La Casa Blanca confesó el miércoles que nunca se produjo la supuesta llamada entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump para felicitarle por su trabajo en política migratoria.
El presidente de EU insinuó el pasado lunes que Peña Nieto se había comunicado con él para darle el “cumplido definitivo” por los supuestos éxitos en la frontera durante la presentación en sociedad de su nuevo jefe de gabinete, John Kelly. Rápidamente, la cancillería de México negó que se hubiera producido tal llamada, ya que la última comunicación entre presidentes se produjo en el marco del G-20 celebrado en Hamburgo (Alemania) a principios de julio, donde “el tema de migración fue abordado”.
“(Trump) se refería a la conversación que tuvieron en el G-20, donde específicamente hablaron de los temas a los que hizo referencia”, aclaró la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
Cuestionada por la “mentira” que había dicho Trump, Sanders dijo que “no diría que fue una mentira. Eso es una acusación atrevida”, se defendió. Para Sanders, no hubo importancia por la comunicación entre presidentes se produjo, “simplemente no fue a través de una llamada telefónica sino que fue en persona.”
En Estados Unidos, la credibilidad de las comunicaciones del presidente Trump está más en entredicho que nunca, ya que además de mentir sobre la llamada con Peña Nieto también se desmintió que hubiera hablado con el líder de los “boy scouts” tras alardear de una conversación.
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