, la educación de Oaxaca va a prosperar. Si nos va mal en esto, la educación de Oaxaca va a recaer. De tal manera que el tema es educación. Yo no voy a negociar, yo no voy a platicar con quienes estén en contra de esta decisión”.
Chuayffet recita de memoria cifras del panorama que enfrenta. Un estado con 900 mil niños en educación básica quienes, en promedio, no tuvieron clases durante tres meses cada año; 144 mil jóvenes de nivel medio superior y 75 mil “muchachos y señoritas” en la educación superior afectados. En suma, un millón 100 mil alumnos aproximadamente que no contaron como deberían con los 81 mil maestros existentes para atenderlos.
El estado con mayor analfabetismo, el estado con mayor reprobación, el estado con el menor cumplimiento del calendario escolar.
Encima, dice, un órgano estatal de la educación que fue “asfixiado” al punto de quitarle cualquier esperanza de mejora. Hasta hace cuatro días.
Y ahora que dice lo que se perdió, ¿en cuánto tiempo se recuperará?
—El problema existe desde hace 35 años y en Oaxaca de manera aguda desde mayo 23 de 1992, cuando en un acuerdo, la autoridad cede a la sección sindical el manejo de la educación. Son 23 años, ¿qué tiempo nos va a tardar remontarlos?, hoy tenemos elementos de reconstrucción mucho más ágiles que entonces, pero es un problema de dimensiones mucho mayores a las que se tenían antes.
¿Hasta aquí se llegó o vienen más acciones contra la CNTE?
—No basta con expedir un decreto o una ley para que las cosas cambien; este es el principio, el hecho detonador, pero faltan muchas cosas por hacer. ¿Cuándo habrá una educación normalizada en Oaxaca? Cuando haya maestros que cumplan, cuando haya directores y supervisores que dirijan y revisen, cuando no haya alumnos que pierdan tiempo en el calendario escolar y que sean atendidos los 200 días que éste marca, de suerte que todas esas cuestiones apenas las vamos a iniciar en Oaxaca y hablo en plural porque quien las va a iniciar es el IEEPO y el señor gobernador, y nosotros sólo estaremos acompañándolos con todo lo que ellos soliciten, para que se dé esta normalización de la educación de las clases en la entidad.
Se hizo ya esto con Oaxaca. ¿Se tienen planes de hacer algo con los estados que tienen problemas como Michoacán, Guerrero, Chiapas?
—Cada estado es una particularidad y quien mejor lo conoce es el gobernador, no nosotros desde el centro. La decisión que Gabino (Cué) tomó y que nosotros celebramos y apoyamos fue una decisión que se vino gestando y que llegó a encontrar la circunstancia y el momento apropiados para aplicarse. Entonces nosotros estamos abiertos para apoyar a cualquier otra entidad que, del mismo modo que Oaxaca, decida recobrar el mando de la educación en manos de la autoridad.
¿Por qué ahora?
—Yo creo que lo más difícil para lograr un cambio es pretender hacerlo al inicio de clases, porque la respuesta puede ser ‘te boicoteo el inicio de clases y no hay clases en todo Oaxaca’. Estamos preparados con estrategias de corte político fino que ha realizado la Secretaría de Gobernación para llevarlas a cabo en respuesta a las distintas reacciones según el momento, la intensidad y el daño que pretendan causar...
¿Tienen escenarios de hasta dónde podría llegar la CNTE?
—Sí, y yo creo que el peor es el de paralizar la educación en Oaxaca.
Dice que hay preparadas respuestas políticas, ¿también penales?
—Por supuesto, por supuesto, quien incurra en delitos tiene que ser castigado por la ley. Y esta no es, lo quiero dejar muy claro, una amenaza, sino una reiteración de lo que es el Estado de derecho. La ley establece una norma general, impersonal y abstracta y el que la viole, en realidad está ofendiendo a la comunidad y consecuentemente debe restituir el daño.
No sólo por los delitos que puedan cometer de ahora en adelante, sino por los que ya cometió...
—Así es, totalmente de acuerdo.
¿Hay investigaciones pendientes que se planeen abrir todavía contra dirigentes de la CNTE?
—Entiendo que ya hay más de una treintena de investigaciones en contra de las personas que usted ya ha aludido y los delitos son diversos.
Con el corte de recursos que ya no podrán recibir por parte del IEEPO, ¿cree que la CNTE va a seguir teniendo la capacidad para bloquear carreteras y asfixiar al DF?
—Creo que no, mire, mi idea personal, lo que yo imagino que va a pasar es: va a haber reacciones pero donde no va a estar todo el magisterio asociado a ellas. ¿Quiénes van a reaccionar? Los que pierden los privilegios y el manejo del dinero, ellos van a reaccionar, por supuesto, es un tema de lógica.
Una APPO como en 2006, ¿usted ve ese escenario?
—No, y no lo veo porque el IEEPO nuevo conserva, contiene y además se fortalece con nuevas facultades. El manejo del dinero lo va a tener el IEEPO, el nuevo IEEPO, eso no pasó en 2006. La facultad de supervisar el desempeño de los maestros para que los que han sido tradicionalmente parte de estos movimientos que alteran la vida social y educativa de Oaxaca puedan ser sancionados, no porque la reforma educativa se haya hecho para sancionar al maestro. El maestro de México nunca ha sido un problema, ha sido solución y así ha sido considerado siempre, pero quienes no siguen ese camino y se apartan de la legalidad, bueno, pues tienen ahora la posibilidad de ser sancionados... Y usted me preguntará, ‘por qué hasta ahora’. Antes, para saber quién faltaba en una escuela, qué necesitaba usted: un supervisor y si el supervisor era de la 22, qué pasaba, dependía de su voluntad reportar o no la calidad y la continuidad en el desempeño del maestro frente al aula.
