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La organización de Los Cuinis, brazo financiero del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) extendió sus operaciones en Centro y Sudamérica para lavar dinero por medio de empresas. Además de la compra-venta de bienes muebles e inmuebles, Gerardo González Valencia, líder de esa organización, buscó junto con su esposa Wendy Amaral Arévalo constituir una empresa tequilera de baja producción al tratarse de tequila artesanal.
Según la investigación que se tiene abierta contra Los Cuinis en Uruguay, Wendy Amaral Arévalo, identificada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como una de las cinco mujeres que blanqueaban dinero, figura como la cabeza principal en cuatro empresas constituidas en Panamá y con operaciones en Uruguay.
Entre 2011 y 2012, Gerardo González dejó México para evitar ser detenido y buscó posicionarse en Uruguay, donde adquirió un inmueble en una zona exclusiva para llevar a su familia.
El documento indica que la esposa-empresaria de Gerardo González Valencia adquirió la compañía panameña Del Todo Enterprise, con el propósito de registrar, fabricar y comercializar tequila; aunque no se explica a detalle, el brazo financiero del CJNG no pudo concretar ese proyecto.
La Unidad de Información y Análisis Financiero del Banco Central de Uruguay comenzó a investigar al matrimonio a mediados de 2015, luego que la oficina de Control de Activos Financieros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyera a Wendy Amaral en la lista de Narcotraficantes Especialmente Designados.
Al cruzar información detectó una cuenta bancaria en HSBC que manejaba ella en Uruguay y que estaba vinculada con las empresas constituidas en Panamá, Montella Global, Dalaithy, Tossa del Mar y Del Todo Enterprise, en las dos primeras, la esposa del líder de Los Cuinis era la directora general, en la otra era la apoderada y en la última, aunque fue adquirida, no se especifica su cargo.
Gerardo González Lalo o Silver, detenido el pasado 21 de abril en Uruguay, declaró que para que no detectaran el dinero evitaba transferencias bancarias e “ingresaba dinero vivo [en efectivo]” a ese país.
En agosto del año pasado, en Tomatlán, Jalisco, la Procuraduría General de la República (PGR) aseguró un complejo turístico que forma parte de los negocios que tiene la organización de Los Cuinis.
El inmueble, de nombre Hotelito Desconocido, está ubicado en el poblado de La Cruz de Loreto, en una zona declarada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como paraíso acuífero para las aves.
Ese inmueble forma parte de 15 compañías mexicanas que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó en su lista de empresas ligadas con el narcotráfico, y quien se encargaba de la administración del exclusivo hotel era Wendy Amaral.
A mediados del año pasado, las autoridades mexicanas también comenzaron a intercambiar información con el gobierno de España para ubicar casas o empresas que constituyeron Los Cuinis y el Cártel de Jalisco.
De acuerdo con fuentes ministeriales, los gobiernos de ambos países se coordinan para desarticular las finanzas del cártel que ha sido catalogado por el gobierno de Estados Unidos como uno de los más poderosos.
Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, líder del CJNG, y los González Valencia, habrían tejido una red transnacional para enviar sus cargamentos de droga, principalmente metanfetamina y cocaína, a distintos puntos de Europa y Asia.
La indagatoria surge luego que en noviembre de 2014, en Barcelona se aseguró un cargamento de 131 kilos de metanfetamina proveniente de Jalisco, que de haber sido vendido a los consumidores, la organización criminal habría obtenido una ganancia de 30 millones de euros. Para las autoridades españolas, ese fue el mayor cargamento asegurado proveniente de México que se tenga registro.
Por la entidad de la que salió el cargamento, comentaron las fuentes, no hay otra organización más que el Cártel Jalisco al que se relaciona con el envío —oculto en latas de piña en almíbar— con destino final Australia.
Al tratarse España de un punto central de embarque para luego distribuir la droga a distintos países europeos, se ha convertido en un país que buscan los cárteles mexicanos.