Por consumir algún tipo de droga durante las horas de servicio o cuando se encontraban en descanso, 184 elementos de la Policía Federal fueron separados de sus cargos durante los últimos cinco años.

Un documento de la institución indica que los 184 policías fueron cesados al detectar marihuana, cocaína, benzadiacepina, sicotrópicos, así como anfetaminas en sus organismos. En cinco casos, los elementos dieron positivo en más de una sustancia o droga al mismo tiempo.

La identificación del personal se llevó a cabo a partir de los resultados obtenidos de las pruebas de Control de Confianza que se aplican periódicamente al personal.

Según el reporte de la Policía Federal, entre enero de 2010 y noviembre de 2015, los exámenes de Control de Confianza identificaron que del total, 83 elementos se suministraron marihuana, 69 cocaína, 21 benzadiacepina, seis anfetaminas, mientras que en tres casos los policías consumieron cocaína y marihuana al mismo tiempo, y en dos más anfetaminas y benzadiacepina.

Al dar positivo en el consumo de sustancias no permitidas en la ley y el reglamento de la Policía Federal, el Consejo Federal de Desarrollo de la institución determinó separarlos de sus cargos por no cumplir con los lineamientos del artículo 22 de la Ley de la Policía Federal, que menciona que la “separación procede por incumplimiento a cualquiera de los requisitos de permanencia; la remoción por incumplimiento al régimen disciplinario, jubilación o retiro; o la baja es por renuncia, muerte, incapacidad permanente, jubilación o retiro”.

La Ley de la Policía Federal menciona en el artículo 18 que la “disciplina es la base del funcionamiento y organización de la Policía Federal, por lo que sus integrantes deberán sujetar su conducta a la observancia de las leyes, órdenes y jerarquías, así como a la obediencia y al alto concepto del honor, de la justicia y de la ética”.

La misma norma en el artículo 19, párrafo XXIV, es más precisa sobre el consumo de drogas, y refiere que los elementos deben “abstenerse de consumir, dentro o fuera del servicio, sustancias sicotrópicas, estupefacientes u otras sustancias adictivas de carácter ilegal, prohibido o controlado, salvo los casos en que el consumo de los medicamentos controlados sea autorizado mediante prescripción médica, avalada por los servicios médicos de las instituciones”.

Según la ley, en caso de que cualquier elemento no cumpla con aplicación del reglamento, el artículo 22, párrafo II menciona que será removido del cargo por incurrir en responsabilidad en el desempeño de sus funciones o incumplimiento de sus deberes, de conformidad con las disposiciones relativas al régimen disciplinario”.

Salida automática

Personal de la Policía Federal consultado por EL UNIVERSAL reconoció que el consumo de drogas es una de las faltas más graves en las que puede incurrir el personal que pertenece a la institución.

Durante un recorrido en las inmediaciones en la Secretaría de Gobernación (Segob), los policías consultados comentaron que el cese del cargo también puede incluir una carta de inhabilitación para no volver a laborar en la administración pública, o incluso en empresas de seguridad privada.

Algunos de los policías consideraron que la dependencia debe rehabilitar al personal que consume drogas, puesto que la adicción inició cuando ingresaron a la institución, donde son sometidos a largas jornadas de trabajo, principalmente el personal que es enviado de comisión a alguna entidad.

“Es una baja automática, además si llegas a pelear lo que te toca de liquidación por despido, no te dan nada y además te inhabilitan a través de la [Secretaría de la] Función Pública por no cumplir con los requisitos de permanencia que se requieren para poder ingresar o permanecer en la institución”, explicó Raúl “N”, policía de la división de Seguridad Regional.

“Cuando ingresas a la institución te dicen varias veces que está prohibido el consumo de drogas, por lo que no existe una justificación para hacerlo; sin embargo, conozco a algunos compañeros que después de estar varios meses en estados como Tamaulipas, Guerrero o Durango comenzaron a probar sustancias para aguantar las desveladas y las jornadas de trabajo”, afirmó Jesús “N”, policía federal.

“He conocido varios casos de compañeros que fueron separados de sus cargos porque consumieron drogas. Uno sabe a lo que se atiene, por lo que lo mejor es no hacerlo. A pesar de ello, pienso que debe haber una rehabilitación para los que son adictos o dieron positivo en las pruebas”, opinó Laura “N”, integrante de la división de Fuerzas Federales.

Especialistas en cuerpos de seguridad pública y en seguridad nacional, mencionaron que la institución debe contar con programas para evitar adicciones entre los elementos, así como impartir terapias sicológicas al personal que consumió alguna sustancia no permitida.

María Elena Morera, directora de Causa en Común, explicó que es importante conocer los motivos por los cuales un agente se hizo adicto una vez que ingresó a la institución, pues hasta antes de entrar uno de los requisitos es no haber consumido ninguna sustancia.

“Es un tema de la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que es una ley general para todos los estados, para toda la Federación. La ley contempla cinco pruebas, una de ellas es la toxicológica, la cual prevé que si los elementos dan positivo en la prueba son dados de baja inmediatamente, esto los elementos lo saben desde el momento en que ingresan a la institución. Lo que se debe tomar en cuenta es que, si los oficiales al entrar a la institución no eran adictos, es importante saber por qué se hicieron consumidores”.

René Jiménez Ornelas, integrante de Investigaciones Sociales y coordinador de análisis sobre violencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró: “Sí hay adicciones, hay que considerar los factores de crisis familiar y el contexto social donde habitan. También se debe analizar el círculo familiar de los policías, porque los puede llevar a usar sustancias, más allá del peligro que tienen por su trabajo”.

“Es un problema de las instituciones, porque no pueden manejar el estrés, porque no se les da tratamiento sicológico, creo que sí debe haber una responsabilidad de las instituciones para que les den una terapia, pero eso es independientemente de que los destituyan del cargo inmediatamente, porque no es posible que un policía trabaje consumiendo drogas”, aseguró Morera.

“Si el policía se hizo adicto en el interior de la institución, la corporación debe tener métodos para prevenir las adicciones, así como tratamientos contra las adicciones, pero definitivamente no pueden trabajar como policías en esas condiciones”, afirmó Jiménez Ornelas.

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