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politica@eluniversal.com.mx
Han pasado tan sólo 45 minutos de que el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) acabó con la incertidumbre que dejó el proceso electoral más competido de la historia de esta entidad y que provocó un conflicto postelectoral que tiene polarizada a la sociedad coahuilense. El priísta Miguel Ángel Riquelme tiene en su mano derecha una carpeta que contiene uno de los documentos que más soñó tener en su vida: la constancia de mayoría que lo acredita como gobernador electo de Coahuila.
Está feliz, aunque su rostro es rígido y no denota alegría. Accede a tomarse fotos y repartir abrazos a todo aquel que se le acerca. Reconoce que fue difícil obtener el triunfo y recuerda que el domingo 4 de junio alguien le dijo que el proceso estaba “cardíaco”, pero él respondió: “No se preocupen… yo llevo tres ‘infartos’, mis tres elecciones han sido muy competidas. Mis tres últimas elecciones: una la gané por 600, otra por 4 mil 500 y ésta por más de 30 mil votos, hoy se gana por un punto, esa es la realidad de México”.
El ex corredor en un equipo de futbol americano y carrilero en otro de futbol soccer asegura que su triunfo electoral “está blindado” y no hay causales para una anulación, además de que niega rotundamente que haya habido un fraude electoral en los comicios del 4 de junio pasado, como aseguran los integrantes del frente opositor Por la Dignidad de Coahuila.
Dice que el panista Guillermo Anaya no tiene derecho a desestabilizar las instituciones, “porque Coahuila quiere paz y tranquilidad”.
El aficionado a las cuatrimotos y al raquetbol dice que el presidente del PAN, Ricardo Anaya, no acepta la derrota en Coahuila porque eso implica que a nivel nacional se le presione al interior del PAN en sus aspiraciones presidenciales y le aclaró que “Coahuila no está, ni estará en suerte para sus aspiraciones. Que se olvide de Coahuila, no lo vamos a permitir, por ningún motivo, que otro recurso que no sea el camino legal termine con sus dudas. “Coahuila ya definió, ya decidió y vamos a hacer respetar esa mayoría que obtuvimos”, asegura.
Tiempo de unidad
¿Concluye la campaña y ahora inicia la planeación de un gobierno pese a todo?
—A partir de hoy concluye el proceso electoral. Con la constancia de mayoría se cumple con la Ley Electoral y el protocolo de dicho proceso; sin embargo, a partir de hoy debe iniciar una nueva etapa, de reconciliación, de unidad y de consensos. No es tiempo para vanagloriarnos con el triunfo, es tiempo de buscar, a partir de hoy, la gobernabilidad de nuestro estado a través del diálogo con los distintos actores políticos y sociales que comprenden todos los sectores de la sociedad de Coahuila. Soy un hombre responsable, desde el domingo 4 por la noche y el mismo día 5, he sido prudente en mis declaraciones porque creo que Coahuila no merece ser polarizado. El estado ha enfrentado muchísimos retos a lo largo de su historia, quienes estamos participando en la construcción de la historia actual debemos ser responsables, ha terminado un proceso y en mi caso iniciaré de inmediato en la construcción de un plan de gobierno y voy a buscar el diálogo para enriquecerlo. Es responsabilidad de nosotros el no polarizar, el buscar los consensos, y además el aglutinar absolutamente todos los pensamientos e ideales en el plan de gobierno.
¿Hubo fraude?
—Claro que no. Fueron más de 24 mil coahuilenses que estuvieron en las 3 mil 628 casillas, más de 24 mil ciudadanos que calificaron las elecciones de diputados, alcaldes y gobernador, ellos mismos metieron a los paquetes electorales las actas firmadas. Todos los partidos políticos tenemos las actas en posesión; nosotros, los que competimos e íbamos a la cabeza, más nuestros aliados, además de los otros partidos que iban compitiendo solos. Por ello hay la confianza de que el procedimiento que utilizó el Instituto Electoral fue un procedimiento confiable, tan confiable que ellos [los panistas] cantaron el triunfo a las 6 de la tarde cuando creyeron que ganaron, es decir, cuando tú dices ‘gané’ es porque no pasó nada, porque no hubo anomalías, porque estamos todos absolutamente de acuerdo en que el proceso se llevó a cabo en tranquilidad y porque ningún representante te reportó alguna anomalía grave y que las que se dieron fueron tres o cuatro casillas, que no representan absolutamente nada para que la elección se haga impugnable. Están en su derecho, pero para esto se requiere que en 20% de las casillas haya encontrado anomalías alguno de los partidos políticos. No se dio [un fraude], la realidad es que ningún partido político estaba preparado para perder, todo mundo estaba preparado para ganar y en ese sentido se dejó correr el proceso con pequeñas anomalías que son las típicas (...) lo que sucedió fueron pequeñas anomalías que no les da para la impugnación, ni para tirar la elección y no hay causal de nulidad y por eso estoy tranquilo. Recibí mi constancia de mayoría y a partir de mañana inicio una nueva etapa.
