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politica@eluniversal.com.mx
Con la propuesta de cambios sustanciales en su actuar hacia afuera y la incógnita de cómo serán las reglas para la elección de sus candidatos, el PRI comienza hoy la discusión de su futuro inmediato, de cara a 2018.
Este miércoles los priístas instalan las cinco Mesas Temáticas Nacionales en donde discutirán posibles modificaciones a sus documentos internos. Todo de cara a la 22 Asamblea Nacional el próximo sábado.
En cinco ciudades distintas: Campeche, Guadalajara, Mazatlán, Saltillo y Toluca, a 3 mil 500 priístas les pondrán sobre la mesa distintas propuestas de dictámenes que modifican: Estatutos, Declaración de Principios y Programa de Acción. Adicionalmente, se revisará la Ética y Rendición de Cuentas, y la Visión de Futuro.
Son dos las mesas en donde los secretarios de Estado de extracción priísta se repartirán: Visión de Futuro y Programa de Acción.
Abren el debate. El presidente del PRI, Enrique Ochoa, abrirá las mesas temáticas en Campeche y en dos días se dedicará a recorrer el resto.
La mesa más polémica será la de Estatutos, en donde el dictamen a discutir no presenta modificación en la selección de candidatos, principalmente a la Presidencia de la República. La apuesta es que priístas presenten la propuesta de modificar requisitos e incluso abrir a externos la candidatura para la Presidencia del país.
Visión de Futuro y Programa de Acción son mesas en las que se someterán a discusión los pasos que el partido seguirá en las distintas formas de gobierno: desaparición de fuero, gobiernos de coalición, entre otros.
En la mesa Declaración de Principios, el PRI modificará su actuar Revolucionario, adecuándolo a las “nuevas tecnologías”.
Los priístas someterán a discusión y posible aprobación un nuevo Código de Ética, con el que buscarán castigar a sus militantes corruptos.
Las asambleas. Al menos las últimas ocho asambleas del PRI se han dado en medio de división interna y hasta de agresiones verbales.
La Décimo Tercera Asamblea Nacional, siendo Presidente de la República Miguel de la Madrid, y dirigente nacional priísta Jorge de la Vega Domínguez, vivió el conflicto con la llamada Corriente Democrática, que encabezaron Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, entre otros. Ellos pidieron consulta directa a la base para elegir candidato presidencial. No se les hizo caso e incluso hubo priístas que por medio de un desplegado pidieron la expulsión del partido de los de Corriente Democrática.
Luis Donaldo Colosio encabezó la 14 Asamblea Nacional, siendo Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari. Durante seis meses la preparó y fue detectando las zonas de conflicto. Pidió invitar a la sociedad civil a la asamblea, creó la figura de Delegado Fraternal Ciudadano.
Colosio convenció al presidente Salinas de no pedir más que para ser militante priísta habría que ser parte de algún sector; permitió además la creación de corrientes de opinión; propuso consultar a la base para elegir candidatos hasta gobernador y para “democratizar” al partido, creó el Consejo Político Nacional. En esa asamblea se propuso que los aspirantes, incluso a Presidencia de la República, debían tener un cargo de elección popular previo; sin embargo, no prosperó.
En medio de una rebelión se llevó a cabo la 16 Asamblea Nacional del PRI. El entonces dirigente nacional del tricolor, Fernando Ortiz Arana, regresó el partido a los sectores y organizaciones. Desaparece el candado de que para ser presidente del partido había que hacer una campaña previa de 30 días.
Para la 17 asamblea, que dirigió Santiago Oñate como presidente priísta, Roberto Madrazo, entonces gobernador de Tabasco, irrumpió en la mesa de estatutos al lado de su entonces operador político: Ulises Ruiz. Buscaron imponer candados para quien quisiera ser candidato presidencial, ello con la finalidad de evitar que el entonces presidente Ernesto Zedillo impusiera a un “tecnócrata”. La militancia aprobó las medidas: militancia comprobada y cargo de elección popular previo.
En esa 17 asamblea se creó la mesa de Programa y Acción en donde se estableció que el PRI era Liberalista y Revolucionario, se prohíbe aprobación de modificaciones a la Constitución, no a la apertura del sector energético.
Para la 18 asamblea el PRI ya no tenía en su poder la administración federal. Los gobernadores quisieron quitar los candados para la elección de candidato a la Presidencia de la República. José Murat, acompañado de Ulises Ruiz, llegó a la mesa de estatutos para impedir que quitaran de candados. Hubo golpes. No se hicieron cambios.
En la 19 asamblea había un grupo de gobernadores (Eduardo Bours, Arturo Montiel, Tomás Yarrington, Natividad González y Jesús Padilla), quienes pretendían crear la Comisión Política Permanente sustituyendo al Consejo Político Nacional. Se crea una crisis en la mesa de Estatutos. José Encarnación Alfaro propone que la Comisión Política Permanente estuviera integrada por ex presidentes y ex gobernadores.
Se acepta la propuesta, pero el entonces presidente de la mesa de Estatutos, David Penchyna, dice que fue rechazada y enciende al auditorio. Hay amenazas de ir al entonces Instituto Nacional Electoral para presentar queja. Roberto Madrazo, entonces presidente del PRI, negocia con los gobernadores. No se aprueba nada.
La 21 asamblea la encabezó César Camacho. Se desaparece en estatutos el candado de que para ser candidato presidencial había que tener un cargo de elección popular. Se otorga a los militantes cumplir con equidad de género, liberan a los estados del aval del CEN para hacer coaliciones, entre otros.
El PRI llega a su 22 asamblea con un trabajo previo de cuatro meses; priístas molestos por falta de audiencia y la promesa de Enrique Ochoa, de permitir el diálogo. Los debates serán parlamentarios: se presenta un predictamen, se somete a votación en lo general y lo particular. La militancia podrá reservarse artículos, proponer modificaciones y votar.