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politica@eluniversal.com.mx
Emilio Álvarez Icaza salta a la cancha para hacer equipo con los decepcionados de la política y desafiar a la clase política en 2018.
Quien fuera secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) encabeza desde el 26 de febrero la iniciativa Ahora, con la que salta al terreno electoral como aspirante presidencial para 2018, con la consigna de desafiar a la clase política y buscar el apoyo de la gente.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el sociólogo afirma que Ahora se presenta como una iniciativa ganadora, no sólo para la Presidencia, sino para otros cargos públicos y asegura que la plataforma Ahora no nació para declinar, sino para desafiar a la clase política.
“Más allá de mí, Ahora no nació o no se presenta para declinar por nadie, es una plataforma colectiva. Incluso tiene una naturaleza de mecanismos de control de anticorrupción de inicio, una serie de características que la hacen diferente”, explica.
Ante la gama de aspirantes presidenciales, entre ellos algunos independientes que podrían dejar una división del voto, Álvarez Icaza asegura que el proyecto no pretende fragmentar, pues busca a aquellas personas que no votan, a los sin partido, a los decepcionados, molestos y a quienes se han sentido traicionados por la política.
“Buscamos hacer una irrupción ciudadana y pacífica para recuperar nuestras instituciones para la gente; [Ahora] es una expresión para decir: ‘No nos representan quienes van a la boleta de 2018 o quienes pudieran llegar’. Queremos desafiar a esa clase política, decirle a la gente que no se sienta representada que Ahora puede ser una alternativa”, asegura Álvarez.
Señala que el financiamiento público y privado de los partidos políticos es como los casos de “adictos a la cocaína”, pero en el sistema electoral, pues cada vez requieren más dinero. Por lo tanto, la iniciativa busca mecanismos de microfinanciamiento para que los ciudadanos puedan contribuir.
“No queremos hacer lo mismo que los partidos. Mandamos un mensaje de sencillez. Queremos que sea una iniciativa mantenida, sostenida y multiplicada por la gente”, dice.
¿Qué lo impulsa a lanzarse como candidato independiente?
—La iniciativa Ahora, que es una plataforma colectiva para promover muchas candidaturas hacia 2018, no sólo la de Emilio Álvarez Icaza, sino la de muchas más que pueden llegar Congreso de la Unión, gobiernos estatales y municipales.
Esto tiene que ver con una combinación de factores, como molestia, decepción, engaño, la traición de una clase política que se ha quedado con nuestros miedos, con nuestras instituciones y con nuestra esperanza para tratar de mejorar al país.
Ahora es una iniciativa de gente que está trabajando en la sociedad civil, con quienes no han estado en partidos políticos y buscan responder de una manera pacífica y propositiva a las crisis económica, política y de seguridad que se viven en México. Ahora busca una respuesta a qué más hacer cuando hemos apostado por los partidos políticos y nos han decepcionado.
¿Qué representa para usted esta posible candidatura presidencial?
—Es hacer una irrupción ciudadana y pacífica, a fin de recuperar nuestras instituciones para la gente; es una expresión para decir: ‘No nos representan quienes van a la boleta de 2018 o quienes pudieran llegar’. Queremos desafiar a la clase política. Decirle a la gente que no se sienta representada que ahora puede ser una alternativa.
Decidimos buscar 80 mil avales desde el 27 de febrero a septiembre de este año, personas que entren con decisión y convicción a construir esta iniciativa, que quieran discutir sobre tipos de programas y gobiernos.
Todo lo hacemos a través de la página www.ahora.si. En dado caso de que la gente me acompañe a construir juntos lo que se ha llamado un wikiprograma. Si eso pasa y reunimos a 80 mil avales, buscaremos de septiembre a enero las firmas legales que pide la autoridad electoral para construir las candidaturas. Son 800 mil. Si eso pasa, iremos a una tercera temporada a la urna en 2018.
