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Con sus 710 cámaras de seguridad, una estructura tecnológica y una estrecha colaboración con el gobierno federal, el Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C-5) del gobierno de Morelos trabaja de manera articulada para combatir delitos y prestar servicios de emergencia.

Se espera que a finales de año se instalen otras 300 cámaras y el próximo año 200, para llegar a mil 200 aparatos que ayuden a tener mayor alcance de cobertura en las vías de la entidad.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Yei Bee Cerecer López, director general del C-5 comenta que al día reciben más de 4 mil llamadas, pero sólo 10% son reales, por lo que hace un llamado a la sociedad a utilizar el número de emergencias de forma correcta.

Sobre el secuestro, el funcionario señala que el C-5 es una parte importante en los operativos y trabajos de inteligencia para combatir dicho delito que ha bajado en los últimos meses.

Desde las instalaciones del C-5, explica que cuentan con cámaras lectoras de placas que sirven, en coordinación con la Fiscalía Antisecuestros, para ubicar recorridos de vehículos relacionados con algún delito.

Agrega que el centro es incluyente y da oportunidad a todos, siempre y cuando cumplan con los controles de confianza; prueba de ello es la contratación de personas sordomudas que son de gran ayuda para monitorear las cámaras de vigilancia.

Cuéntenos acerca del C-5, ¿cómo opera este centro?

—Es una estructura tecnológica nueva que se inaugura el 18 de noviembre de 2014. Es un área que conjunta los esfuerzos de diversas corporaciones de los tres niveles de gobierno. Tenemos la sala de operaciones y un muro con las cámaras.

Es con la intención de atender las emergencias del ciudadano que reporte al 911, número único de emergencias. Atendemos todo tipo de urgencias, fuego, seguridad pública, protección civil o emergencias médicas.

¿Cuántas llamadas reciben al día y cuántas son verídicas?

—Tenemos entre 4 mil y 4 mil 500 diarias y desafortunadamente tenemos 10% de llamadas reales, es decir, 90% son bromas, incompletas, de información ciudadana o cuelgan.

Se están buscando diferentes acciones para reducir ese tipo de llamas que son improcedentes, entre ellas, hacer un tratamiento distinto y tener un listado de esos teléfonos detectados y pasarlos a una cola de espera; también estamos analizando sanciones, el Código Penal del Estado de Morelos sí lo permite, pero no queremos llegar a eso y buscamos tocar a la puerta de la conciencia de la población para que haga uso apropiado del número de emergencias.

¿En los casos de secuestros, cómo operan en el C-5?

—Comienza en muchos casos con una llamada de privación de la libertad, evidentemente es un incidente de alta prioridad. Lo que tiene que hacer el operador es cuestionar sobre todas las circunstancias: modo, tiempo y lugar del reporte.

La información debe ser rápida para que la Policía Ministerial contacte las unidades desplegadas cerca de la zona a fin de buscar vehículos o presuntos responsables. Cuando ya se pide un rescate todo el asunto lo lleva la Unidad Especializada contra el Secuestro.

No tenemos un número alto de secuestros como en años anteriores; estamos obligados a coadyuvar con la fiscalía y con nuestras cámaras realizamos una serie de trabajos de inteligencia. Las imágenes son remitidas al Ministerio Público cuando lo solicitan.

En caso de robo ¿lo pueden detectar rápido por las cámaras?

—Así es. Todo inicia con una llamada al 911. El operador telefónico tiene la tarea de obtener los datos más importantes del lugar del incidente y el tipo de emergencia. En automático se le notifica a la sala operativa y los elementos comienzan a informar por radio.

Se comienzan a mover las cámaras para identificar a personas o vehículos relacionados con el hecho denunciado hasta que llegue la unidad al sitio.

¿Cuál es el tiempo de reacción para una emergencia?

—Es variable. En la zona metropolitana la policía llega entre los 9 y 11 minutos; en esa área tenemos 80% de las llamadas de todo el estado.

¿El C-5 es un modelo que sirve en todo el país?

—Cada una de las entidades tiene su Centro de Atención de Emergencias C-4 o C-5, y lo construyen de acuerdo con su necesidad y presupuesto. A nivel nacional se trabaja con una norma técnica para la estandarización de los centros de emergencia que nos da un piso e indica cómo debe ser cada uno.

Nosotros creamos el C-5 con la idea de añadir la palabra coordinación por la estrategia de Mando Único de Policía de Morelos que se está implementando y en el que los 33 municipios trabajan bajo una línea vertical de un mando, que es el comisionado.

Aquí tenemos la participación de la Policía Federal, Defensa Nacional, Fiscalía y elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas.

¿Cuéntenos un caso en el que fue importante el trabajo del C-5?

—En una ocasión un vehículo impactó a una mujer que en brazos traía a un menor. En la imagen se ve cómo vuela y pierde la vida. La imagen de la cámara fue subida a redes sociales con las características del vehículo, le pedimos a la población que denunciara y hubo quien nos hizo el señalamiento y después de indagatorias se detiene al presunto responsable.

En otro caso nos tocó ver una ruta de transporte que desafortunadamente el chofer al avanzar no se percata de una mujer de la tercera edad, no se detiene y la atropella. Inmediatamente ubicamos la cámara, hicimos un cerco con cámaras y fue detenido.

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