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El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, informó que presentará un punto de acuerdo para que el Senado emita una posición ante “el sentimiento de agravio” que generó la visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
“Sobre la reunión del presidente Enrique Peña Nieto y Donald Trump en Los Pinos es obligación de los integrantes de la asamblea hacer que el Senado tenga una posición de dignidad frente al pueblo de México”, afirmó el legislador.
“El análisis de la política exterior del país es una facultad exclusiva del Senado de la República, y la entrevista de Peña y Trump es un hecho de política exterior, no de índole privado”, aseguró.
Barbosa Huerta reiteró que, a unos días de haberse llevado a cabo la reunión, las repercusiones y reacciones negativas a ella han sido abundantes y duras. “El Senado como institución, como órgano del Estado encargado por la Constitución para analizar la política exterior del Estado mexicano, desarrollada por el Presidente de la República, debe tener una posición oficial al respecto”.
Aseguró que la reunión entre el presidente Peña Nieto y el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos “provocó en el sentimiento nacional un efecto de agravio nunca antes visto, en el extremo de las cosas, lo han llamado algunos traición a la Patria”.
Barbosa consideró que dentro de ese encuentro Trump se comportó “cínico, desafiante, grosero, nos leyó la cartilla y dictó su agenda”; mientras que el presidente Peña “no tuvo la firmeza al hablar, de decir frente a todos que no permitiríamos el muro, que no permitiríamos la incautación de remesas, ni la deportación masiva de millones de mexicanos y latinos, y que repudiábamos las ofensas vertidas a nuestra Nación”.
La entrevista o reunión entre ambos personajes no es un hecho privado que se queda en el ámbito de ellos, “es un hecho político que involucra al Estado mexicano, que repercute en contra de la nación mexicana, es un hecho de política exterior de nuestro país”, reiteró.
La semana pasada, dijo que el gobierno cometió un “error histórico” al no controlar la agenda de la visita de Trump, lo que hizo quedar mal al Ejecutivo federal. “Trump lo hizo quedar mal. Es un gran comediante, vino a quererse presentar con una nueva actitud y vino a dictar su precio”, dijo Barbosa.