¿Realmente competiría para ganar, sería una candidatura testimonial o lo importante solamente sería participar en la elecciones?
—Ahora está saltando a la cancha electoral con seriedad, pero no es buscar el puesto por el puesto, sino una propuesta colectiva que busca cambiar las cosas. Por ejemplo, llevamos 18 años de alternancia y seguimos discutiendo el bono de los diputados.
¿Qué pasa con otros candidatos independientes?, ¿declinaría si no tuviera el apoyo necesario?
—Más allá de mí, Ahora no nació o no se presenta para declinar por nadie, es una plataforma colectiva. Incluso tiene una naturaleza de mecanismos de control anticorrupción que de inicio son una serie de características que lo hacen diferente.
Vamos a tener que hablar con muchas expresiones, como el Congreso Nacional Indígena o con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; vamos a platicar, de eso no hay duda.
¿No cree que la iniciativa dispersaría más el voto y beneficiaría más al PRI en 2018 por la fragmentación de la oposición?
—México no ha conocido cosa tal como la participación de candidaturas independientes, en las elecciones federales, no creo que sea el caso de una fragmentación porque no hay dueños de los votos, no hay parcelas de votos. Los únicos dueños de los votos son las personas cuando ejercen su derecho. Es muy temprano para escenarios inevitables cuando falta año y medio.
Por eso decimos, también, que reuniremos a aquellas personas que no votan, quienes no tienen partido, a los decepcionados y que se han sentido traicionados por la política.
No hay escenarios inevitables en México y tenemos condición para decirle a esa clase política que no nos representa. Vemos que hay un pacto de impunidad y corrupción. Por eso queremos decirle a la gente que no se siente representada que Ahora es una opción para ellas y ellos.
¿Es un pacto de impunidad de todos los partidos?
—Es una suma en la que no se investiga, no se castiga, no se sanciona [a los partidos y políticos] o a unos más y otros menos. No hay mucha diferencia entre partidos, y justamente lo que estamos diciendo es que el PRI no es solamente un partido político, sino una cultura política que permeó. Se trata de cómo se toman decisiones, cómo se resuelven las controversias, cómo se designan los candidatos. Esto genera una práctica antidemocrática en todos los partidos de México.
¿Los candidatos que se han destapado entrarían en este pacto, por ejemplo Andrés Manuel López Obrador, de Morena?
—Hay personas que creen que esta iniciativa tiene una intención particular contra algún candidato o candidata, pero no es así. Ahora no es una iniciativa particular contra un candidato o candidata. Se trata de una iniciativa que busca responder a un contexto, a los ciudadanos que no se sienten representados por los partidos; es una iniciativa que manifiesta su intención de seguir mejorando la democracia.
Lo que hoy tenemos [en la política] realmente nos preocupa, pues va a generar que en el futuro los jóvenes no se sientan atraídos por ella. Por eso queremos apelar a las agendas de víctimas, de justicia y a la comunidad LGBTTTI [lésbico, gay, bisexual, transexual transgénero, travesti e intersexual]. A ellos queremos apelar.
Para las campañas siempre se necesita financiamiento, ¿de dónde saldría el financiamiento de una posible campaña suya?
—Estamos pensando en mecanismos de microfinanciamiento para que quienes conformen Ahora contribuyan. No queremos hacer lo mismo que los partidos políticos. Por eso mandamos un mensaje de sobriedad y sencillez. Queremos que sea una iniciativa mantenida, sostenida y multiplicada por la gente.
En inglés hay un término: el crowdfunding [financiamiento del usuario], eso buscamos. Por ejemplo, en Estados Unidos Bernie Sanders puso un tope a las donaciones para que no haya compras anticipadas de contratos y no terminen en casas blancas de 8 millones de dólares.
¿Sería una campaña austera, peleando contra recursos ilimitados de partidos?
—El financiamiento público y privado es el caso de un adicto a la cocaína en el sistema electoral: cada vez se requiere. No lo queremos porque es un sistema adicto al dinero.