¿Va por consensos?
—Voy a privilegiar los consensos, voy a buscar la unidad, la suma y la multiplicación de todos los factores para garantizar la gobernabilidad. No voy a dividir, ni restar, el proceso electoral se acabó, voy a gobernar para todas y todos los sectores de la sociedad.
¿Su triunfo está blindado?
—Mi triunfo está blindado, pero además está avalado por miles de coahuilenses que hoy nos dan una amplia diferencia en relación a todos los procesos que se han vivido en el país. Hoy han ganado con menos de un punto porcentual. Calderón ganó con menos de un punto porcentual todos los estados en las últimas elecciones, salvo uno o dos, se dieron de menos de dos puntos porcentuales, esta es la democracia. A mí me preguntaron unos días antes de la elección que si aceptaría el resultado y dije que soy un hombre de instituciones y un coahuilense responsable y si mis actas no me hubieran dado la mayoría, no hubiera ni siquiera salido a los medios, más que a agradecerle a la gente que votó por mí.
Guillermo Anaya dijo en la marcha de Acuña que no le va a permitir que tome protesta en el Palacio Rosa (Congreso de Coahuila)...
—Eso no se va a poder; la institución es más fuerte que cualquiera de nosotros. Coahuila es una institución, su gobierno es una institución y todos los poderes que representan la gobernabilidad en el estado son una institución que se han generado por muchísimos años y ni yo, ni Guillermo Anaya tiene derecho a desestabilizar las instituciones. Ya lo veremos, yo creo que Coahuila quiere paz y tranquilidad, quiere unidad, si realmente, como el Instituto Electoral dijo, ganamos en las urnas así debe ser respetado. Ganamos la mayoría y también nosotros exigimos que los resultados sean respetados por todos los partidos políticos, no lo haremos a través de marchas o a través de desestabilizar al estado, no lo haremos a través de algunas cosas que causen alguna regresión política de Coahuila(…) respeto la batalla legal, pero una vez que termine, yo hice un llamado a la unidad, al consenso, un llamado a la cordialidad que todos los partidos tenemos que demostrar.
Enrique Ochoa aseguró que Ricardo Anaya tenía como rehén a Coahuila por sus aspiraciones presidenciales, ¿coincide?
—Claro. Ricardo Anaya no acepta su derrota en Coahuila porque eso implica que a nivel nacional a él se le presione al interior del PAN, ya lo vimos hay una enorme división en su partido. Ya le reclamó Margarita Zavala, por debajo del agua le está dando patadas el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. Todos han iniciado una lucha interna por la candidatura de 2018, pero Coahuila no está, ni estará en suerte para sus aspiraciones, que se olvide de Coahuila, no lo vamos a permitir, por ningún motivo, que otro recurso, que no sea el camino legal, termine con sus dudas. El camino legal, que es el que debemos recorrer todos los partidos, debe terminar antes del 1 de diciembre que es cuando tome protesta. Sin embargo, todas mis elecciones, como alcalde, como diputado y como ésta a la gubernatura han sido batallas legales en las cuales he salido victorioso y siempre he iniciado a trabajar un día después de que me entregan la constancia de mayoría.
¿Entonces Coahuila era el pase de Ricardo Anaya a la candidatura presidencial y por eso no acepta la derrota?
—Él [Ricardo Anaya] cree todavía que Coahuila es parte importante de sus aspiraciones; la realidad es que Coahuila no está en suerte para él. El estado ya definió, ya decidió y vamos a hacer respetar esa mayoría que obtuvimos de manera legal en las urnas.
