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La detención de los ex gobernadores del PRI, Tomás Yarrington (Tamaulipas), y Javier Duarte (Veracruz), es un claro reflejo de que el sistema político en México es “profundamente” corrupto, aseguró Porfirio Muñoz Ledo.
El actual secretario Ejecutivo de la Comisión Redactora del Proyecto de Constitución para la Ciudad de México descalificó que el gobierno priísta asuma como una victoria la reciente detención de los dos gobernadores. “Estamos en la más grande contradicción. El gobierno federal exhibe como victorias o triunfos políticos el encarcelamiento de sus propios gobernadores, esto nunca se ha visto en la historia.
“El asunto es sumamente grave, porque el PRI está trastocando sus vicios en virtudes; ahora resulta que porque persigue a sus propios afiliados tiene una especie de tinte de heroísmo. Esto lo hace por su nueva relación con el gobierno de Estados Unidos”, señaló en entrevista.
Muñoz Ledo consideró que el PRI lo que busca es limpiarse de toda la carga de corrupción que existe.
Actualmente se sigue proceso en contra de los ex gobernadores Tomás Yarrington y Javier Duarte, quienes fueron detenidos fuera de México por delitos que van desde lavado de dinero hasta corrupción, entre otros.
En el caso de Yarrington, quien fue detenido en Italia, país en el que permanece, será extraditado a Estados Unidos, y Javier Duarte, que está en Guatemala, espera la solicitud del gobierno mexicano para que sea extraditado.
“Ellos [el PRI] no pueden legítimamente convertir en victorias la aprehensión de sus propios partidarios”, añadió Muñoz Ledo, “lo hacen para complacer a EU, para disfrazarse de un gobierno limpio, y de lo que hay evidencia es que el sistema político actual es inmensamente, profundamente corrupto, y que ahora ellos toman como tipo de gloria el que los persigan”.
El político dijo que ante las evidencias de corrupción y las detenciones de ex mandatarios, el tricolor confiesa que el problema existe en sus filas. “El PRI debiera renunciar explícitamente a seguir ejerciendo el poder, porque son los hijos del PRI y la nueva generación del PRI; no pueden trastocar vicios y virtudes”.
Acusó a la oposición de ser débil ante este problema. “El gobierno federal no tiene autoridad moral ni política para sostener el actual gobierno. Lo que hay que aceptar es que el sistema político mexicano está profundamente corrupto y no puede lavarse sacrificando como corderos pascuales a sus propios hijos.
“Porque además, atrás de Duarte hay otros gobernadores , es una cadena”, puntualizó.