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carina.garcia@eluniversal.com.mx
La eventual aplicación de un mecanismo de voto por internet es segura, podría abaratar en parte el costo de las elecciones y garantizar a millones de connacionales que viven en el extranjero el derecho a elegir presidente, senadores o gobernadores, asegura René Miranda Jaimes, titular del Registro Federal de Electores (RFE).
El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) empezó a construir la ruta para hacer posible esa modalidad de voto desde el exterior en elecciones futuras, incluso las presidenciales de 2018, al autorizar el pasado 24 de octubre el desarrollo del Sistema del Voto Electrónico por Internet para Mexicanos Residentes en el Extranjero, en el que invertirá alrededor de 180 millones de pesos.
Miranda Jaimes, director ejecutivo del RFE del INE, recuerda que la decisión final sobre la aplicación de un mecanismo de este tipo será tomada por el instituto hasta el último cuatrimestre de 2017, una vez que el sistema sea auditado, considerado seguro y además tenga como respaldo un acuerdo político.
En entrevista con EL UNIVERSAL, reconoce que el INE ha enfrentado intentos de vulneración de sus sistemas informáticos, pero las plataformas que usan en internet son seguras.
Además, explica, a diferencia de la elección local en Chiapas (2015), en la que hubo fraude electrónico —se infló la lista de votantes para “sufragar” desde países remotos, por lo que se destituyó a todos los consejeros electorales locales—, sería un sistema diferente, pues desde 2016 hay credencialización en el extranjero y los ciudadanos han tramitado su mica de forma presencial en los consulados.
Con la autorización del Consejo General del INE para iniciar el desarrollo del sistema, ¿qué sigue?
—El Consejo General aprobó que se inicien los trabajos para contar con una plataforma de voto electrónico por internet, pues la ley da la posibilidad de voto para presidente, senadores y gobernadores.
Aunque existen modelos en el mercado y otras instituciones, el INE decidió desarrollar su propia plataforma y revisar toda la logística y seguridad informática, ya que el uso de estas tecnologías abiertas ha sido acompañado por ataques, por intentos de vulneración, hay que decirlo con todas sus letras, pero existen todas las herramientas y mecanismos para minimizar estos riesgos.
Pero no se ha decidido utilizar esta modalidad de voto, sino que en marzo tengamos una herramienta que pueda ser revisada por dos instancias externas al INE, empresas o instituciones públicas que conozcan “las tripas” de la plataforma y establezcan si cuenta con las condiciones y mecanismos de seguridad necesarios. Si esto camina, ya habría una condición para que se pueda decidir.
¿Cuál es el escenario?
—Pueden ocurrir dos cosas. Si todo es favorable y si hay un acuerdo político, a lo mejor se hace un programa piloto para medir la experiencia del usuario, probar el software y constatar que funciona. Puede establecerse que los resultados sean vinculantes o que no lo sean. O a lo mejor se usa en vivo para una elección. No sabemos.
Lo positivo es que se abre una gama de posibilidades y la institución se pondrá a la vanguardia porque se ha criticado al INE con que no se ha innovado para bajar el costo de las elecciones. Un modelo de este tipo es más económico que el voto postal, en el que se carga con el costo de los envíos. La plataforma de internet a la larga va a bajar los costos.
Parte de la preocupación es que hay otras alternativas de voto electrónico, pero los consejeros optaron sólo por internet.
—En un foro a principio de este año, expertos internacionales concluyeron que la tendencia es internet. Hay otras modalidades que no son malas, pero la de internet es la más atractiva, la menos costosa y la que más amplia las posibilidades de participación.
En cambio, la modalidad de urna electrónica obligaría a los connacionales a desplazarse hacia los consulados. Sólo en Estados Unidos hay 50 consulados, pero más de 22 millones de posibles votantes y las previsiones para garantizar que todos pudieran votar serían enormes. Sólo en Los Angeles tenemos más de 4 millones de mexicanos. Si 10% votaran, tendríamos a 400 mil en los consulados.
Existe desconfianza por la elección local de Chiapas (2015), en la que se infló la lista de votantes desde el exterior, además aún hay intentos de inflar listados. ¿Cómo detener esto? Por otra parte, el internet sigue siendo hackeable…
—Efectivamente, las tecnologías pueden tener vulnerabilidades, pero no son riesgos que no se puedan prever y hay mecanismos para ello.
Si nos fuéramos con esa idea, no tendríamos PREP por internet ni muchas otras cosas. En cada elección federal que tenemos, nuestros portales están bajo ataques, [pero] al día de hoy no ha habido uno exitoso.
¿Porqué? porque previo a la elección se toman medidas bastante robustas para fortalecer la infraestructura. El día de la votación sabemos que es posible que te ataquen. Entonces tú te preparas. Caso distinto a cuando hay ataques inesperados que pueden generar alguna afectación, pero no cuando te preparas.
En Chiapas desde la propia autoridad electoral local se propició esa mala conducta de registrar personas que no estaban en el extranjero. Eso ya quedó demostrado y hay un proceso para deslindar responsabilidades.
Pensar que por eso hay riesgo cuando se involucran mecanismos electrónicos es un exceso. El INE ya tomó medidas para la integración de listados y este año ya se frenaron intentos de vulneración del listado o del voto electrónico. En Chiapas el problema fue la integración de la lista y se anotó a gente que no estaba fuera del país.
¿Qué candados habría ahora?
—Hay un gran candado: van a participar quienes ya se credencializaron en el extranjero, ya acudieron al consulado, acreditaron su personalidad, su domicilio, se pudieron identificar y eso les permitió acceder a una credencial y formar parte de un listado. Eso no existía cuando se confeccionó la lista de Chiapas en 2015.
La credencialización en el extranjero la arrancamos en 2016 y podemos estar tranquilos; se han tomado decisiones para fortalecer la integración de la Lista Nominal en el Extranjero. El esquema de credencialización ayuda y con el desarrollo de una plataforma segura complementamos un esquema sólido para que, si el INE así lo determina, se utilice.
¿Cuántos se han credencializado en el exterior? Podría ser un gasto importante, pero con votación escasa. Muy pocos han activado su credencial para votar.
—Tenemos un gran universo de mexicanos [en el extranjero] y lograr que votaran los que pueden es una meta ambiciosa, porque son 22 millones en el exterior. Lo importante es que el Estado pueda garantizarles que podrán ejercer sus derechos. Van alrededor de 168 mil 444 solicitudes de credencial reportadas por la Cancillería y tenemos 14% activadas, 86% de quienes la recibieron no la han activado.
Es una cifra baja, pero no hay elecciones; estoy seguro que cuando venga el proceso veremos un incremento en la activación de los plásticos.