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La actriz Kate del Castillo es la encargada de producir y realizar la película autobiográfica que el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán pretendía filmar desde antes de su fuga, y para concretar su proyecto no dudó en reunirse con el capo cuando éste se ocultaba en el Triángulo Dorado, revela un expediente de la Procuraduría General de la República (PGR).
El actor estadounidense y dos veces ganador del Óscar Sean Penn también está involucrado en proyectos con el capo y la actriz, como lo revela una entrevista que el narcotraficante concedió a la revista Rolling Stone.
Los contactos que tuvo la actriz con Guzmán Loera a través de cartas y otras comunicaciones fueron una pieza clave en la investigación que permitió la ubicación y recaptura del líder del Cártel de Sinaloa, según lo reveló la titular de la PGR, Arely Gómez González.
La protagonista de la serie La Reina del Sur, que evoca a una supuesta baronesa de la droga, comenzó su relación personal con Joaquín Guzmán a partir del año 2014, pero ya desde enero de 2012 había manifestado su admiración por el sinaloense, mediante una carta en la que invitaba a El Chapo a “traficar con el bien”.
La investigación que realiza la PGR indica que Kate del Castillo fue contactada por los abogados de Guzmán Loera en 2014, cuando el narcotraficante se encontraba preso en el penal federal El Altiplano, con el propósito de que se convirtiera en la productora de una película y de un libro para narrar la vida del criminal.
Autoridades de justicia de Estados Unidos también realizan una investigación en torno a Kate del Castillo por posible obstrucción a la justicia y conspiración, al descubrirse esta relación.
Sin que se tenga la fecha precisa del primer contacto, a partir de ese momento la actriz mexicana y El Chapo comenzaron a intercambiar cartas, en las cuales Del Castillo le expresaba su admiración y su deseo de colaborar con él.
Las misivas eran enviadas a través de dos abogados del capo: Óscar Manuel Gómez Núñez —quien actualmente está detenido y sujeto a proceso penal por haber participado en la planeación de la fuga de julio de 2015—, y Andrés Granados Flores, quien fue interrogado por la PGR con respecto a este suceso, pero que fue liberado días después bajo las reservas de ley. Granados Flores era uno los litigantes que tramitaba los amparos del narcotraficante en contra de la extradición.
Proyecto fílmico. La instrucción del capo era que Kate del Castillo fungiera como intermediaria con cineastas y actores reconocidos, para lo cual sostuvieron reuniones periódicas que están documentadas hasta con fotografías en las que Andrés Granados y la Reina del Sur se observan sonrientes. Kate del Castillo contactó incluso a un realizador argentino para que éste escribiera el guión de la película.
Los encuentros con los abogados continuaron incluso en los días previos a la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, cuando el túnel ya estaba en construcción, las cuales sirvieron para pactar los términos del contrato y realizar los ajustes necesarios al guión, así como para acordar los pagos para todos los actores que decidieron involucrarse en el proyecto.
Estas reuniones tuvieron que interrumpirse tras la fuga del capo, ocurrida el 11 de julio de 2015. Ese mismo día, la actriz mexicana publicó un saludo al prófugo en su cuenta de Twitter y retomó parte del mensaje que le había enviado en 2012: “Creo más en El Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades, aunque sean dolorosas…”.
Una vez que el capo se sintió a salvo en el Triángulo Dorado, la relación entre ambos personajes se profundizó, por lo que ambos acordaron reunirse en una zona serrana, bajo estrictas condiciones de vigilancia impuestas por la seguridad del criminal sinaloense.
La propia Kate del Castillo supuestamente se encargó de difundir su amistad con Joaquín Guzmán entre sus amigos más cercanos, a quienes les confiaba que el narcotraficante la había nombrado “jefa y coordinadora” de una película para narrar su vida.
En octubre de 2015, la inteligencia naval tuvo indicios de que Guzmán Loera se ocultaba en un inmueble ubicado en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, pista que se confirmó a raíz de un encuentro que Kate del Castillo sostuvo con el narcotraficante.
En esa ocasión, la actriz viajó a Guadalajara, Jalisco, proveniente de Los Ángeles, California. Ahí se encontró con el abogado Andrés Granados Flores. Juntos se trasladaron a Tepic, Nayarit, y posteriormente se dirigieron a la zona serrana del Triángulo Dorado para sostener su primer encuentro con Guzmán Loera. Su propósito era entrevistarlo para conocer su biografía.
Con la información que arrojó dicha reunión, se decidió que las fuerzas navales de élite realizaran un operativo para recapturar a Joaquín Guzmán Loera. Los elementos de la Marina lo avistaron desde un helicóptero cuando saltó hacia un acantilado, pero decidieron no accionar armas de fuego al observar que se encontraba en compañía de una mujer y dos niñas.
En los días posteriores, la fuerza especial que rastreaba a Joaquín El Chapo Guzmán tuvo conocimiento de que el equipo de seguridad del criminal más buscado de México y el mundo estaba preocupado por la falta de precaución en las comunicaciones que recibía de Kate del Castillo. Sin embargo, el líder del Cártel de Sinaloa fue incapaz de cortar su relación con la actriz, a la que incluso empezó a agasajar con regalos.
La última petición que los abogados de El Chapo realizaron a la actriz fue que intercediera con los productores y el director de la película El Chapo. El escape del siglo para que dicho filme no se estrenara durante la segunda quincena de enero.
La protagonista de La Reina del Sur, aceptó enviar el mensaje, de acuerdo con la investigación que sigue abierta.