¿De qué tamaño es el golpe a la CNTE?
—Yo creo es un golpe muy severo que en primer lugar quita las oportunidades de dirección y fondeo de sus actividades. En segundo lugar, une a todas las autoridades estatales y federales en la defensa de este nuevo modelo educativo o de esta nueva organización educativa en el estado de Oaxaca.
¿Esta es la principal fuente de fondeo, la única?
—Yo creo que es la principal, la más importante, subrayadamente.
¿Cuándo fue la última vez que usted habló con Rubén Núñez?
—Nunca he hablado con él, déjeme platicar, desde que empezaron a surgir estos movimientos que tenían un propósito sano, en su inicio eran absolutamente movimientos con propósitos sanos, el secretario de Educación casi nunca los ha recibido, salvo algún periodo ahí que se me pierde la memoria de dos o tres años, siempre y cuando estuviera el SNTE. ¿Cuál es la explicación? Que si usted recibía a la CNTE, el SNTE decía ‘oye, el titular soy yo y ellos son enemigos nuestros’, de suerte que tú no puedes negociar nada con la CNTE, así lo viví yo en Gobernación. A mí me tocaba recibir a la CNTE y no a la Secretaría de Educación, porque había que tenderles un puente, había que prestarles una mesa para el diálogo, había que ser consecuentes y condescendientes con la idea de mejorar. ¿Qué pasó y por qué se da esto ahora? Pues porque nos dimos cuenta de que esa idea de mejora que ellos protestaron siempre tener, era falsa. Simplemente estaban encubriendo una serie de vicios, que lamentablemente perjudicaron a Oaxaca… Repito, la dirigencia sindical, no los maestros de Oaxaca que son gente que ha cumplido, y a veces en condiciones muy difíciles, con su labor.
¿Usted cree que sería exagerado calificar lo que hizo la CNTE, y tal vez lo que sigue haciendo un poco la CNTE en Oaxaca, como una actividad gangsteril? Secuestros...
—Bueno sin lugar a dudas creo y algunas autoridades competentes lo están investigando, no el que toda la CNTE haya hecho eso, sino que hay personajes en los puestos de control y dirección que sí pudieron haber incurrido o, de hecho, que sí incurrieron en actos delictivos y se les debe aplicar la ley.
¿Por qué si no ha tenido un papel protagónico, ahora así de golpe lo asume?
—Yo voy a apoyar al gobernador como me lo ha ordenado el Presidente para que esta decisión se vaya acoplando cada día más a la realidad de Oaxaca. Cuando lo que queremos —y está expedido de alguna forma en el decreto— con lo que tenemos, que es la realidad misma, coincidan, entonces habremos terminado esa labor.
Se ha mencionado que ha dejado en el subsecretario Luis Miranda muchas responsabilidades...
—Bueno, yo no he delegado en el subsecretario Miranda, que es mi amigo desde hace muchos años en Toluca, porque yo no soy su jefe. En Gobernación tienen un organigrama para la atención de todos estos problemas y le quiero decir que no ha habido un solo encuentro del señor subsecretario que no me haga el favor de reportármelo y de sintetizar gráficamente cuáles son los puntos a los que han llegado.
¿Cancelar al principio la evaluación docente fue una estrategia en favor de las elecciones?
—Me lo han dicho muchas personas, yo no tengo más que mi palabra, en este sentido no se trataba de vincular el que hubiera paz con la celebración de las elecciones, se trataba y está demostrado en los tomos notariales que entregué a la Cámara de Diputados de que no teníamos todos los elementos para llevar a cabo la evaluación, el anuncio desató una premura en los 19 estados que faltaban, teníamos sólo 13 en registros.
Se dice que sale de prisión la maestra Gordillo ¿No le importaría?
—Es un asunto de carácter judicial que tendrá que resolver el Poder Judicial.
Sin embargo supongo que no le haría feliz a nivel personal que la profesora saliera.
—Mire, yo no le deseo mal a nadie, de manera que en ese sentido ni me hace feliz ni me hace infeliz. Yo creo que cada uno tenemos responsabilidades en la vida y forma de hacerles frente. De suerte que lo que decida la autoridad judicial estará bien decidido para mí.
¿En algún momento le pasó por su mente dejar el cargo?
—No, nunca. Yo estoy feliz en este cargo y estoy tratando de hacer lo mejor que se pueda porque la reforma sea una realidad en todo el país.
En ese sentido, ¿usted planea estar hasta 2018?
—Mire hay que ser muy claros en política. El que nombra y remueve libremente, dice la Constitución, a los secretarios del despacho es el presidente de la República. Artículo 89. Yo estaré aquí hasta el día en que el presidente de la República decida mantenerme aquí y, caso contrario, dejaré de estar cuando él lo decida. Pero es un asunto que yo no me planteo, porque lo que tengo enfrente es mucho trabajo que hay que cumplir.
Finalmente, algo sí tiene seguro el secretario. Después de su actual cargo “desaparecerá” de la política y se convertirá en investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. “Si la UNAM me deja”, dice en broma, ya fuera de cámara.
jram