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Puruándiro, Mich.— José Alfredo López Guillén, párroco de la comunidad de Janamuato, sigue desaparecido, y las personas más cercanas al sacerdote advierten la posibilidad de que los responsables sean integrantes del crimen organizado, como lo han afirmado el cardenal Alberto Suárez y el sacristán de la iglesia de la Santísima Trinidad, Salud Hernández.
A pesar de que se difundieron fotografías tomadas de un video en el que supuestamente se ve con un joven al cura michoacano al interior de un hotel de la cabecera municipal de Puruándiro, trabajadores del lugar aseguraron que no existe registro de hospedaje en los últimos días de una persona con el nombre de José Alfredo.
Empleados señalan que podría no tratarse de la misma persona; que el hotel no tiene sólo servicio de hospedaje, sino también de restaurante, y que la persona que aparece en la grabación de seguridad asistió la noche del lunes pasado y algunos minutos de la madrugada del martes, hora a la que aún funciona el servicio de comida.
El hotel Loma Linda está ubicado a cinco cuadras del centro de la ciudad de Puruándiro, a menos de siete kilómetros de la parroquia de la Santísima Trinidad, y es el lugar más concurrido por habitantes y visitantes, por lo que el padre no tendría necesidad de alquilar una habitación, coincidieron personas consultadas.
Al enterarse de esta noticia, los habitantes de Janamuato, molestos, aseguraron que José Alfredo López Guillén es una persona íntegra, seria, entregada a su labor sacerdotal y comprometida con los jóvenes de su comunidad para inhibir el alcoholismo y la drogadicción e incluso la venta y compra de estupefacientes.
EL UNIVERSAL tuvo acceso a la casa parroquial y a las siete habitaciones del inmueble e incluso a la habitación personal, donde el sacerdote se reunió con una persona de la que se desconoce su identidad, como lo dio a conocer el señor Salud Hernández, quien es una de las personas más cercanas al religioso y quien lo vio horas antes de su desaparición.
Dijo que tiene miedo de ser víctima también de la delincuencia, ya que fue una de las personas llamadas a declarar por la Procuraduría, junto con un joven de 16 años, uno de 25, y la secretaria de la notaría parroquial.
Narró que dos días antes de que se reportara la desaparición, López Guillén había regresado de un viaje de 13 días a Tierra Santa, en Jerusalén, donde, según fotografías mostradas a este diario, compartió momentos con el cardenal Alberto Suárez.
Aseguró que en esa comunidad se ha observado que por las noches rondan personas armadas, dedicadas a la venta de drogas, y descartó un problema pasional o de índole sexual.
“Las cosas vienen por otro lado, porque sabemos bien que hay gente de toda y han pasado casos de estos sobre los padres; por ejemplo, en las comunidades donde ha ido a celebrar [misas] se ha dicho que hay gente muy maldita a la que tal vez no le gustó algo, y como dice el dicho: ‘No somos moneditas de oro para caerle bien a todos’”, consideró Hernández.
Él y otros pobladores pidieron que el párroco no sea lastimado, pues cumplió cinco días desaparecido, aunque su auto fue encontrado en un paraje del municipio de Quiroga, confirmó la Procuraduría del estado.