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Bruselas, Bélgica.— Después de más de cuatro años de indagatorias, la justicia alemana acusa formalmente a seis ex empleados de la empresa Heckler & Koch de haber entregado ilegalmente a México armas.
La fiscalía de Stuttgart, la encargada de investigar el caso, los acusa de violar las leyes sobre comercio y armas de guerra al vender armamento a zonas conflictivas de México.
Entre las evidencias que afirma tener la fiscalía se encuentran 16 rifles y partes enviadas a territorio mexicano entre los años 2006 y 2009.
La venta habría tenido lugar sabiendo que pararían en entidades mexicanas caracterizadas por corrupción y su precario récord en derechos humanos, y por tanto vetadas por la Oficina Federal de Economía y Exportaciones de Alemania como destinos de los productos bélicos alemanes.
Los acusados son un ex representante de ventas de Heckler & Koch en México, un empleado del departamento de ventas de la compañía, dos directores de ventas y dos gerentes generales. Otras 13 personas eran investigadas, pero sus casos han sido archivados por falta de evidencias en su contra.
La corte provincial de Stuttgart ahora tendrá que decidir si hay información suficiente para emprender un proceso penal contra los seis ex trabajadores de empresa.
Desde enero de 2011, el fabricante armamentista teutón está bajo investigación en Alemania por posibles irregularidades en sus transferencias a México. La firma había enviado al país, entre 2006 y 2009, alrededor de 9 mil 652 fusiles Heckler & Koch G-36 con un costo de 13 millones de euros.
El equipo habría sido destinado a las fuerzas de seguridad de 27 estados, entre ellas las de Chiapas, Jalisco, Guerrero y Chihuahua.
El caso fue ligado a los crímenes de Iguala a finales del año pasado, cuando el diario TAZ y el semanario De Zeit revelaron que armas de Heckler & Koch habrían sido usadas en los actos violentos contra normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, en septiembre de 2014.
La denuncia se basó en evidencias recaudadas por abogados y defensores de las garantías individuales, quienes presuntamente tuvieron acceso a los números de serie de las armas que fueron confiscadas en operativos asociados a la desaparición de los estudiantes.
El escándalo también ha ocupado a la comunidad cinematográfica del gigante europeo. Tanto en el Festival de Cine de Múnich como en la televisora pública alemana ARD se exhibió este año la película Mercaderes de la Muerte (Meister des Todes), en la que el director de la cinta, Daniel Harrich, intenta poner los reflectores en el suministro ilícito de armas alemanas hacia México.
A través de un comunicado, Heckler & Koch informó que “tomó nota” de la decisión de la fiscalía y resaltó que en 2012 inició una averiguación externa al caso que permitió ofrecer información a los investigadores.
Heckler & Koch estuvo bajo presión en mayo pasado, cuando un reporte de autoridades aduaneras alemanas reveló que la compañía vendió armas que tenían como destino estados mexicanos, en una violación a una veda a las exportaciones dirigida a evitar que cayeran en manos de fuerzas policiales corruptas.
El fabricantes de armas es uno de los más exitosos del mundo. Su rifle de asalto HK-416 habría sido utilizado para matar a Osama bin Laden y el G-36 es usado de manera estándar en los ejércitos de todo el mundo.
