Las organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) y de Estados Americanos (OEA) realizarán una visita a México para examinar la situación de la libertad de expresión y las condiciones para el ejercicio del periodismo, en el contexto de crecientes amenazas y agresiones contra periodistas.
Los relatores especiales de la ONU sobre la Libertad de Opinión y de Expresión, David Kaye, y de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, solicitaron desde marzo una invitación del gobierno mexicano para realizar una visita oficial, ante las difíciles condiciones que detectaron para garantizar el trabajo de los periodistas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores respondió ayer a la solicitud y acordó con los relatores de la ONU y de la CIDH, parte del sistema de la OEA, viajen a México, aunque todavía no hay fecha para la visita, en principio puede realizarse en el mes de agosto, informaron a EL UNIVERSAL fuentes diplomáticas.
Los objetivos de la visita de Kaye y Lanza son analizar la situación del ejercicio periodístico, buscar alternativas para la prevención de crímenes contra reporteros, y estudiar la manera en cómo se investigan y sancionan los ataques a comunicadores, con el fin de elaborar un informe y emitir recomendaciones al Estado mexicano.
El pasado 26 de mayo, nueve organizaciones internacionales dedicadas a la defensa y promoción de la libertad de expresión exigieron al presidente Enrique Peña Nieto que invitara a los relatores de Libertad de Expresión de la ONU y la CIDH para encontrar soluciones a la crisis de violencia e impunidad que afecta a los informadores en el país.
“Señor Presidente, la violencia debe parar”, dijeron en su carta y demandaron acciones “precisas, efectivas e inmediatas” para detener la espiral de violencia que afecta a los periodistas del país y detener “de una vez por todas” la impunidad.
La petición de las organizaciones se hizo en el contexto de una creciente ola de violencia contra periodistas, que de enero a mayo de 2017 ha cobrado la vida de seis reporteros y que se agudizó con los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdez.
En el documento dijeron que el homicidio de Valdez conmocionó al país y al mundo, pero “trágicamente es el último de una larga letanía de colegas asesinados y censurados por otras formas de intimidación que las autoridades de todos los niveles de gobierno han fracasado sistemáticamente en perseguir judicialmente”.
A partir de la aceptación del gobierno de México, los relatores comenzaron a elaborar una agenda de trabajo para su visita oficial.