¿Habrá justicia en Coahuila caiga quien caiga?
—Lo dije desde campaña, mi aspiración para los coahuilenses es que tengamos claros los aspectos legales y una ruta positiva en la procuración de justicia, dije que para quien infringe la ley, para quien hizo actos de corrupción y están dentro de un proceso no va a haber contemplaciones, y no me importa su nombre, eso lo dejé claro y lo dije desde mi oferta política, en los debates y en reuniones con empresarios. Voy a enviar la iniciativa para eliminar el fuero a los funcionarios y a los diputados, buscaré tener el mejor Sistema Anticorrupción del país, darles las garantías a los ciudadanos que denuncian actos de corrupción para garantizar que nadie está por encima de la ley.
¿Los Moreira podrían ir a la cárcel?
—Si están en ese supuesto, sí, yo no estoy acusando de nada, si están en ese supuesto, claro que sí. De la oposición su carta fuerte fue acusar a los Moreira, pruebas no mostraron, no dijeron qué había, y yo dije: no son los Moreira, es quien esté metido en los temas, yo soy Miguel Riquelme y haré respetar y hacer valer la ley en su momento.
Con su triunfo el PRI gana dos de tres elecciones, ¿sale fortalecido?
—Claro que sale fortalecido, somos un orgullo a nivel nacional, [con] la situación adversa de Coahuila todo mundo apostaba a que el PRI no tenía esta fortaleza que hoy tiene. Quienes me dicen fue poco el margen, es cierto por las ventajas que tuvimos, pero si vemos todas las adversidades que teníamos, la división que buscaron marcar en este proceso, para mí este triunfo sabe a gloria, este triunfo es dedicado a los ciudadanos. Yo soy un político de carrera, no voy a enfrentar a Coahuila, voy a buscar sumar a todos los actores para salir rápido de esta dinámica que no hace bien a nadie. Coahuila necesita seguir generando empleos, no merece estar en las notas nacionales dentro de una elección cuestionada que no tiene lugar a duda.
¿Ya pensó en nombres para su gabinete?
—No. Hay mucha gente que me ayudó a elaborar el plan de gobierno y tendré estos seis meses para evaluarlos.
¿Su relación con el Ejecutivo?, recuerde que coincidirá un año con Enrique Peña Nieto…
—Es cordial, muy cordial.
Tendrá un Congreso de oposición, ¿complicará la gobernabilidad?
—Buscaré los consensos necesarios, pero también evitaré mandar tonterías al Congreso, voy a mandar todo lo que cause consenso y lo que cause discusión porque en el Congreso es donde se dan las decisiones importantes del marco jurídico de nuestro estado.
¿Le tiende la mano a GuillermoAnaya?
—A todos los actores políticos. Entiendo su situación [de Guillermo Anaya] es la segunda vez que no obtiene la mayoría y además festejó. Su partido cometió un error, lo hizo festejar, cosa que le agradezco a mi partido, que me dio los números fríos y que yo dije que era una elección cerrada. A él lo mal informaron, en el transcurso de la noche se dieron cuenta de que no tenían la mayoría y ya no encontraban cómo decirle al candidato que no le daban los números, lo primero que le dijeron fue ‘fraude’ y ahí va. La realidad es que no sucedió nada que pueda anular la elección y lo vamos a ver en los próximos días en tribunales. La mano está tendida para todos los sectores políticos, respeto su batalla legal, pero una vez que termine tienen que sumarse desde cualquier trinchera.
¿Entonces engañaron a Guillermo Anaya y lo envolvieron en la burbuja del fraude?
—Es lo que se nota a simple vista, porque él salió y cantó el triunfo, pero además brincó y celebró y yo no haría eso, con todo respeto, si no tuviera mis actas en la mano; yo las tuve y la realidad es que la elección iba apretada y hasta las 5 de la mañana se empezó a despegar; a las 8 de la mañana yo pude decir ‘ya’, de acuerdo con 90% de las casillas computadas, que tenía la mayoría y era irreversible. Yo respeté los números de mis actas; él las tiene y nunca las dio a conocer, fue retado por mí y nunca salió a dar la cara con las actas únicamente a generar animadversión en la población.