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El presidente Enrique Peña Nieto sentenció que “por supuesto” México no pagará por el muro que pretende construir el próximo gobierno de Estados Unidos y afirmó que no serán negociables con el país vecino nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de los mexicanos.

Advirtió que cualquier negociación con Estados Unidos debe incluir la corresponsabilidad estadounidense para detener el tráfico ilegal de armas y dinero a México que llegan a grupos criminales, así como la convicción mexicana de que con tecnología se tenga una frontera más segura.

Además de un trato humano a los migrantes repatriados y mantener el flujo libre de remesas que, destacó, en noviembre sumaron 24 mil millones de dólares y que es sustento de millones de familias mexicanas, principalmente de bajos recursos.

“Impulsaremos una negociación abierta y completa. Todos los temas que definen nuestra relación bilateral están sobre la mesa, incluyendo seguridad, migración y comercio, en ningún momento aceptaremos nada en contra de nuestra dignidad como país, ni de nuestra dignidad como mexicanos.

“No son negociables los principios básicos, como nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de nuestros connacionales. Es evidente que tenemos algunas diferencias con el próximo gobierno de Estados Unidos, como el tema de un muro que México, por supuesto, no pagará”, dijo.

Al reunirse en Palacio Nacional con el cuerpo diplomático mexicano, explicó que con respecto al TLCAN su gobierno buscará acuerdos que den certidumbre a la inversión y el comercio entre México, Canadá y Estados Unidos, y que dicha certidumbre se extienda a las empresas que han elegido a nuestro país como destino de inversión y plataforma productiva y de exportación.

“Vamos a defender las inversiones nacionales y extranjeras en el país, vamos a asegurarnos de que México siga siendo un destino confiable y atractivo para invertir”. Demandó reglas claras en este tema para que continúe el flujo de capitales en la región; “rechazamos cualquier intento de influir en las decisiones de inversión de las empresas con base en el miedo o en amenazas”, asentó.

Agregó que la región de Asia-Pacífico “es un punto medular” de la estrategia mexicana de diversificación económica y política, pues ahí están seis países del G20 y cinco de los 10 principales socios comerciales del país.

Dijo que México trabajará para que continúe el esquema de libre comercio y la integración productiva entre las tres naciones y fortalecer la competitividad de América del Norte con respeto a las reglas de comercio internacional.

Indicó que se deben buscar acuerdos para proteger los empleos, crear fuentes de trabajo y mejorar los salarios, pues la complementariedad entre las tres naciones que integran el TLCAN es una de sus mayores fortalezas.

En el Salón Tesorería, Peña subrayó que en la negociación con el nuevo gobierno el mundo verá en México a una nación que con audacia y pragmatismo privilegia el diálogo y el entendimiento para lograr beneficios concretos para los mexicanos.

Aseguró que, pese a las diferencias que hay con la nueva administración de Estados Unidos, México trabajará para tener una buena relación con la Unión Americana y su presidente, una relación que sea buena para México y los mexicanos.

Gasolinazo. “Hoy el mundo está pendiente de cómo reaccionamos ante dos nuevos desafíos: el de dejar atrás un viejo esquema para determinar el precio de las gasolinas y el de iniciar una nueva etapa en nuestra relación con EU”, expresó Peña Nieto.

Dijo a los integrantes del Servicio Exterior que el mundo observa cómo México aborda una decisión difícil e impopular, pero al mismo tiempo impostergable. Asentó que se trata de un proceso por el que muchos países han transitado, por lo que hay especial comprensión de la magnitud del reto.

“En unidad nosotros, respetando la pluralidad y la diversidad de opiniones que nos caracteriza, debemos ser capaces de superar diferencias”, dijo.

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